Tuve que salir de casa, el ambiente se puso muy, muy caluroso y sí, él ha solucionado los problemas con Keith.No sé cuánto tiempo pasó, pero el sol ya no está y la noche comienza a dar los primeros signos de penumbras, aunque no tanto. Las luces de las calles pueden provocar ceguera porque son tan intensas, casi igualando al sol. Es hora de regresar a la tibieza de casa.—Te amo, bebé, mucho —Oh, esa es su voz—. ¿Te quedaras esta noche?Ruego porque Keith diga que sí, en serio.—Te amo también, cariño —Aw, el amor es lo mejor, ¿cierto?—. Puedo quedarme, pero tendrás que prestarme algo de ropa.—Todo lo que quieras —Suena muy empalagoso, pero eso está bien—. Estoy muy feliz, no discutiremos más.—Jaren Jouvet —Oh, Keith acaba de... Vaya—. Todo esto no ha sido más que un malentendido. Esto nos hace saber que debemos mejorar nuestra comunicación.Él, Jaren, se percata de mi presencia y entrecierra los ojos... De acuerdo, es mejor no estar en el centro, uno nunca sabe lo que...—Tienes r
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