No sé en qué momento abrí los ojos y me encontraba recostada sobre su brazo. Eso no me pareció extraño en mí, siempre me duermo en todos lados. Lo que si me sorprendió fue sentir la mejilla de David sobre mi cabeza. Su respiración era tranquila lo que significaba que estaba dormido.
—Estamos por aterrizar para que le diga a su novio que se ponga su cinturón. — escucho que dice la joven aeromoza. Moví la cabeza ligeramente en respuesta. La chica se fue para seguir con su trabajo y yo estoy con el dilema de que hacer, no quería despertarlo. Comencé a mover ligeramente mi cabeza y sentí que de un momento a otro el peso que sentía anteriormente ya no estaba. Me moví lentamente a despegarme de él.
—Lo siento no me di cuenta en qué momento terminé sobre tu brazo. — comenté y es que era la verdad. Recuerdo que me dormí hacia la ventana, pero pueda que dormida me diera la vuelta.
—Está bien, creo que también yo me quedé dormido. — menciona y yo sonreí ligeramente. En ese momento se comenzó a escuchar al capitán decir que estábamos a punto de descender en Zaragoza. Ninguno de los dos dijo nada solo nos quedamos viendo de vez en cuando. El avión aterrizó y como no tenía maleta más que una pequeña de mano con mis cosas más importantes. No tenía ningún otro proceso por hacer.
—Sígueme, iré por mi maleta y luego al auto que nos espera. — me dice y yo asentí. El comenzó a caminar y yo iba detrás de él.
—Puedes caminar a mi lado, ¿porque vas detrás de mí? — lo miré un poco sorprendida.
—No quiero que la gente se haga una mala idea de nosotros. — comenté y él se rió ante mis palabras.
—¿Te importa mucho lo que la gente crea? — me pregunta con la ceja alzada y yo negué.
—No, al menos a mí no, pero no sé si tú tienes una reputación que mantener y no me gustaría crear problemas. — le dije sinceramente. El negó, pero no dijo nada solo sonrió ante lo que respondí. Llegamos hasta la salida y un auto nos esperaba.
—¿Joven desea que los lleve o manejará usted? — le dice un señor que salió del auto para ayudar con la maleta de David.
—¿Hay otro auto en el que te puedas ir? — le pregunta David. El señor asintió y con sus ojos señaló hacia a donde estaba el otro auto.
—De acuerdo entonces yo manejaré. ¿Hacia dónde tenemos que ir? — le pregunta y él le entrega un papel.
—Está bien, nos veremos allá. Gracias. — el señor asiente a lo que le dijo David y caminó hacia el otro auto. David viene hacia la puerta del copiloto, la abre y me invita a entrar. Sentía mariposas en mi estómago y no lo dudé, entre al auto y después que el entrara y me regalara una brillante sonrisa, lo puso en marcha. El auto no llevaba música así que el silencio abundó durante todo el camino. Dediqué todo el tiempo a ver por la ventana y es que Zaragoza era hermoso. Tenía montañas de un lado y tenía la bahía del otro. Todo se miraba muy bonito llegamos hasta un lugar donde solo bosque nos rodeaba mientras subíamos una colina. Por alguna extraña razón David no volvió a hablarme en todo el camino, pero si pude sentir su miraba sobre mí por momentos. Llegamos hasta donde estaba un auto y pudimos ver a Ángel en una rodilla desde la distancia.
—Qué bonito. — comenté en voz alta sin darme cuenta me gané la mirada de David.
—Bueno, Sandy fue un placer haberte traído. Espero que pronto se comuniquen contigo para lo de tu maleta. — me dice y me ofreció su mano nuevamente. Le sonreí y la tomé.
