Se había quedado absorta en el pasado y en aquella larga conversación que tuvo en aquel restaurante con él.—Disculpa.—La verdad es que no dispongo de mucho tiempo, en realidad tengo muchas cosas por hacer, así que vayamos al grano, por favor —dijo, se dirigió a su silla giratoria y se dejó caer sobre ella.—Claro, sabes que no tengo ninguna objeción con respecto al contrato que voy a firmar, de hecho creo que ya hemos discutido todos los puntos en aquella ocasión. ¿No es así? —quiso asegurarse.—No está mal que leas los papeles, Sarah.—Está bien.Tenía toda la razón, debía leer cualquier cosa antes de poner su nombre en un papel, y así luego no surgirían inconvenientes, era algo que Hasan buscaba ahorrarse.—Mi abogado está al corriente de todo esto, es importante que sepas lo valioso que significa para mí que accedas.—De acuerdo, sé que tienes cosas por hacer, pero yo también tengo preguntas que no tienen respuesta —lanzó antes de dirigirse a él y soltarlo todo.—Bien, puedes pre
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