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Todos los capítulos de Volver a empezar: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Perderlo todo
Nota:¡Hola, mis amores! Espero se encuentren muy bien.De antemano quiero agradecerles por tanto apoyo y por siempre darle una oportunidad a mi trabajo. Es gratificante y hermoso ver los bonitos mensajitos que me dejan en cada historia.Este libro trata de Margot y Gabriel, personajes secundarios de «Pasión Secreta«, así que, si no la has leído, te invito a que lo hagas. La encuentras en mi perfil.Como siempre, les deseo una lectura apoteósica. Gracias por tanto y por todo lo que me brindan, sin su hermoso apoyo, no sería lo mismo.Dejo la advertencia: ¡Actualizaciones lentas! Así que paciencia, mucha, de hecho. Más de la que me tienen de por sí, pero es que ya saben, soy una muchacha con obligaciones ;)¡Los adoro con toda mi alma!Desperté por culpa de una horrible pesadilla, agitada y con mucho dolor en el cuerpo. Traté de moverme y hablar, pero no pude hacerlo porque mi voz no salía y mi cuerpo se encontraba paralizado. Me sentía desorientada y no logré reconocer nada a mi alred
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Familia
Dos años después—Promete que vas a intentarlo, por ti, por mamá, por mí, por salir de esta oscuridad en la que vives desde hace mucho —inquirió Marcus, apretando mi mano con suavidad—. Quiero volver a ver a mi chica alegre, la chica sarcástica y capaz de poner el mundo a sus pies con tan solo una mirada. Margot, estás acabando poco a poco con tu vida. Dime, ¿dónde están todos esos sueños que me contaste una vez cuando eras una mocosa? Vamos, calabacín, hazlo por ti y por todos los que deseamos verte bien y te amamos, en especial, hazlo por...—No lo menciones, por favor.—Lo haré, porque Gonzalo te amaba con todo su corazón y estoy muy seguro de que no le gustaría verte así. Él deseaba tu felicidad por encima de la suya, así que lucha y vive y por él.—No lo entiendes —mi voz se quebró y las lágrimas se arremolinaron en mis ojos—. No fuiste tú quien lo perdió todo en la vida. Perdí a mi esposo el mismo día que me casé con él. Perdí a mi bebé en ese accidente y su padre ni siquiera sa
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Intento
Quería salir corriendo y regresar a casa, encerrarme de nuevo en mi habitación y no tener que escuchar ni ver lo que el mundo tiene por ofrecer, pero hice una promesa y mi madre y mi hermano al menos esperan que lo intente.Recibí ayuda psicológica unos días después de que despertara, pero dejé de asistir con la psicóloga luego de mi primera cirugía. Ir con ella no me estaba ayudando para nada, todo lo contrario, me estaba sumiendo más en dolor. Todo era tan reciente y las ganas de morir eran más fuertes que ahora. Me culpaba por la muerte de mi esposo y mi hijo, lo sigo haciendo, después de todo, fui yo la que insistió en que nos fuéramos a casa en lugar de quedarnos en la recepción. Si no hubiera insistido, ellos estarían hoy aquí y esta absurda realidad no existiría.Pero culpándome no hará que el tiempo vuelva al pasado y todo sea diferente. Nada ni nadie hará que ellos regresen...Las ganas de llorar, de morir, de no seguir en esta maldita vida estaban a poco de hacerme retrocede
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Visita
Dos meses asistiendo a terapia han sido de gran ayuda. Mi madre y mi hermano me han hecho compañía a todo momento, lo que lo hace todavía más llevadero. Sin ellos, nunca me hubiera puesto en pie para empezar a avanzar aunque sea a pasos cortos, pero seguros.Los recuerdos siguen al ataque y no hay nada que pueda hacer ante ellos. Lloro, grito, saco mi dolor, me culpo, pero al final de cada crisis me prometo seguir avanzando para no dejarme caer nunca más. Entiendo lo que mi hermano me decía hace un tiempo, cuando me dijo que debía pensar en mí. Mi esposo y mi hijo, más mi hermano y mi madre, son mi mayor motivación. Por ellos necesito salir de ese pozo, tratar de ser feliz como tanto lo había soñado, aunque Gonza ya no esté más a mi lado. Por más que lo llore y suplique, él no va a regresar. Prometimos muchas cosas en nuestra unión, por todas esas promesas y sueños, debo seguir así no esté tomando mi mano.—Quiero ir al cementerio —mi petición tomó por sorpresa a mi hermano—. Creo que
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Cansancio
Marcus se acercó a mí tiempo después y me ayudó a levantarme del pastizal, para luego estrechar mi cuerpo entre sus brazos y darme un poco de sosiego.—Quiero ir a casa ahora que estamos aquí —le pedí, alejándome un poco de sus brazos—. Por favor.—De acuerdo.Fuimos al auto y di un largo suspiro, viendo con atención cada calle. No sé por qué elegimos Búfalo para vivir, todavía trato de descubrir la razón, pero en el mismo instante en que llegamos a la casa que compramos recién nos comprometimos, me dio al menos la respuesta más importante de todas. Gonzalo y yo elegimos una casa donde pudiéramos no solo vivir nuestra vida juntos, sino también donde pudiéramos realizar cada uno de nuestros sueños tomados de las manos.Observé la casa desde el auto, recordando los pocos días que vivimos aquí y fuimos tan felices uno en brazos del otro, llenando cada rincón con mi risa, mi creatividad y su inigualable pasión.La casa es de dos plantas, en la primera hay una tienda de insumos que estábam