—Muchas gracias por todo lo que hiciste por mi desde Paris. — le respondí. Estaba por soltarme, pero él la apretó ligeramente de nuevo. Mi mirada se cruzó de nuevo con la de él, nunca dijo nada, pero no hubo necesidad ya que lo último que hizo fue regalarme una sonrisa que me dejó embobada. A tal punto que no sentí en qué momento se bajó y vino abrir la puerta. Me bajé del auto y le agradecí de nuevo. Caminé rápidamente lejos de él. Espere a mi señal para entrar pues sabía que era una sorpresa para Clara. Miré que Ángel me buscaba con la mirada hasta que me encontró y con su mano me pidió que me acercara. Ángel se acercó a besar a Clara para distraerla. Aproveché ese momento para acercarme.
—Siento mucho arruinar este bellísimo momento, pero yo no los he felicitado. — le digo y ella voltea a verme muy sorprendida.
—¡Aaaah! ¿Estás aquí en Zaragoza? ¿Pero cómo? ¿Cuándo viniste? — me pregunto con mucha emoción.
—Una a la vez, si estoy aquí en Zaragoza. Cómo, pues la abuela Jimena y tú chico lo hicieron posible y vine hoy. Le dije que era hombre muerto si no estaba presente para este momento y aunque casi no llegamos a tiempo pude verlo a la distancia, mi llegada fue un caos. Agradezco haberme encontrado con él cuando aterricé en París porque me pasó de todo. Mi vuelo tenía conexión en Paris y el suyo también. Nos tocó sentarnos a un lado y estuvimos hablando amablemente, cuando llegué a buscar la maleta no estaba. Parece que la confundieron y la mandaron para otro vuelo y él me ayudó a hablar con el encargado y buscar mi maleta. Según en unos 2 días llega aquí, y esperemos que así sea porque solo esto es lo que tengo de ropa. — Comenté mostrando mi ropa y luego miré hacia David. Él nos sonríe y guiña el ojo, la sensación de mariposas revolotear en mi estómago se intensifica. Perdí contacto visual cuando sus ojos van hacia Ari llamando su atención. Ángel se va dejándome con Clara esta es mi oportunidad para poder preguntar algo sobre David.
—Hada, por favor dime que ese manjar está soltero y sin compromisos, pero no menos importante si le gustan las chicas. — Pregunté con un poco de pena a la misma vez deseando que su respuesta sea favorable para mí.
—Pues, nunca le he conocido una novia así que no sabría contestarte eso último. No veía a David desde hace algunos años. — suspiré porque eso no contesta mi pregunta. Más bien intensifica la duda.
—Nunca había conocido a alguien tan guapo, ¿Será correcto que lo siga buscando para platicar? — pregunté y me moría de pena al preguntarle eso como si fuera una chiquilla pidiéndole permiso a su madre.
—Haz lo que tu sientas correcto, aunque como consejo te digo que dejes que sean ellos quienes se acerquen a hablar contigo. — asentí ante su comentario. Una hermosa joven de ojos azules y cabellera azabache podría decir que hasta algo parecida a David se acercó a nosotras.
—Las presento. Alana es mi cuñada, Sandy una amiga. —menciona Clara.
—Disculpa, escuché eso de que te quedaste sin tu maleta me ofrezco a abrirte mi closet. — Con algo de pena y antes tal ofrecimiento acepté su ayuda.
—Bueno te irás conmigo para que elijas lo que tú quieras y luego te iré a dejar a la casa de los padres de Clara. — asentí y seguí platicando amablemente con la chica. Me gustó mucho su forma de ser es muy alegre. La reunión terminó y me fui con Alana hasta el auto.
—Hola, ¿Nos conocemos? — me pregunta una señora de pelo castaño algo canoso, pero con cara de Diosa. Estaba empujando una silla de ruedas con un señor algo robusto, pero se miraba muy atractivo.
—Mamá, ella es Sandy una amiga de Clara. Su maleta se perdió en Paris y me ofrecí a prestarle algo de mi ropa. — me sorprendo porque eso significa que ellos son los padres de David. Noté que el señor se fijó en mi cartera y el bordado con el símbolo médico en él.
—Mucho gusto, me llamo Sandra Kepler, pero me gusta más que me digan Sandy. — me presenté y ella me sonrió.
—¿Estudias medicina? — me pregunta el señor y yo asentí con una sonrisa.
