Casada con un vagabundo
Casada con un vagabundo
Por: Kevin Caste
Capítulo 1

Narrativa Alessandro

Después de dos años de noviazgo, me encontré con Dania Morgan, quien había estado actuando de manera extraña últimamente.

"Alessandro, creo que sería mejor darnos algo de tiempo", dijo, con una sonrisa tímida. Le pregunté por qué quería terminar y ella respondió: "No estamos terminando, solo necesitamos tiempo". Me sentí confundido pero decidí respetar su deseo.

"Dania Morgan, llevamos más de 2 años juntos, no podemos simplemente dejarlo así. Sabes que te quiero", le dije, mirándola a los ojos. Ella admitió que también me quería, pero se sentía asfixiada y necesitaba espacio. Acepté su pedido y me alejé, sintiendo un nudo en la garganta y un dolor en el pecho. Dos años de relación parecían desvanecerse en un instante.

Me sentí devastado, así que decidí ir a la panadería de mi madre para distraer mi mente. Mientras entraba, vi a mi madre horneando empanadas. Ella me preguntó cómo había sido mi día y, aunque estaba sufriendo, le respondí con una sonrisa forzada. Aunque estaba desconsolado, aún tenía la esperanza de que las palabras de Dania fueran sinceras y que solo necesitara tiempo.

Mi madre me pidió que llevara unas empanadas a Belinda, como lo hacía a menudo. Acepté, deseando que esta pequeña tarea me ayudara a distraerme y encontrar algo de paz en medio de mi corazón roto.

Tomé las empanadas y salí a entregarlas, mientras pensaba en Dania, ¿y si realmente necesitaba tiempo? Me pregunté por dentro, pero cambié de opinión cuando la vi hablando con Mario, mi mejor amigo.

No quería especular o imaginar cosas que no lo eran, así que me acerqué sin ser escuchado.

"Mario, te amo", dijo mientras lo miraba.

– ¿Y tu novio? Mario preguntó.

– ¿El hijo del panadero? Sabes que no es nadie, un hombre hambriento. Dania se quejó.

– ¿Cuándo terminarás con él?

"Le pedí tiempo, pero no volvería con ese pobre mendigo ni que fuera el último hombre del mundo.

Esas palabras me lastimaron, pero me ayudaron a abrir los ojos, para que al menos no viviera engañado. Me abrí camino entre ellos para ir a entregar las empanadas.

"¡Alessandro espera! Gritó su dulce voz que me hizo plantearme darme la vuelta y lanzarme a sus brazos, pero tenía que ser fuerte, ya había escuchado demasiado.

Tenía que seguir caminando.

El amuleto de buena-mala suerte

"Señora Belinda aquí hay unas empanadas que mi madre ha preparado para ti", dije con una sonrisa medio falsa, también creía que la señora Belinda estaba loca, que había desperdiciado su vida sola.

"Gracias, querido, pero no tuviste que preocuparte por esta anciana", dijo la Sra. Belinda con mucha calma mientras miraba al cielo.

Sacudí la cabeza mientras dejé la bolsa sobre una mesa y me dí la vuelta para irme. "Pobre anciana loca", pensé para mis adentros.

Empecé a caminar a casa, ya que era tarde y al día siguiente tenía colegio, pero escuché que la señora Belinda estaba teniendo un ataque de asma, corrí hacia ella y traté de ayudarla colocándole su ihnalador en la boca, pero no estaba funcionando, los nervios me ganaron al ver que dejaba de respirar. Por suerte un vecino llamó la ambulancia que no tardó en llegar.

Esperé durante todo el proceso hasta que esa anciana estaba bien.

"Querido acércate", dijo con voz suave.

Mis manos todavía temblaban después del asombro que me llevé, pero respiré hondo y me acerqué a ella, quien tomó mi mano y les colocó un amuleto.

-Te dará suerte en el amor, te protegerá a ti y a la mujer que decidas amar, dijo ella y sonrió suavemente mientras los médicos la nebulizaban.

“Suerte, si como no” pensé mientras pateaba unas latas de basura, “soy alto, soy guapo, lo que necesito es dinero, así nadie volverá a menospreciarme nunca jamas.

De igual forma guardé el amuleto en mi bolsillo mientras me marché de allí.

************

El engaño de mi madre

Cuando llegué a casa noté que mi madre estaba un poco nerviosa, me acerqué tranquilamente a ella y la observé de lado, hablando con un hombre de mediana edad, estaba bien vestido y parecía un abogado, seguramente era del banco, ya que a mi madre le gustaba endeudarse para ir a casas de juego ilegales.

"¿Qué está pasando, madre, quién es este hombre?" – pregunté mientras observaba al hombre que me miraba con placer.

"Tengo algo que decirte Alessandro, quiero que vengas conmigo a la cocina, te lo contaré todo", dijo mi madre mientras su frente se llenaba de sudor.

Ambos fuimos a la cocina mientras este hombre se quedó en la sala esperando.

"¿Qué está pasando, madre?" Le pregunté cuando vi que temblaba mucho.

– Alessandro sabes que tenemos problemas de dinero y el banco está a punto de recuperar mi casa, así que. – mi madre guardó silencio durante unos segundos mientras observaba el vacío.

"Madre, ¿qué estás haciendo? – No entendí nada y también empecé a ponerme nervioso cuando tartamudeaba

"Dime qué está pasando.

"Alessandro te mentí, tu padre no está muerto como te hice creer desde que eres un niño, tu padre es uno de los hombres más ricos e importantes de todo el país, cuando eras solo un niño escapé de esta casa, no quería que crecieras con él, es malo y su dinero está lleno de sangre – dijo dejando escapar un suspiro mientras daba dos pasos atrás. – Lo siento hijo.

Quéde callado mientras estaba en estado de shock sin saber qué decir, un sudor frío corrió por mi espalda mientras miraba su rostro palido.

"Pero madre, ¿qué dices, no entiendo nada ... Le dije mientras sentía ese nudo en mi garganta que no me dejaba respirar.

"Este hombre afuera es el abogado de tu padre, ha presentado una orden de restricción, no quiere que vuelva a acercarme a ti, ha inventado que soy una mala madre y un mal ejemplo para ti", dijo asustada mientras sacaba un cigarrillo con sus manos temblorosas.

-Mal ejemplo, pero eso es mentira madre, siempre me enseñas lo correcto-

"Lo sé, tu padre ha hecho pruebas falsas y ahora tendrás que ir con él por un tiempo mientras demuestro mi inocencia.

Hice un mal gesto con mi boca mientras rechiné los dientes, estaba furioso con este hombre que decía ser mi padre.

–Sonríe Alessandro que tu padre también ha hecho el traslado y estudiarás en un colegio privado de los más prestigiosos de todo el país, es un colegio de riquillos, hijos de abogados políticos y todo ese rollo, tu padre ha movido hilos para ello", dijo mi madre mientras lanzaba el humo de su cigarrillo.

"Cálmate, madre, haré todo lo que pueda para ayudarte a pagar tu deuda, si quieres conseguiré dos trabajos de ser necesario.

***************

(Quiero hacer una pequeña pausa para agradecerles por la oportunidad que me dan de leer esta historia, perdón por los errores ortográficos y de gramática ya que soy un novato escribiendo, también quiero agradecer a mi amiga Katia que me ayudó mucho a escribir este libro, gracias por ser la fan #1.)

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