CAPÍTULO 3
—Solo queremos cuidarte. No sabes hacerlo. —Dijo e pasándose una mano por el rostro.
Tony estaba agotado. La ruptura con Chelsie O'Connell lo había dejado así.
Ya no estaba el mismo brillo en sus ojos ni la rosa despreocupada y pegajosa.
Chelsie también le había roto el corazón como se lo habían roto a la misma Sarah casi tres meses atrás.
Pero Chelsie no le fue infiel. Tan solo le dejó diciendo que ella no podía dedicarse a criar al hijo de otra mujer. Que ella deseaba sus propios hijos.
Ahora Tony volvía a ser padre soltero.
El soltero de Oro de CrossVille.
Así lo apodaban casi todas las mujeres. Sin importar si estás fuesen solteras, casadas o viudas.
Ojos avellandados, pestañas negras tupidas, cejas oscuras y poderosas. Labios carnosos y fuertes. Tony media metro noventa y cinco y sus manos llenas de cayos en vez de alejar las mujeres, lo que hacía era tenerlas rendidas a sus pies.
—No puedes entretenerte conmigo para olvidar que Chelsie te abandonó.
—No hablemos de ella — le detuvo.
—Bájate del coche. — contraatacó ella.
Se volvieron a quedar en silencio.
Odiaba tener silencios incómodos con él
Ellos se conocían mejor que nadie. Ambos sabían lo peor que les había sucedido a cada uno y aún así, apesar de saberlo todo sobre el otro, ninguno se marchaba.
—Danny solo estaba preocupada por ti. Yo también lo estoy, Sarah. No es normal que ocultes cosas.
—No te oculto nada.
—¿Segura?
—Estoy segura. —Mintió ella. Si. Ella había ocultado un pequeño detalle más.
Uno que esperaba que la lengua suelta de su hermana menor no hubiera soltado ya.
El guardo silencio, abrió la puerta del coche y salió.
Así, sin más.
Ella se quedó muda. ¿Cómo reaccionar al frío silencio de su mejor amigo?
—Espero que sepas que cuentas conmigo siempre, Sarah. No para salvarte del tonto de Alen...
—Te he dicho mil veces que no necesito que me salves. — le interrumpió. — puedo cuidarme sola.
—Me importa una m****a que digas que puedes hacerlo. Igual seguiré preocupándome por ti.
Le dolía verle triste. Y ella sabía que no solo era por la distancia invisible que se estaba creando entre ellos dos, sino también por su reciente ruptura amorosa. Una relación que tuvo durante dos años.
¿Cómo una mujer podía hacer eso?
¿Cómo una persona sin importar su género después de dos años relacionándose con los hijos de una pareja se daba cuenta que no quería a ese hijo?
¿Como se le explicaba eso a un pequeño?
¡Maldita mil veces, Chelsie O'Connell!
—Ven a casa mañana, veremos películas y cometerlos palomitas hasta el cansancio.
Eso era lo mínimo que ella podía hacer por él. Tony era su amigo y no merecía más que toda la felicidad del mundo.
—¿Ocho?
—Ocho. — aceptó.
El le lanzó un beso y se alejó del vehículo.
—Lo siento, Tony. —Murmuró Sarah mientras lo veía marcharse a la vez que ella misma encendía el coche y se dirigía a su casa.
Él tenía razón.
Ella guardaba secretos.
Secretos que no pretendía que salieran a la luz.
