"Sé quién eres, pero el hecho de que pagué por tu autobús no nos hace amigos, quiero que nos dejes a mí y a mis amigos en paz", dijo Katia en un tono muy serio. Sus palabras fueron muy duras para mí, sintiéndome avergonzado, tanto que no sabía qué responder."Está bien, disculpa", dije mientras bajaba la mirada. Vuelvo a la cocina y continúo con mi trabajo, pensé hasta que pasadas unas horas me llamó el dueño del restaurante."Lo has hecho muy bien chico, si necesitas un trabajo sabes a dónde ir, necesito un lavaplatos a tiempo parcial", dijo el dueño mientras me daba comida y un pequeño pago por ese día. Estaba feliz, con ese dinero podía pagar un taxi para llegar a casa."Está bien, al salir del bachillerato voy a trabajar con usted, señor", dije, asi vería a Katia en el colegio y también alli.Salí a tomar un taxi pero no sabía dónde estaba la casa de mi padre, así que me detuve allí para esperar un rato, por suerte para mí Katia también salió de su turno, que me vio p
Leer más