Ninguno había pensado antes en la palabra «efímero», hasta ese momento. Nunca sintieron que su amor sería así: pasajero, fugaz, perecedero. Breve.Así es nuestro paso por la Tierra. No tenemos asegurada la vida, pero sí la muerte. ¿Irónico, cierto? A veces damos todo por sentado, nos tragamos palabras que podrían resolver todo y dejamos en el aire aquellas que lastiman. También vivimos cada día sin pensar que puede ser el último, en serio puede serlo, pero lo ignoramos porque no ha pasado nada. Porque hemos tenido suerte. Samantha se miró en el espejo y trató de respirar hondo, sintiendo un nudo en la garganta que la lastimaba. Era la misma sensación que aquel día, cuando discutió con su prometido y resistió un “te amo”, un “vuelve aquí”, un “hablemos” y ahora se ahogaba con esas palabras. Vestía un vestido negro de mangas cortas que llegaba hasta sus rodillas, unas zapatillas del mismo color y el cabello recogido, un poco
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