Ella no solía pensar en la posibilidades que podían darse su cometía un error.Sarah no cometía errores.No garrafales, al menos.Su único terrible y más reciente error fue enamorarse de un hombre de forma tan empecinada que olvidó fijarse en los detalles.Esos detalles que ella siempre veía en otros. Esos detalles que ella sabía podían destruir una relación.Esos mismos detalles destruyeron la suya.A fin de cuentas, lo peor no era haber ignorado las señales. Lo que le molestaba, lo que en verdad le sacaba de quicio es que todos se enteraron de eso.Él no era un extranjero. Él no era un marginado. En CrossVille, un pueblo de ochocientos habitantes, una sola iglesia, tres supermercados con escasos productos de primera necesidad y una que otra cosa importada; dos centros médicos, cada uno con una sala de emergencia donde solo cabían tres moribundos a la vez.CrossVille era pequeño. Pequeño y chismoso.Comunicativo, dirían las señoras de la época de su abuela.Sarah quedó sola a tempran
CAPÍTULO 4 —Sabes que no es lo mismo. — le dijo Danny sirviéndose también una taza de chocolate.Las dos se quedaron mirándose.Su hermana menor la conocía bastante bien, no tanto como su mejor amigo pues la diferencia de edad había logrado que una línea se creara entre ambas.Sin embargo, aunque esa línea se había creado entre ellas dos, Sarah siempre había procurado estar para su hermana menor, siempre había procurado ser eso que a su hermana le habían arrebatado, eso que la vida había decidido quitarle: una madre. Una que la cuidara, que la escuchara, que estuviera ahí para cuando ella la necesitara.Sarah no quería que su hermana se sintiera desprotegida, por eso se había esforzado tanto a lo alegro de los años, por eso había trabajado con tanto ahínco para darle todo lo que necesitara, para que cuando entrara a la universidad nada le hiciera falta.Sus padres se encargaron de dejar la casa a nombre de las tres y su hermana Penélope jamás había reclamado ni un ápice de la herenc
CAPÍTULO 5Segunda ParteSTEVEN LUCAS Odiaba a regresar al pueblo.Odiaba volver y sentirse como que estaba retrocediendo.Las luces seguían igual de amarillas. Las calles igual de estrechas. Las casas del mismo color a excepción de las nuevas construccilnes que imaginaba eran obra de la empresa a la que iba a trabajar.Él había vuelto por petición de sus padres por sobre todo, porque estaban enfermos porque necesitaban su ayuda. Sin embargo eso no evitaba que estuviera nervioso mientras se bajaba del avión y tomaba el taxi con dirección a la casa que lo vio crecer.Hacía su familia.Familia.Esa palabra se sentía extraña ahora.Él se había marchado del pueblo hacía más de dos década, por no decir más de dos. Sus padres no habían tenido comida suficiente para mantenerlo, ni tampoco para enviarlo a la secundaria, mucho menos para pagarle universidad. La unica alternativa que encontraron fue enviarlo donde un tío para que esté lo ayudara.Un tio lejano que ni siquiera estaba emparenta
**** Diez años tenía cuando sus padres renunciaron a él. Diez años cuando comprendió que su familia no tenía el dinero suficiente para mantenerse, para darle todo lo que un niño necesitaba, para darle todo lo que él necesitaba y cuando se habla de padres, es bien conocido es que si es realmente un padre que ama a su hijo, este siempre va a querer lo que es mejor para el. Aunque esto no sé a lo mejor para el padre. Cuando era un adolescente cumpliendo sus 16 años entendió que quizás la mayoría de los padres habrían estado de acuerdo con que se lo regalaran a un completo extraño. Él se sentía como si hubiese sido un obsequio para una persona que jamás pudo tener hijos, para un viudo qué su mujer había muerto de cáncer con tan solo 28 años de edad. Sin embargo con diez años esas cosas no le importaban, esos detalles le valía menos que un centavo. Él, mientras fue infante, no siempre pudo ir a la escuela, porque no siempre tenía desayuno sobre su mesa para poder comer, para