NARRA SANDY —¡LARGO DE AQUÍ! ¡FUERA DE NUESTRAS VIDAS! Le faltaste el respeto a tu comunidad, a nuestras creencias, a tu familia. Eres una vergüenza Sandra, desde este momento quedas repudiada de este lugar. — me grita el reverendo de nuestra comunidad. Yo creo que sus palabras fueron innecesarias porque ya tenía la pequeña maleta que me llevaría. —Ustedes son unos ignorantes dejan morir a los más pequeños o a los adultos porque no dejan que nadie estudie y traiga el conocimiento a la comunidad. Me cansé de eso y no necesita venir a decirme estas cosas porque soy yo quien se va voluntariamente. Ya cumplí mi mayoría de edad hace años y puedo decir que allá afuera se vive mucho mejor que aquí. No por la tecnología, no por los vicios o una vida de libertinaje, sino por todo el conocimiento que se puede obtener al ir a una universidad y aprender. Si mi pecado y mi exilio es por ir a superarme a una universidad para ser la mejor doctora posible, está bien. Correré ese riesgo, pero no me
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