I. Buenos días a tí también, Secretaria Monroe
Estoy muy tranquilo en el mundo de los sueños, cuando una repentina luz, que apuñala mi cerebro, me hace salir a la fuerza de mi merecido descanso.- ¿Qué diablos?- comienzo a protestar completamente cabreado, porque además de la claridad, escucho un sonido de cajones abriéndose y cerrándose con fuerza, sin la más mínima consideración conmigo, un hombre que se ha pasado la noche entera en un club nocturno bailando y bebiendo y que necesita dormir, de preferencia, todo el día de hoy.Pero no tengo que abrir los ojos para saber quién es la causante de todo, mi maldita secretaria, la señorita Monroe, no sé qué inquina personal tiene esa mujer contra mí, pero juro que me odia.Ya resignado a que no voy a poder dormir, abro finalmente los ojos y me incorporo como puedo, porque el dolor de cabeza me está matando y esta es la principal causa por la que no es bueno beber, no por la salud de tu cuerpo, ni nada de eso, sino porque al otro día, la resaca es horrible. Solo que cuando se te pasa,
Leer más