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Todos los capítulos de La Hija Perdida del CEO: Capítulo 1 - Capítulo 10
107 chapters
Prefacio
El silencio de la enorme mansión se termina cuando un grito de dolor se oye entre sus paredes.La servidumbre corre para asistir a la señora, quien se encuentra embarazada y todos están muy pendientes de ella.—¡Señora! —grita el ama de llaves al verla de rodillas al lado de la cama, con una mano en el piso y la otra sosteniendo su vientre.—Llama… llama al médico —dice Gretta jadeante.—Podemos llevarla al hospital, hay tiempo.—No… no me moveré de aquí, sin mi esposo no saldré de la mansión —la mujer mira a una de las chicas del servicio y esta corre para llamar al doctor, mientras que ella ayuda a Gretta a recostarse en la cama.—Moveré a las muchachas para preparar el cuarto para recibir a la niña.—Justina… no me dejes sola —la mujer sonríe con cariño, su jefa es joven y este es su primer hijo, por lo que entiende que tenga miedo de dar a luz y además sin su esposo a su lado.—No, señora, yo estaré aquí.Todos los empleados se dedican a preparar el cuarto para recibir al bebé, el
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Capítulo 1: Una cadena misteriosa
Dieciocho años después…Anna tiene todo organizado en su maleta para irse, sin tener idea de a dónde, sólo sabe que debe abandonar el hogar que la protegió lo mejor que pudo porque ha cumplido los dieciocho años.—Es injusto… —le dice Vittoria ayudándola a meter las últimas prendas—. Antes los niños que salían de aquí se quedaban trabajando.—Sí, en la época en que nadie se quería hacer cargo de ellos, ahora es distinto. Quiero quedarme, pero primero debo estudiar, hacer algo de mi vida. Te juro que no me olvidaré de todo lo que han hecho por mí.—¡Nada! —dice exaltada su amiga—. Sólo te dieron techo, comida y educación, pero si no fuera por la señora Moretti, seguro esas condenadas te habrían hecho picadillos. Y ni hablar de la directora, esa mujer te odia y no sé por qué.—Como sea, al menos no me dejaron morir de hambre en la calle —Anna mira por la ventana y deja salir un suspiro—. No te metas en problemas mientras yo no estoy, te esperaré afuera. Florencia es un lindo lugar para
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Capítulo 2: Un hombre vengativo
Lejos de allí en Roma, un hombre entra desesperado a su despacho mesándose los cabellos. Aquella sucia jugada que realizó años atrás ahora está a punto de haber sido completamente inútil sólo por el descuido de una persona.—¿Cómo se supone que arreglaré esto ahora? —se deja caer en el sillón frente a su escritorio y se suelta un poco la corbata, como si eso le ayudase a pensar mejor.Mira a todos lados y sus ojos se posan en una pintura que para su familia es una reliquia. Es la representación de dos hombres batiéndose a duelo y de pronto, una idea cruel se le cruza por la mente, toma su teléfono y le pide a su secretaria con urgencia.—Consigue la dirección de Egan Argyris.En cuanto corta la llamada, se pone de pie y saca de su caja fuerte una fotografía relativamente reciente de aquella piedra de tropiezo que puede entorpecer sus planes.Mete todo lo que tiene de la chica dentro de un sobre y sin colocar el remitente, pone el nombre de Egan Argyris y luego la dirección que su secr
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Capítulo 3: Una ilusión truncada
Anna sale de la biblioteca con el corazón latiéndole a mil por hora, no sabe si quiere reír o llorar, no tiene idea de qué hacer, así que llama a la única persona que le puede ayudar en ese momento.—Mi niña…—No me abandonaron —le dice con un susurro ahogado y buscando dónde meterse para hablar tranquila.—¿Encontraste a tu familia?—Creo… creo que sí. No estoy segura de que sean ellos, pero vi una foto de quién podría ser mi abuela, ¡somos idénticas!—Mi niña, ese puede ser un engaño de tu mente…—¡No! Se lo juro, le enviaré una fotografía, necesito irme a Roma lo antes posible.—Bien… haremos lo siguiente, iré a verte a Prato…—Estoy en Florencia, veámonos en el café que está cerca de orfanato, voy para allá.Se despiden y Anna sale disparada para reunirse con la señora Moretti, en este momento es la única que le puede ayudar a buscar a su familia. Quiere aferrarse a la idea de que son ellos, porque si es así, esa idea con la que creció acerca de que la habían abandonado sólo fue u
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Capítulo 4: En el infierno
En la oficina Joshua está concentrado en lo suyo, pero como siempre, atento a sus mensajes y correos, hasta que la notificación de uno le llega, al leerlo se queda impactado, más que por el texto, por aquella fotografía en donde ve a una joven que le saca las lágrimas de los ojos.—No lo puedo creer…No duda en responderle, porque está seguro de que es ella.Su hija, su niña.La cita en la mansión porque no quiere que nadie más se entere de que la ha encontrado, prefiere mantenerlo en privado y eso en la empresa no sucederá.Se debate entre llamar a su esposa o no para contarle la buena noticia, pero decide que es mejor enfrentar todo de una vez.Se come las calles desesperado, pensando en qué le dirá, cómo será ese reencuentro y siente una ansiedad enorme, siente su cuerpo hinchado por tanta felicidad y sólo quiere abrazarla, estrecharla entre sus brazos y no dejarla ir más.—Ni cuando se case… se quedará conmigo en casa hasta que se haga una ancianita —dice con los ojos anegados de
