Me matas de amor David...
NARRA SANDY —¡LARGO DE AQUÍ! ¡FUERA DE NUESTRAS VIDAS! Le faltaste el respeto a tu comunidad, a nuestras creencias, a tu familia. Eres una vergüenza Sandra, desde este momento quedas repudiada de este lugar. — me grita el reverendo de nuestra comunidad. Yo creo que sus palabras fueron innecesarias porque ya tenía la pequeña maleta que me llevaría. —Ustedes son unos ignorantes dejan morir a los más pequeños o a los adultos porque no dejan que nadie estudie y traiga el conocimiento a la comunidad. Me cansé de eso y no necesita venir a decirme estas cosas porque soy yo quien se va voluntariamente. Ya cumplí mi mayoría de edad hace años y puedo decir que allá afuera se vive mucho mejor que aquí. No por la tecnología, no por los vicios o una vida de libertinaje, sino por todo el conocimiento que se puede obtener al ir a una universidad y aprender. Si mi pecado y mi exilio es por ir a superarme a una universidad para ser la mejor doctora posible, está bien. Correré ese riesgo, pero no me
NARRA DAVID —¿Estás seguro de esto David? No sé porque siento que lo haces para huir de tu padre. — me pregunta mi abuela Jimena. —En parte lo hago por eso abuela, no juzgo sus acciones no soy quién para hacerlo. Lo que me hierve la sangre es que mis hermanos sigan en la ignorancia. Esa es una historia que no se debió ocultar a ninguno de nosotros. He sido testigo de cómo Aitor y Alan han visto a Ángel de menos por tal vez pensar que Ángel es más importante para todos, creando muchas diferencias entre ellos. He sido el apoyo de Ángel en este tiempo, pero ya están grandes no me necesitan. La verdad es que ya necesito ver por lo que yo quiero y me gustaría poder ayudarte con el legado del bisabuelo Javier. — le respondí a mi abuela pues la verdad es que necesitaba alejarme un poco del drama familiar. —Lo que significa que quieres quitarme mi puesto. — dice mi tía Esmeralda llegando a nosotros. —Claro que no tía, seré tu apoyo y cuando decidas dejarlo estaré yo para apoyar. — le digo
NARRA SANDYNo sé en qué momento abrí los ojos y me encontraba recostada sobre su brazo. Eso no me pareció extraño en mí, siempre me duermo en todos lados. Lo que si me sorprendió fue sentir la mejilla de David sobre mi cabeza. Su respiración era tranquila lo que significaba que estaba dormido. —Estamos por aterrizar para que le diga a su novio que se ponga su cinturón. — escucho que dice la joven aeromoza. Moví la cabeza ligeramente en respuesta. La chica se fue para seguir con su trabajo y yo estoy con el dilema de que hacer, no quería despertarlo. Comencé a mover ligeramente mi cabeza y sentí que de un momento a otro el peso que sentía anteriormente ya no estaba. Me moví lentamente a despegarme de él. —Lo siento no me di cuenta en qué momento terminé sobre tu brazo. — comenté y es que era la verdad. Recuerdo que me dormí hacia la ventana, pero pueda que dormida me diera la vuelta. —Está bien, creo que también yo me quedé dormido. — menciona y yo sonreí ligeramente. En ese momento
NARRA DAVIDVerla con la ropa que le prestó mi hermana Alana, por alguna razón no me gustó. Todo abrazaba su cuerpo tan perfectamente que solo me provocaba quitarle la ropa. “¿Qué disparate estoy pensando?” Me regañé a mí mismo. Sandy se miraba hermosa y la verdad que sus ojos son más que hermosos. Solo que no podría identificar que tienen que me están volviendo loco. Ese color avellana en su mirada me invitaba a querer saber más de ella. Me ofrecí a llevarla porque la verdad necesitaba pasar ese momento con ella. Era algo estúpido lo que provocaba esta chica. Me hacía sentir como un chico de colegio con las hormonas alocadas algo que puedo decir, mas no describir porque nunca me había sentido así. En el camino la radio sonaba, pero nosotros íbamos en un silencio super incómodo. Mi teléfono sonó y era mi abuela. No quería contestar, pero debía hacerlo.—Hola cariño. ¿Dónde estás? Acabo de llegar aquí con tus hermanas y no te encontré. — me dice y miro a Sandy a mi lado quien me mira po
NARRA SANDY —¿David? ¿Me estás diciendo que David te invito a salir en una cita? — me pregunta Clara sorprendida ante lo que le acabo de decir. —¡Si! — le respondí yo dando brinquitos y aplausos de la emoción. —Eso es muy extraño. No me lo tomes a mal, pero David siempre ha sido bien reservado. Al extremo que no se nada de su vida privada. Jamás a traído a alguien a casa así que no creo que haya tenido algo serio anteriormente. David es un caballero con todas sus letras. Si mostró interés en invitarte a salir como una cita es porque le gustaste de verdad. — comenta Ángel y eso solo me pone mucho más nerviosa. ¿De verdad David está interesado en mí? Me pregunté y es que no me quiero ilusionar. Me da un poco de miedo porque no sé qué esperar de esta cita. —¿Porque tienes la carita larga? — me pregunta Clara y me da un poco de pena hablé de esto frente a Ángel. —Eh, yo las dejaré solas para que puedan hablar en confianza. — dice Ángel caminando hacia la puerta llevándose a Arian
NARRA SANDY Me quedé súper sorprendida ante lo que me acaba de contar. No sabía que en esta familia hubiera hasta agentes secretos. No me extraña porque la señora Jimena es tan misteriosa y hace muchas cosas a la velocidad de la luz. —Parece que mi trabajo te impresionó. — comenta David y puedo ver un poco de decepción en sus ojos. —¡No! No, para nada. Si impresiona, pero no creo que sea algo del otro mundo. Literalmente es como que me digas que eres un policía sin llevar uniforme. — digo algo ansiosa. Él me regala una sonrisa y levantó su mano para tocar ligeramente mi mejilla. No pude evitar cerrar los ojos ante tal gesto. —¿Entonces, está bien para ti que sea un agente secreto? — me pregunta haciendo que abra los ojos de golpe. —Es tu trabajo y si te gusta lo qué haces está muy bien. Claro que, me imagino que en muchas ocasiones corres peligro de que algo malo te pasé, ¿No es así? — le dije algo preocupada. El no deja de verme con una sonrisa. La cual ya me está intimidando
NARRA DAVID Haberla visto de esa manera me dio mucho miedo. Había tenido muchas experiencias en misiones donde mis compañeros se han visto heridos y no me han causado la misma angustia que sentí hoy. Esa pequeña con larga cabellera me estaba volviendo loco. Eso no era nada malo, lo malo es que en un solo día puso todo mi interior de cabeza. —¿Como está? —me pregunta mi hermano Ángel golpeando mi hombro. —Está bien, aún tiene marcas en su cuerpo —le dije mientras me sentaba en una silla frente a la habitación. Me sentía verdaderamente culpable por lo que le pasó. No debí haber pedido algo que no había probado. “Actuaste muy irresponsable”. Me regaño a mí mismo. —Lo importante es que está bien. Me imagino que no está molesta contigo ni nada —menciona y eso es algo que me merezco de su parte, pero no ella fue tan linda y comprensible. —Ella está de lo más tranquila. Podría decirte que soy yo el que está frustrado, mejor dicho, enojado. Si le hubiera pasado algo más te juro que no