—Si señor, actualmente estudio en la universidad Stanford y curso ya mis clases de especialidad que vendría siendo pediatría. — le digo y el abre sus ojos al máximo.
—Me alegra que pronto será mi colega. Yo también soy pediatra, no te arrepentirás de haber elegido esa carrera. — me dice y yo negué.
—No señor, desde los 15 años añore volverme médico para poder ayudar a mi comunidad. — dije y ellos asintieron.
—Bueno debemos irnos porque tenemos que ir a Bella Vista con Alan. — comenta la señora y yo asentí. Alana quien venía en su auto me llevó hasta su casa y decir que el closet de esta chica era 6 veces más grande que el mío no era una exageración. Tenía ropa que hasta con la etiqueta estaba todavía. Ella me armó varios atuendos y era muy extraño dejar que me vistiera, pero me agradó mucho la ropa que me eligió algo muy osada porque mostraba mi abdomen.
—Tienes un cuerpo muy bonito hay que mostrarlo. ¿Qué tal y te encuentras a un chico por este lado del mundo? — me dice ella y yo no pude evitar ruborizarme. Me vi al espejo y miré como la camisa blanca manga larga la cual cubría un poco más abajo de mis senos y un pantalón verde hasta la cintura hacían un atuendo muy bonito. Hasta mis caderas resaltaban más.
—Muchas gracias, Alana. — le digo y ella asiente con una sonrisa.
—De nada Sandy ahora vamos, te iré a dejar a la casa de los papás de Clara. — asentí y tomé el bolso donde estaba la ropa extra que me había prestado. Salimos y había dos chicas que eras muy hermosas hablando con David y una de ellas hasta lo tenía rodeado del cuello. Me sentí un poco triste al ver eso. Lo primero que pensé es en que debían ser su novia. Recuerdo que una de ellas estaba en la reunión de hace rato. Bajamos las escaleras y ellos se voltearon hasta nosotras.
—Tu eres Sandy ¿Verdad? Me presento yo soy Elizabeth, pero me gusta que me llamen Liz. Mucho gusto, somos las hermanas de este par, en especial de este de aquí. Somos tan hermanos que hasta compartimos vientre ¿Podrías creerlo? — Comento y yo me sorprendí al ver que no se parecían entre ellos. Ellas si se parecían a la señora que conocí antes de venir, pero David era bien parecido a su padre, solo el color de su cabello era mas oscuro que el de los demás. Sin mencionar el hecho de que ellos eran trillizos. La chica se acerca a mí y me queda viendo fijamente a los ojos.
—Guau, tienes ojos muy bonitos. ¿No lo crees David? — le pregunta y yo evito tener contacto visual con él.
—Si creo que son muy lindos. — comentó y yo sentía mi corazón agitarse ante eso. “Tranquilízate Sandy, no pierdas la calma.” Me digo a mí misma.
—Bueno, nosotras tenemos que irnos. — Dice Alana y David se pone de pie.
—¿Adonde irán? — pregunta viendo a su hermana.
—Tengo que ir a dejarla a casa de los tíos Fernando y Lore. — le responde y el se acerca hasta donde estamos paradas.
—Ustedes quédense aquí, yo la llevaré. — Se ofrece y todas nos sorprendemos ante su propuesta. Sus hermanas solo se carcajean y yo estoy aquí sin entender el porqué.
—Un placer conocerte Sandy, esperamos verte mas seguido por aquí. — dice la otra de ellas que no había hablado. Asentí, agradecí de nuevo a Alana por la ropa y salí de la casa. Estábamos literalmente de un sector de la ciudad al otro. Los paisajes eran muy hermosos. David venía con una llamada telefónica con su abuela, la cual fue algo breve. El solo se limitó a contarle lo que estaba haciendo y para lo siguiente solo se escuchaba que afirmaba o negaba a lo que le decía. La verdad que haría lo que me dijo Clara, esperaré a que el quiera hablarme. Entramos a una calle bien bonita llena de árboles.