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Dama de honor
—¿Se puede?Miré a mamá desde mi lugar y asentí, dándole una sonrisa mientras ella se acercaba al sofá y se sentó a mi lado. Volví la vista al frente, viendo con atención como la lluvia repicaba con fuerza en la ventana. El día se sentía tan frío y la nostalgia me envolvía con mayor fuerza.—¿Marcus salió? —quise saber, rompiendo el hielo entre nosotras.—Sí, invitó a cenar a Anahí.Sonreí, pese a que sentía un miedo inexplicable en mi pecho. Me casé un día lluvioso, mismo donde lo perdí todo. No me gusta la lluvia ni mucho menos salir cuando el pavimento está tan mojado, quizás ese sea mi miedo y por eso siento tanta angustia de que mi hermano esté por fuera en este tipo de clima.—¿Al fin se atreverá a pedir su mano? Espero que deje el miedo atrás y sí lo haga.—Se veía muy nervioso y feliz —mamá soltó una risita—. Supongo que sí le pedirá matrimonio. Menos mal, porque ya empezaba a idear un plan para sacarlo de aquí —bromeó, haciéndome reír.—Ni casándose se irá lejos de casa.El s
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Tropiezo
Me enfoqué en los preparativos de la boda de Anahí y mi hermano, tanto, que por todo este mes he olvidado todo lo malo. Ellos, de alguna manera, me contagiaron de su emoción e ilusión. He estado haciendo reservas, viendo arreglos, probando comidas, eligiendo el sabor del pastel, los colores perfectos, la iglesia, viendo sus posibles trajes, la pequeña recepción en casa de los padres de Anahí; absolutamente todo. He tenido tanta energía y he tenido la cabeza tan ocupada, que no me ha importado ni mucho menos incomodado mi pierna metálica.Durante todo este mes no he llorado ni un solo instante, ni me han atacado las pesadillas o los recuerdos. Salgo de casa tan temprano y llego tan tarde, que apenas toco la cama y me tomo mis medicamentos, quedo profundamente dormida.La Dra. Cavalier me ha insistido para que retome mi trabajo como diseñadora, después de todo, ocupar la mente y más si es en algo que da felicidad, ayuda mucho a cambiar la perspectiva de las personas y a empezar a crear
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Catástrofe
Desde la segunda planta, en el reservado de la discoteca, se podía apreciar toda la pista de baile incluyendo la barra. Desde que subimos y nos enfrascamos en celebrar la despedida de soltera de Anahí, no he podido dejar de observar hacia abajo, pero luego de una hora viendo al hombre de ojos verdes hablar con la mujer, se fueron juntos, lo que me dejó clarísimo que, estaban saliendo o eran pareja.Intenté sonreír y hacer de cuenta que nada estaba pasando conmigo, pero mi cabeza estaba hecha un lío y no entendía por qué razón. Quizás me molestaba el coqueteo descarado de ese hombre frente a su novia o su ligue, que me sentía como una reverenda estúpida pensando en las mil formas que deseaba patearle el trasero por perro. No debería estar pensando en algo que no tiene ni forma ni color ni mucho menos es relevante en mi vida, aun así, mis ojos se desviaban por sí solos a la barra, queriendo encontrar con la mirada a ese hombre tan desvergonzado e infeliz.Me tomé un trago más bajo la at
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Falla
Gabriel me trajo a una mesa apartada, donde habían pocas personas buscando privacidad y la música no sonaba tan alta. Nos sentamos el uno al lado del otro, sonriendo cuando nuestras miradas se conectaron por breves instantes.Una camarera nos trajo una botella de licor junto a dos vasitos por pedido de él y se marchó sin decir palabra alguna.Me bebí de golpe el primer trago, tratando de calmar a mi corazón que galopaba con fuerza por alguna razón y disipando los nervios que en ese momento amenazaban con adueñarse de mí. No sé por qué me siento tan inquieta y nerviosa, en especial cuando el hombre junto a mí me mira con esa fijeza tan extraña.—Bebe con calma —rompió el hielo, llenando mi vaso con total elegancia y tranquilidad—. Entonces, Margot, ¿qué puedes contarme de ti? —me miró de reojo, dejando la botella de whisky sobre la mesa—. ¿Estás casada?Bajé la vista a mi mano y mi corazón se aceleró de más tras ver mi anillo de bodas rodeando mi dedo.—Lo estaba —dije, volviendo a beb
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Culpa
—No debiste beber tanto, Margot.—Solo fueron un par de copas, mamá.—¿Un par de copas? —me miró furiosa—. Con un par de copas no te estarías sintiendo tan mal y por supuesto no hubiéramos tenido que venir con el doctor. ¿No te das cuenta o de verdad no quieres ver más allá de tus ojos? No puedes excederte, mucho menos a tu cuerpo. ¿Cuándo entenderás que debes cuidar de tu salud y que todo esto no solo te hace daño a ti? Entiendo que estés abatida, triste y sin ganas de continuar luego de lo ocurrido, pero estás viva, Margot. Muchas personas desearían tener una segunda oportunidad para vivir y tú simplemente la estás desaprovechando —su voz se quebró al igual que mi corazón—. Hemos hecho hasta lo indecible para verte bien, siendo tu apoyo incondicional y nunca dejarte sola, pero tú no quieres vivir ni para ti ni para otros. Jamás podría recriminar tu dolor o todo lo que hemos hecho por ti, pero es momento de que dejes descansar a Gonzalo y a tu hijo. Lastimosamente ellos no van a regr
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