En la empresa. ―Jandé, llegas un poco tarde. El jefe ha llamado y ha dicho que no vendrá hasta unas horas después, creo que están preparando una sorpresa para la mejor empleada del año. ―murmuró la recepcionista de la primera planta. ―Está bien, gracias por avisarme, aunque no entiendo por qué no me lo informó directamente a mí el jefe, yo soy su asistente. ―Dijo, Jandé. ―No lo sé, quizá se le haya pasado por alto tu contacto, espero ser yo la afortunada de ser galardonada este año, por algo es que él se comunicó conmigo, es decir, me tiene en su mente. ― Comentó la chica, mostrando su brillante dentadura. Esta recepcionista siempre le ha tenido envidia a Jandé desde que llegó a trabajar por primera vez, ella alega en su interior que quien merecía el puesto de asistente de presidencia debió ser ella y no una recién llegada. Jandé corrió a su escritorio, está asustada por los acontecimientos de esta mañana. Sin embargo, se ha metido en su mente que estas son horas de trabajo y lo d
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