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Todos los capítulos de La Asistente del señor Norton: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Conseguir un empleo
Normalmente no era de esas mujeres que se alteraban y desesperaban por cosas triviales, cómo el deseo de conseguir un hombre o formar una familia.Era de las que iba por la vida sin apuros, que salía disfrutar del aire fresco en verano y se quedaba tomando un chocolate caliente y leyendo en su cuarto en el invierno, solo contemplando una rosa florecer o encontrando placer en ver una serie o película al final de la tarde.Pero hoy era diferente, necesitaba un nuevo trabajo y con urgencia.Había sido despedida de mi anterior empleo en un local de comida rápida. ¿El motivo?, arrojarle la comida y un refresco a uno de los clientes que pasó a recogerlo por la ventana del auto servicio. El muy maldito me había dicho que debía trabajar en algo más apropiado; cuando le pregunté a qué se refería, me dijo que con mi cara bonita no debía preparar salchichas, sino arrodillarme y comerlas. No pude evitarlo, era un anciano grasiento y desagradable, nadie me trataba así.Para mi mala suerte, mi jef
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Un odioso desconocido y una entrevista
—¿Qué no va a disculparse? —Esta vez se cruzó de brazos, sacudiendo la cabeza con reprobación—. Niña torpe y engreída. Lo último lo dijo en inglés, pero lo entendí perfectamente. Estúpido millonario arrogante.—No soy ninguna torpe y mucho menos engreída, ha sido usted el que me ha dado miradas despectivas todo el tiempo —respondí en su idioma, dejándolo petrificado.—¿Hablas inglés? —Su tono de incredulidad, era incluso ofensivo.—¿Cree que en este país no hay gente capacitada para hablar su idioma? —exclamé con ironía, alzando una ceja.—No con su apariencia, señorita —me miró de arriba abajo y creí ver una chispa de burla en sus ojos azules.—Cabrón —hablé entre dientes, antes de darme media vuelta y alejarme definitivamente de allí. Ya me había hecho perder más tiempo de lo que ya había perdido y encima, me había insultado.—¡Taxi! —llamé rápidamente a uno, alzando un brazo. Se detuvo a pocos metros de mí y subí. Indiqué a dónde debía llevarme y en menos de 10 minutos, estaba
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Malas y... ¿buenas noticias?
La mujer frente a mí me miró de arriba a abajo y pude haber pensado que no estaba juzgando mi atuendo, si no fuera por la mueca de apretar sus labios en una línea fina.Lo sabía, me veía con reprobación a pesar de mi excelente currículum. —Bien, ha pasado la entrevista —carraspeó, mirando unos papeles—. Nos podremos en contacto con usted muy pronto.Eso bajó mis ánimos hasta el suelo, porque definitivamente era un eufemismo para decir que no me habían contratado y debía conseguir otro empleo.—Emm, muchas gracias —forcé una sonrisa y me levanté para irme de allí, sin que se me notaran mis ánimos.—Seguramente van a contratar a la chica que pasó antes que yo —murmuré para mí, mientras caminaba a la salida. Sentía la mirada de todos sobre mí, juzgándome, así que miré mis zapatos al caminar, para intentar no prestarles atención. Llegué al ascensor sana y salva, encontrándome con el chico de antes, el que no iba vestido de ejecutivo. Me ofreció una amable sonrisa que correspondí, sinti
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El ogro Norton
Tomé un taxi y llegué rápidamente al edificio, cinco minutos antes de las 8 de la mañana. Solté un suspiro de alivio y me dirigí a la entrada cuando me esperaba en la misma recepcionista de antes.—Buenos días, señorita. Soy Sara Johnson…—Sí, la nueva asistente del jefe —me miró de arriba abajo y sonrió—. Espero que dures.—¿Disculpe? —fruncí el ceño. —Olvídelo —sacudió la cabeza, esbozando una nueva sonrisa—. Suba hasta el último piso donde fue su entrevista, la señora Escudero le indicará cuál es su oficina y sus obligaciones."Vaya, una oficina y todo, es impresionante", pensé, caminando hacia el ascensor. Cuando llegue arriba me dirigí a la misma oficina donde me habían entrevistado, encontrándome con la misma mujer del día anterior.—Felicidades por su cargo señorita Johnson, soy la jefa de personal, Paola Escudero —se quitó las gafas y me escudriñó de arriba abajo—. Su atuendo es bastante acertado, venga conmigo. Me mostró una amplia y elegante oficina que me dejó asombrada
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Puesta a prueba
—Al menos viste mejor que la vez pasada —habló sin siquiera mirarme.¿Acaso era una broma?—Señor Norton…—¿No le había pedido que se sentara?, no tengo mucho tiempo —espetó en tono irritado y me limité a obedecer, muy en contra de mi voluntad. Él llevaba ahora una camisa blanca, corbata y chaqueta gris, la corbata colgaba del respaldo de la silla. Su rostro era tan guapo, que podría competir con mucha ventaja con el David de Miguel Ángel. Sacó unos documentos de una carpeta y los estudió en silencio antes de mirarme.—Aquí dice que su nombre es Sara Aure… —¡No lo diga! —lo detuve.Él me observó con mucha molestia por haber levantado la voz. No quería que mencionara mi segundo nombre, lo detestaba más que el hígado encebollado.—¿Le he dado permiso de hablar? —miré mis manos—. Su nombre completo, y espero que no haya más interrupciones, es Sara Aureliana Johnson.No dije nada.—¿Es correcto? —repitió con sequedad.—Sí… señor —apreté los dientes y miré hacia un lado—, lo es.Él asin
