Ah, su cabeza daba vueltas. Se sentía mareado, aturdido, su cuerpo entumecido, había voces alrededor de él que lo aturdían, pero a la vez se sentían cálidas en total contraste con el frío que se estaba adueñando de él. Era una sensación desagradable, quería calor, quería que su piel fuera calentada y solo había una forma de hacerlo.La voz del hombre que hablaba le era familiar, pero de alguna forma lo molestaba, en cambio la femenina era suave y acogedora. Se sentía bien. Y olía bien. El olor de ella estaba por todos lados. Era reconfortante y hacía que algo dentro de él vibrara. Gimió levemente en su garganta cuando una corriente caliente se desplazó desde su pecho directamente a su miembro que comenzó a llenarse en su pantalón. Una reacción fisiológica que en ese momento no podía controlar.Poco a poco la voz del hombre fue desapareciendo quedando solo la mujer. Vincet abrió ligeramente los ojos con los párpados pesados y pudo ver su silueta dándole la espalda, pequeña, curvilínea
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