Yo quiero saber que mas te hizo sentir, David. (Diablito morado)
NARRA SANDY —¿Y yo qué hice? —me pregunta desconcertada por mi comentario. —Arruinaste mi primer beso Clara Castellana Kawas —le digo en voz baja. Ella abre sus ojos en sorpresa y luego solo sonríe mostrando sus dientes apenada. —¿Lo siento? — comenta encogiendo sus hombros. Suspiré, porque él me dijo que íbamos a tener una segunda cita así que no pierdo las esperanzas. —Está bien, no pasa nada —dije desganada acomodándome en la camilla. —¿Me contarás o tengo que sacarte los detalles con una cuchara? —me reí ante su frase ya que es mía. Suspiré y comencé a detallarle a donde habíamos ido y como había pasado lo de mi reacción alérgica. También lo preocupado que estaba David por eso. —Todo un caballero del zodiaco, mi cuñadito. Me alegra mucho por ti, solo no cometas el error de entregarte tan rápido en una amistad o una idea más allá entre ustedes. Solo se conocen por un día —me advierte y me golpea su comentario al ver lo rápido que se está moviendo todo entre él y yo. Asentí en
NARRA SANDY —¡LARGO DE AQUÍ! ¡FUERA DE NUESTRAS VIDAS! Le faltaste el respeto a tu comunidad, a nuestras creencias, a tu familia. Eres una vergüenza Sandra, desde este momento quedas repudiada de este lugar. — me grita el reverendo de nuestra comunidad. Yo creo que sus palabras fueron innecesarias porque ya tenía la pequeña maleta que me llevaría. —Ustedes son unos ignorantes dejan morir a los más pequeños o a los adultos porque no dejan que nadie estudie y traiga el conocimiento a la comunidad. Me cansé de eso y no necesita venir a decirme estas cosas porque soy yo quien se va voluntariamente. Ya cumplí mi mayoría de edad hace años y puedo decir que allá afuera se vive mucho mejor que aquí. No por la tecnología, no por los vicios o una vida de libertinaje, sino por todo el conocimiento que se puede obtener al ir a una universidad y aprender. Si mi pecado y mi exilio es por ir a superarme a una universidad para ser la mejor doctora posible, está bien. Correré ese riesgo, pero no me
NARRA DAVID —¿Estás seguro de esto David? No sé porque siento que lo haces para huir de tu padre. — me pregunta mi abuela Jimena. —En parte lo hago por eso abuela, no juzgo sus acciones no soy quién para hacerlo. Lo que me hierve la sangre es que mis hermanos sigan en la ignorancia. Esa es una historia que no se debió ocultar a ninguno de nosotros. He sido testigo de cómo Aitor y Alan han visto a Ángel de menos por tal vez pensar que Ángel es más importante para todos, creando muchas diferencias entre ellos. He sido el apoyo de Ángel en este tiempo, pero ya están grandes no me necesitan. La verdad es que ya necesito ver por lo que yo quiero y me gustaría poder ayudarte con el legado del bisabuelo Javier. — le respondí a mi abuela pues la verdad es que necesitaba alejarme un poco del drama familiar. —Lo que significa que quieres quitarme mi puesto. — dice mi tía Esmeralda llegando a nosotros. —Claro que no tía, seré tu apoyo y cuando decidas dejarlo estaré yo para apoyar. — le digo
NARRA SANDYNo sé en qué momento abrí los ojos y me encontraba recostada sobre su brazo. Eso no me pareció extraño en mí, siempre me duermo en todos lados. Lo que si me sorprendió fue sentir la mejilla de David sobre mi cabeza. Su respiración era tranquila lo que significaba que estaba dormido. —Estamos por aterrizar para que le diga a su novio que se ponga su cinturón. — escucho que dice la joven aeromoza. Moví la cabeza ligeramente en respuesta. La chica se fue para seguir con su trabajo y yo estoy con el dilema de que hacer, no quería despertarlo. Comencé a mover ligeramente mi cabeza y sentí que de un momento a otro el peso que sentía anteriormente ya no estaba. Me moví lentamente a despegarme de él. —Lo siento no me di cuenta en qué momento terminé sobre tu brazo. — comenté y es que era la verdad. Recuerdo que me dormí hacia la ventana, pero pueda que dormida me diera la vuelta. —Está bien, creo que también yo me quedé dormido. — menciona y yo sonreí ligeramente. En ese momento
NARRA DAVIDVerla con la ropa que le prestó mi hermana Alana, por alguna razón no me gustó. Todo abrazaba su cuerpo tan perfectamente que solo me provocaba quitarle la ropa. “¿Qué disparate estoy pensando?” Me regañé a mí mismo. Sandy se miraba hermosa y la verdad que sus ojos son más que hermosos. Solo que no podría identificar que tienen que me están volviendo loco. Ese color avellana en su mirada me invitaba a querer saber más de ella. Me ofrecí a llevarla porque la verdad necesitaba pasar ese momento con ella. Era algo estúpido lo que provocaba esta chica. Me hacía sentir como un chico de colegio con las hormonas alocadas algo que puedo decir, mas no describir porque nunca me había sentido así. En el camino la radio sonaba, pero nosotros íbamos en un silencio super incómodo. Mi teléfono sonó y era mi abuela. No quería contestar, pero debía hacerlo.—Hola cariño. ¿Dónde estás? Acabo de llegar aquí con tus hermanas y no te encontré. — me dice y miro a Sandy a mi lado quien me mira po
NARRA SANDY —¿David? ¿Me estás diciendo que David te invito a salir en una cita? — me pregunta Clara sorprendida ante lo que le acabo de decir. —¡Si! — le respondí yo dando brinquitos y aplausos de la emoción. —Eso es muy extraño. No me lo tomes a mal, pero David siempre ha sido bien reservado. Al extremo que no se nada de su vida privada. Jamás a traído a alguien a casa así que no creo que haya tenido algo serio anteriormente. David es un caballero con todas sus letras. Si mostró interés en invitarte a salir como una cita es porque le gustaste de verdad. — comenta Ángel y eso solo me pone mucho más nerviosa. ¿De verdad David está interesado en mí? Me pregunté y es que no me quiero ilusionar. Me da un poco de miedo porque no sé qué esperar de esta cita. —¿Porque tienes la carita larga? — me pregunta Clara y me da un poco de pena hablé de esto frente a Ángel. —Eh, yo las dejaré solas para que puedan hablar en confianza. — dice Ángel caminando hacia la puerta llevándose a Arian
NARRA SANDY Me quedé súper sorprendida ante lo que me acaba de contar. No sabía que en esta familia hubiera hasta agentes secretos. No me extraña porque la señora Jimena es tan misteriosa y hace muchas cosas a la velocidad de la luz. —Parece que mi trabajo te impresionó. — comenta David y puedo ver un poco de decepción en sus ojos. —¡No! No, para nada. Si impresiona, pero no creo que sea algo del otro mundo. Literalmente es como que me digas que eres un policía sin llevar uniforme. — digo algo ansiosa. Él me regala una sonrisa y levantó su mano para tocar ligeramente mi mejilla. No pude evitar cerrar los ojos ante tal gesto. —¿Entonces, está bien para ti que sea un agente secreto? — me pregunta haciendo que abra los ojos de golpe. —Es tu trabajo y si te gusta lo qué haces está muy bien. Claro que, me imagino que en muchas ocasiones corres peligro de que algo malo te pasé, ¿No es así? — le dije algo preocupada. El no deja de verme con una sonrisa. La cual ya me está intimidando