CAPÍTULO 4 —Sabes que no es lo mismo. — le dijo Danny sirviéndose también una taza de chocolate.Las dos se quedaron mirándose.Su hermana menor la conocía bastante bien, no tanto como su mejor amigo pues la diferencia de edad había logrado que una línea se creara entre ambas.Sin embargo, aunque esa línea se había creado entre ellas dos, Sarah siempre había procurado estar para su hermana menor, siempre había procurado ser eso que a su hermana le habían arrebatado, eso que la vida había decidido quitarle: una madre. Una que la cuidara, que la escuchara, que estuviera ahí para cuando ella la necesitara.Sarah no quería que su hermana se sintiera desprotegida, por eso se había esforzado tanto a lo alegro de los años, por eso había trabajado con tanto ahínco para darle todo lo que necesitara, para que cuando entrara a la universidad nada le hiciera falta.Sus padres se encargaron de dejar la casa a nombre de las tres y su hermana Penélope jamás había reclamado ni un ápice de la herenc
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