—Sandy, ¿Te gustaría que te llevara a conocer la ciudad? — me pregunta y mis ojos se abrieron de par en par para verlo.
—¿Cómo una cita? — pregunté y muy tarde me di cuenta de que realmente la había hecho y en voz alta.
—Si, como una cita. —
----------------------------------
Copyright © 2023 Valery Archaga
Todos los derechos reservados.
Obra protegida por Safe Creative bajo el número 2303273877835
Muchas Gracias por darle la oportunidad a esta historia..
NARRA DAVIDVerla con la ropa que le prestó mi hermana Alana, por alguna razón no me gustó. Todo abrazaba su cuerpo tan perfectamente que solo me provocaba quitarle la ropa. “¿Qué disparate estoy pensando?” Me regañé a mí mismo. Sandy se miraba hermosa y la verdad que sus ojos son más que hermosos. Solo que no podría identificar que tienen que me están volviendo loco. Ese color avellana en su mirada me invitaba a querer saber más de ella. Me ofrecí a llevarla porque la verdad necesitaba pasar ese momento con ella. Era algo estúpido lo que provocaba esta chica. Me hacía sentir como un chico de colegio con las hormonas alocadas algo que puedo decir, mas no describir porque nunca me había sentido así. En el camino la radio sonaba, pero nosotros íbamos en un silencio super incómodo. Mi teléfono sonó y era mi abuela. No quería contestar, pero debía hacerlo.—Hola cariño. ¿Dónde estás? Acabo de llegar aquí con tus hermanas y no te encontré. — me dice y miro a Sandy a mi lado quien me mira po
NARRA SANDY —¿David? ¿Me estás diciendo que David te invito a salir en una cita? — me pregunta Clara sorprendida ante lo que le acabo de decir. —¡Si! — le respondí yo dando brinquitos y aplausos de la emoción. —Eso es muy extraño. No me lo tomes a mal, pero David siempre ha sido bien reservado. Al extremo que no se nada de su vida privada. Jamás a traído a alguien a casa así que no creo que haya tenido algo serio anteriormente. David es un caballero con todas sus letras. Si mostró interés en invitarte a salir como una cita es porque le gustaste de verdad. — comenta Ángel y eso solo me pone mucho más nerviosa. ¿De verdad David está interesado en mí? Me pregunté y es que no me quiero ilusionar. Me da un poco de miedo porque no sé qué esperar de esta cita. —¿Porque tienes la carita larga? — me pregunta Clara y me da un poco de pena hablé de esto frente a Ángel. —Eh, yo las dejaré solas para que puedan hablar en confianza. — dice Ángel caminando hacia la puerta llevándose a Arian
NARRA SANDY Me quedé súper sorprendida ante lo que me acaba de contar. No sabía que en esta familia hubiera hasta agentes secretos. No me extraña porque la señora Jimena es tan misteriosa y hace muchas cosas a la velocidad de la luz. —Parece que mi trabajo te impresionó. — comenta David y puedo ver un poco de decepción en sus ojos. —¡No! No, para nada. Si impresiona, pero no creo que sea algo del otro mundo. Literalmente es como que me digas que eres un policía sin llevar uniforme. — digo algo ansiosa. Él me regala una sonrisa y levantó su mano para tocar ligeramente mi mejilla. No pude evitar cerrar los ojos ante tal gesto. —¿Entonces, está bien para ti que sea un agente secreto? — me pregunta haciendo que abra los ojos de golpe. —Es tu trabajo y si te gusta lo qué haces está muy bien. Claro que, me imagino que en muchas ocasiones corres peligro de que algo malo te pasé, ¿No es así? — le dije algo preocupada. El no deja de verme con una sonrisa. La cual ya me está intimidando
