Areliz le dio una merecida bofetada a Andrew, pero él solo se rio como si no fuera nada. —Bien, me merecía eso, lo siento, lo siento. —¡No puedo creer que te atrevieras a hacer algo como eso, Andrew! ¡Me dan ganas de matarte! ¡Sabes que soy muy profesional en mi trabajo! Además, fue de la completa nada, siempre fuiste un coqueto irremediable, pero nunca te vi saltar sobre mujeres sin tener su consentimiento antes. Me decepcionas. —Lo miró realmente molesta, ya que sabía que era un idiota, pero no pensó que era TAN idiota. —Lizzy, cariño, entiendo que te haya tomado por sorpresa, pero no pude resistirme. Eres encantadora y única, y solo quería mostrar mi interés. —Guiñó un ojo.—No me importa cuánto te guste o cómo te sientas, eso no te da derecho a besarme sin mi consentimiento. Es una falta de respeto y una invasión de mi espacio personal. ¡Y peor porque es en mi lugar de trabajo! Antes lo consideraba un amigo molesto, coqueto y pesado, pero después de esto probablemente ni
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