28

¿Qué demonios estaba haciendo?

Esa era una pregunta que rondaba una y otra vez en la cabeza de Alicia, pero aun así no podía detener la mano que se movía dentro de su braza. La otra que tenía sobre su boca apenas podía contener los gemidos que amenazaban con salir de su garganta ante la ola de estremecimientos que la recorrían.

¿Qué era aquella sensación que por más que tocaba se hacía más fuerte en vez de disminuir?

No era estúpida. Sabía de biología, sabía de sexo aun si no lo había experimentado, pero su cuerpo nunca había tenido alguna respuesta al estímulo sexual. Más bien lo aborrecía, le daba asco pensar en las manos de alguien recorriendo su piel, tocando cada parte de ella, lamiendo cada zona de su piel, tocando donde mismo estaba tocando ella.

Tuvo que apretar su mano sobre su boca cuando una fuerte oleada la recorrió y la mantuvo temblando contra la pared de la habitación y con los muslos apretados. Acaso estaba cerca de tener lo que llamaban orgasmo. Lo dudaba. Ella no era
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo