En la cama, a punto de morir, está el gran Máximo Capone, reconocido por ser el dueño de varios viñedos, y el máximo exportador de vino del país. Un hombre cruel y de mal carácter, que ha vivido solo desde hace más de dos décadas, cuando perdió a su mujer e hijos en un trágico accidente que lo sumió en el dolor. El hombre, quien no esperaba más que morir, tenía miedo de que su alma se pudriera en el infierno, por todas las atrocidades que hizo de joven. Como violar a una de sus empleadas, a la cual embarazó y lanzó a la calle sin piedad a pesar de llevar un hijo en su vientre, al que despreció hasta el día de hoy, y quien resultó ser su única familia. Temeroso de lo que le espera al morir, decide reconocerlo y dejarle toda su fortuna, con la egoísta intención de ser redimido de sus pecados. —Gregory, acércate… —Le pide el hombre, después de firmar, reconociéndolo como único heredero de la fortuna Capone. Espera pedirle perdón al hombre de más de 30 años, de 1,85 de estatura, de m
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