NARRA DAVID Haberla visto de esa manera me dio mucho miedo. Había tenido muchas experiencias en misiones donde mis compañeros se han visto heridos y no me han causado la misma angustia que sentí hoy. Esa pequeña con larga cabellera me estaba volviendo loco. Eso no era nada malo, lo malo es que en un solo día puso todo mi interior de cabeza. —¿Como está? —me pregunta mi hermano Ángel golpeando mi hombro. —Está bien, aún tiene marcas en su cuerpo —le dije mientras me sentaba en una silla frente a la habitación. Me sentía verdaderamente culpable por lo que le pasó. No debí haber pedido algo que no había probado. “Actuaste muy irresponsable”. Me regaño a mí mismo. —Lo importante es que está bien. Me imagino que no está molesta contigo ni nada —menciona y eso es algo que me merezco de su parte, pero no ella fue tan linda y comprensible. —Ella está de lo más tranquila. Podría decirte que soy yo el que está frustrado, mejor dicho, enojado. Si le hubiera pasado algo más te juro que no
NARRA SANDY —¿Y yo qué hice? —me pregunta desconcertada por mi comentario. —Arruinaste mi primer beso Clara Castellana Kawas —le digo en voz baja. Ella abre sus ojos en sorpresa y luego solo sonríe mostrando sus dientes apenada. —¿Lo siento? — comenta encogiendo sus hombros. Suspiré, porque él me dijo que íbamos a tener una segunda cita así que no pierdo las esperanzas. —Está bien, no pasa nada —dije desganada acomodándome en la camilla. —¿Me contarás o tengo que sacarte los detalles con una cuchara? —me reí ante su frase ya que es mía. Suspiré y comencé a detallarle a donde habíamos ido y como había pasado lo de mi reacción alérgica. También lo preocupado que estaba David por eso. —Todo un caballero del zodiaco, mi cuñadito. Me alegra mucho por ti, solo no cometas el error de entregarte tan rápido en una amistad o una idea más allá entre ustedes. Solo se conocen por un día —me advierte y me golpea su comentario al ver lo rápido que se está moviendo todo entre él y yo. Asentí en
NARRA SANDY —¡LARGO DE AQUÍ! ¡FUERA DE NUESTRAS VIDAS! Le faltaste el respeto a tu comunidad, a nuestras creencias, a tu familia. Eres una vergüenza Sandra, desde este momento quedas repudiada de este lugar. — me grita el reverendo de nuestra comunidad. Yo creo que sus palabras fueron innecesarias porque ya tenía la pequeña maleta que me llevaría. —Ustedes son unos ignorantes dejan morir a los más pequeños o a los adultos porque no dejan que nadie estudie y traiga el conocimiento a la comunidad. Me cansé de eso y no necesita venir a decirme estas cosas porque soy yo quien se va voluntariamente. Ya cumplí mi mayoría de edad hace años y puedo decir que allá afuera se vive mucho mejor que aquí. No por la tecnología, no por los vicios o una vida de libertinaje, sino por todo el conocimiento que se puede obtener al ir a una universidad y aprender. Si mi pecado y mi exilio es por ir a superarme a una universidad para ser la mejor doctora posible, está bien. Correré ese riesgo, pero no me
NARRA DAVID —¿Estás seguro de esto David? No sé porque siento que lo haces para huir de tu padre. — me pregunta mi abuela Jimena. —En parte lo hago por eso abuela, no juzgo sus acciones no soy quién para hacerlo. Lo que me hierve la sangre es que mis hermanos sigan en la ignorancia. Esa es una historia que no se debió ocultar a ninguno de nosotros. He sido testigo de cómo Aitor y Alan han visto a Ángel de menos por tal vez pensar que Ángel es más importante para todos, creando muchas diferencias entre ellos. He sido el apoyo de Ángel en este tiempo, pero ya están grandes no me necesitan. La verdad es que ya necesito ver por lo que yo quiero y me gustaría poder ayudarte con el legado del bisabuelo Javier. — le respondí a mi abuela pues la verdad es que necesitaba alejarme un poco del drama familiar. —Lo que significa que quieres quitarme mi puesto. — dice mi tía Esmeralda llegando a nosotros. —Claro que no tía, seré tu apoyo y cuando decidas dejarlo estaré yo para apoyar. — le digo