poder
CAPÍTULO 7A él le constaba que ellos no tenían exactamente la culpa de la situación económica. Sin embargo en la mente de un niño que ahora era un adulto siempre se quedarían plasmados sus traumas. Sin importar si sus padres tenían o no la culpa.Su padre, un ex combatiente, que debido a los traumas sufridos por la guerra en Vietnam, se alcoholizó durante muchos años, incluso sus primeros años de vida, recordaba las constantes peleas entre él y su madre por su conducta agresiva.Se volvió un manojo de inseguridades y dolores.Si, la guerra cambiaba a los soldados, pero está también cambiaba al resto de la familia.Su padre se quedó allá. Al menos el padre que iba a tener.Steven supo desde pequeño que su padre por más que se esforzara en darle comida y techo sobre sus cabezas, lo que el gobierno le pagaba por su contribución al país, jamás sería suficiente si se lo tomaba cada día.Él se quedó observando a su madre largo rato, no sabía que decirle. En el instante en que ella aparec
CAPÍTULO 8Un silencio tras otro.Ninguno de los allí presentes dijo nada más. Su madre solo retorcía la toalla, luego la dejó en la encimera, tomó una tetera y le puso agua, para luego llevarla a la estufa y calentarla. Mientras la miraba y aguardaba por que hubiera.Después de tantos años esperando este reencuentro, Steven se quedó sin palabras, sin saber por dónde comenzar, tan solo los ojos de su padre clavados en los suyos mirándolo arrepentido pero tampoco sin hablar.Explicarles lo mal que se había sentido durante esos años, lo triste que había sido su vida cuando lo regalaron a su tío.Era complicado poder expresar con palabras claras y llanas que lo abandonaron, que lo dejaron con un completo desconocido que no pensaron ni un solo segundo en él.Que no pensaron en como el se sintió.— ¿Por qué lo hicieron?— ¿Porqué no fueron por mi? ¿Tan Mal hijo fui?Preguntó finalmente una tras otra. Su cerebro le dijo que esa era la única pregunta a la que le importaba obtener una respues
CAPÍTULO 9—¿Crees que fue fácil para nosotros?— Te apareces después de años y vienes exigiendo. ¡Si tanto nos odias, lárgate!—¡No!— gritó su madre. —no hagas caso. Solo está dolido. Todos lo estamos.—¿Y te crees que para mí sí? — le preguntó al hombre que le dio la vida. —¿Crees que viví en un paraíso lejos de ustedes?Desfachatez. Así podría catalogar el dolor de su padre.Claro, justo como su madre había dicho, todos estaban sólidos, pero su padre no era un martir.Se estaba revisando en el dolor de un padrelejos de su hijo, pero no aceptaba que el mismo era quién lo había alejado.Ellos no fueron felices.Steven tampoco lo fue. Y sin importar si habían cosas que no comentaria, debía saber muchas otras.De eso precisamente iba a depende el cómo los tratase una ve que acabara todo.—¿Por qué ninguno de los dos tomó en consideración lo que yo quería? — ninguno pensó en lo solo que se había sentido él.¿Por qué nadie pensó que lo estaban abandonando?Jamás por la mente de un niño
CAPÍTULO 10Steven salió de la casa como si el mismo diablo lo estuviera persiguiendo. Se quedó en el pórtico de la casa de sus padres mirando la nada, de aquellos que le dieron la vida, mirando hacia la calle, que ya había oscurecido y tan solo se podía percibir la soledad.Igual que la soledad que había en su corazón.La soledad que le había estado abrazando desde que tenía 10 años y le arrancaron de su hogar.Tan solo 10 años. Era un niño. Un niño que lo único que necesitaba y requería era amor. Amor de sus padres, sin embargo, al parecer era más el amor que sentían por el alcohol que por él, al menos en el caso de su padre.Tan solo amor.Cuidado y salud tuvo en casa de Trent Williams. El hombre no se descuidó. Tuvo comida, techo y excelente educación.Pero le faltó ese pequeño detalle.No le amaron.Sus padres no lo hicieron.Fue lo único que no tuvo, porque de haberlo amado lo suficiente no lo hubiesen entregado a un desconocido.Su teléfono vibró en ese momento y aunque no