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La stalkeadora
Buscar, buscar, buscar.Está visto que por pulsar muchas veces la tecla Enter, no sirve si el internet dónde estás es un asco.Mire el techo haciendo todas las muecas posibles, el único sitio donde podía hacerlas sin que los demás me observaran como si yo fuese un alien camuflado entre la raza humana. La última vez me pasó en un transporte público, un niño comenzó a llorar corriendo hacia su madre y un anciano casi sufre un infarto del susto.¡Ni siquiera tenía que disfrazarme en Halloween!—¡Esteeelaaaaaa! — la llamé desde la comodidad de mi cama.—¿Sí? —su voz cantarina se escuchó del otro lado de la pared.—El internet volvió a fallar —exclamé y ella se asomó al cuarto lista para salir.—Ah, sí sobre eso… ya llamé al técnico, viene mañana —su boca estaba llena de ganchos para el cabello y se recogía con ellos algunos mechones—. Hasta entonces no hay internet —cerré mi portátil—. Si quieres puedes usar el mío, no necesita de la red para funcionar. ¿Qué buscabas, en todo caso? —se ac
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Primer día
Me tocaba presentarme en la oficina, entraba a las ocho, por lo que me levanté a las seis de la mañana para poder arreglarme.Me coloque una falda tubo negra con una camisilla blanca y un chaleco rojo mis tacones también eran del mismo color mi cabello Ya ves más lo dejé suelto con ondas abajo y mi maquillaje en tono muy natural.A las 7:30 de la mañana ya me encontraba en el bus, camino a la oficina. —Buenos días —dije a la recepcionista cuando llegué. —Tome su carné para que pueda subir por el elevador de los que trabajan aquí —dijo la mujer. Ya ni recordaba el nombre.—Gracias —dije con mi cara seria por como ella me miró.Volví a llamar al elevador como la primera vez, entré al que nadie se atrevía y ya sabía por quién era.—No pienso moverme de aquí —dije seria —Tampoco se lo he pedido —dijo él de igual manera. —Aquí tiene los documentos que me pidió —dije mientras se los pasaba. —¿Sabes que en el contrato hay una regla en donde usted no debe estar cerca de mí si no es llamad
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Un viaje de dos
Ya tenía mi maleta con la ropa que necesitaba para la fiesta y para el día. No sabía cuánto tiempo estaría, así que me lleve la ropa necesaria y si no, compraría.Me encontraba en frente de la oficina con Estela, quien se negaba a dejarme ahí sola.—Vete ya mismo, él va a llegar —dije sincera.—No quiero que me dejes sola —dijo abrazándome—. Miguel también se va unos días y me quedaré completamente abandonada.—Tranquila, espero regresar pronto —dije, mientras enredaba mis brazos en su cuello y le daba un beso en la mejilla.—Nos tenemos que ir —dijo la voz del ogro Norton.—Nos vemos —dije, mientras me despedía por última vez para subir en el hermoso auto el cual era carísimo, solo sabía eso, porque de autos no sabía absolutamente nada.—Pensé que tenía que ver una escena romántica enfrente de mi empresa —comentó sin ninguna expresión.¿Con mi amiga? ¿Qué carajos?Dios, cómo empezaba odiar ese tono suyo.—¿Su novia? —Volvió a interrumpir el silencio que se había generado en el auto.—
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Peleas y negocios
Después de estar una media hora duchándome, salí con una camisa que me queda bastante grande y solo me tapaba hasta la mitad de mi muslo. Mi senos no eran tan grandes, así que simplemente no me puse el sostén.Me hice un moño despeinado bastante alto y salí. Cuándo lo hice, no le presté atención a la mirada del señor Norton.Cuándo entró al baño, puse mi celular a cargar y me acosté en lo que sería mi lado de la cama.En menos de quince minutos, él ya estaba afuera, con su cabello mojado y solo tenía un pantalón largo de cuadritos y su pecho al descubierto, pero no era lo suficientemente atrevida como para mirar su rostro.—Buenas noches, señorita Johnson —dijo él, sin desechar un rato las formalidades.—Igual —dije dándole la espalda, pero no podía dormir. Cada dos minutos me movía de posición.—Deja de moverte, me estás irritando —dijo mi molesto jefe.—Lo siento, señor delicado —dije molesta de igual forma—. ¿Cuál era su nombre?—¿Para qué quieres saberlo? —dijo severo.—Bueno, no
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Besos intensos
El desayuno la pasé de lo más aburrido, ya que los hombres sólo hablaban del contrato y la Aysha esa no me hablaba para nada.—¿Qué opinas del contrato? —preguntó Harvey cuando estuvimos de vuelta en el hotel.—Está muy bien para nuestra empresa, pero eso sí, debes poner en el contrato cuánto sería tu ganancia anual o mensual —dije sin mirarlo.—¿Cuál es la diferencia? —preguntó, mientras se sacaba el saco.—Ven —dije sentándome en el sofá. Entre mis manos tomé el contrato, mientras que con un lápiz le mostraba.—Cuando es anual, puede que ganes menos dinero de lo que te pertenece, mientras que mensual recibirás el dinero neto de las ganancias —expliqué calmada. —¿O sea que en el anual me roban dinero? —Podía ver su rostro lleno de dudas y quería reírme, pero no sería tan mala con él.—No te roban dinero, simplemente después de que se saca lo que se debe pagar al país, te dan lo que sobra, por así decirlo, por lo que es una cifra mucho menor —dije segura de mis palabras.—Pues lo pe
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