La llegada al departamento es rápida y Bianca se despide de nosotros.Renzo, tomo una ducha sentado. Sé que no le gusta sentirse de esa forma. Pero, me daba temor que cayera. Él no lo admite, pero puedo ver que se siente un poco débil. No quería ir a la cama, así que se instaló en el mullido sofá con la pierna que le molesta en alto, mientras ve un partido de futbol.Por mi parte, he tomado una ducha rápida y estoy en la cocina, preparando algo para desayunar.Lo que me da la oportunidad de pensar en los acontecimientos de las últimas horas. Y, en la posición que, Renzo está, no debe de ser fácil.—Puedo escuchar las ruedas de tu cabeza desde aquí.Miro hacia el salón y me encuentro con la mirada de Renzo.—No sé de qué hablas.Resopla.—Piensas en la conducta de mis padres hacia ti y en como eso puede afectar neutra relación —arquea la ceja.Entrecierro los ojos y dejo a un lado el cuchillo con el que estoy cortando.—Ahora, ¿Eres adivino? —me burlo.—No me es difícil de adivinar, da
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