129. ES HOY
El señor Muñoz asintió, su rostro se suavizó un poco. había aprendido a conocer muy bien a su yerno. Sabía que si Hugo decía que algo le preocupaba, debía ser algo serio. Pues no era de naturaleza alarmista, solo que si se trataba de la seguridad de su hija, él debía ser informado.—Entiendo —dijo el señor Muñoz, su voz era suave pero firme—. Pero recuerda, Hugo, que no estás solo en esto. Tienes a Trini, a tus amigos, a mí... no tienes que cargar con todo tú solo. Y si es algo con la seguridad de mi hija, es tu obligación mantenerme informado. Hugo suspiró, frotándose la frente con los dedos. Las palabras del señor Muñoz eran ciertas, pero había cosas que no podía compartir con ellos. No hasta que estuviera seguro. Porque, ¿y si era mentira todo lo que sospechaba de sus padres por el miedo a que le sucediera algo a su esposa e hijos? —Lo sé —respondió Hugo, su voz apenas un susurro—. Pero esto... esto es algo que necesito averiguar por mí mismo. Perdóneme, no puedo decirle por ahor
Leer más