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Capítulo 5: Inhumanidad
Anna siente que su cuerpo está a punto de colapsar, Egan da un paso hacia ella y su instinto le dice que se aleje, así que lo hace rápidamente, hasta que queda atrapada entre la pared y aquella figura. Cierra los ojos asustada, recordando las veces que las chicas en el orfanato la encerraron o acorralaron, pero ahora no están ni la señora Moretti ni Vittoria para protegerla.—Por favor… —le dice ella con el labio temblando e intenta mirarlo a los ojos, aunque en la penumbra no los encuentra—. No sé qué le hice, yo nunca le he hecho daño a nadie, se lo suplico…—¿Acaso crees que tienes que hacerle algo a la gente para que quiera hacerte daño? —le dice con un claro tono de desprecio—. Ya te digo yo que no. El mundo es cruel, muchachita, ¿dónde estabas que no te diste cuenta?—Yo… —gruesas lágrimas caen por sus mejillas, Egan se acerca a ella hasta quedar a escasos centímetros, los suficientes para que el aroma de la chica inunde sus fosas nasales y eso lo hace perder el control.Se agac
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Capítulo 6: Los hijos Petrucci
Si creen por un segundo que Anna es valiente, están muy equivocados. Aquella orden salió de lo más profundo de su miedo, porque en verdad temía que el animal fuese a causarle más daño y tanto Egan como Ángel no vieron que ella también se quedó con la boca abierta.Aunque el animal sigue algo inquieto, no vuelve a atacar a Anna como al inicio. Ella se mueve lentamente a su alrededor, hasta que termina y le ofrece unos terrones de azúcar.—Eres magnífico —le dice acariciando al animal y él relincha en respuesta.—¡¿Qué crees que haces?! —Anna se encoge enseguida ante el grito de Egan y se gira lentamente para guardar el cepillo—. ¡¿Acaso me estás ignorando?! —se acerca a ella y la toma por el brazo con fuerza.—N-no… es sólo que… le tengo miedo —le dice ella sin mirarlo a la cara, Egan sonríe con satisfacción y le dice muy cerca de su oído.—Haces muy bien, niña —la suelta con violencia y se aleja de ella—. ¡Ángel! Dale la siguiente orden, no quiero que pare en todo el día. Yo me voy po
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Capítulo 7: Un ángel en el infierno
Cuando Ángel regresa, se da cuenta de que Anna tiene el espacio de Zafiro impecable, la yegua parece tranquila y ella se ve bastante sucia.—Ven —el dice con el mismo tono serio y se la lleva a una casa que está tras el establo. Anna se queda parada en medio del camino, el hombre se da cuenta de que ella no avanza y la mira extraño—. ¿Pasa algo?—Yo no debería ir allí…—¿Quieres quedarte sucia?—Él… él se dará cuenta y yo no quiero meterlo en problemas —ella baja la mirada y a Ángel se le revuelve el estómago de la rabia que siente.Aquella muchacha prefiere quedarse sucia antes que meterlo en problemas, pero a él eso poco le importa.—Sólo ven, aquí es normal que estas cosas pasen, pasa.Ella duda unos minutos, pero luego decide entrar a la casa y hacer lo que Ángel le dice. Se da cuenta de que no es una casa como tal, sino más bien como un comedor para los trabajadores. Allí, en el comedor, están todos reunidos esperando la cena.Cada par de ojos se queda mirando a la chica, ella ba
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Capítulo 8: Una nueva humillación
Para ese día da las mismas instrucciones acerca de Anna, quien no debe comer ni beber nada a menos que él no ordene. Por la tarde, se va de allí a la misma hora y queda en regresar temprano al día siguiente.Esta vez Ángel se la lleva a la casa de los trabajadores, pero por la parte trasera directamente, la deja en el baño y él se va por la cena para los dos.—Hoy hace frío como para comer afuera.—No importa, Mariana —le dice Ángel a la mujer joven—. Sabes que me gusta comer afuera.—Sí… a mí me parece que te gusta comer con la mocosa.—Tiene aquí dos días, yo llevo tres años comiendo afuera cada vez que se me pega la gana —sisea él recibiendo su plato y el pan para Anna—. Especialmente si no tengo que verte a ti.La boca de la chica se convierte en una fina línea mientras que él sale de allí. Anna sale del baño, se sienta a su lado y el hombre vuelve a cambiar el plato.—¿Ha pensado en qué pasaría si nos descubren? —dice ella mirando aquella pasta con carne asada.—No tengo miedo de
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Capítulo 9: Algo parecido a la culpa
Anna se entierra en la cama, sobre aquellos cartones que se humedecen, mira su sudadera, porque es lo único que tiene para colocarse seco, así que decide quitarse la ropa interior y cubrirse con ella. Se suelta el cabello para que se le seque, llora las lágrimas que puede, sus labios ya están agrietados por la falta de líquido, su estómago ni siquiera le duele por el hambre y sólo cierra los ojos para ver si cuando los abre, sólo es un terrible sueño.La puerta se abre de manera abrupta, lo cual la hace acurrucarse más para cubrir su intimidad, aunque al ver que es Mariana, se relaja un poco.—¡Toma! —le dice lanzándole el mono de trabajo.—Di-disculpa, ¿sabes dónde quedó mi ropa? —le pregunta caminando hasta donde quedó el uniforme tirado en el suelo.—¡¿Tengo cara de ropero o qué?! Tu ropa no es mi problema, mocosa.Sale de allí cerrando la puerta, mientras que Anna sólo deja salir un suspiro y se coloca la prenda para tratar de no sentir frío.Mira a todos lados, aprovechando la es
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