CAPÍTULO #8 Se miró en el espejo tratando de encontrar una razón por la que hacía aquello, una vez más había visitado a su madre y no había tenido la oportunidad de escuchar su voz, esperaba la próxima poder hablarle, porque necesitaba no sólo escuchar su voz, sino su opinión. Lo único que quería de ella, era que se aferrara a la vida mientras ella y su padre buscaban los medios para ayudarla, y también a la empresa.Ella se sentía con un arma de doble filo en las manos, y ése, era Marcelo, podía ayudarla, pero también podía ser que la dañara, peor aún, podía elegir sus medios o meterse en la boca del lobo, así de simple.Echó su cabello hacia atrás con elegancia y salió de la habitación, sosteniendo su bolso con ambas manos salió de la casa encontrándose en la entrada con una camioneta estacionada en frente. Vestía un vestido rojo vino con tiras de espaguetis ajustado a todo su cuerpo y llegaba sobre su rodilla, llevaba un collar blanco y un par de aretes del mismo color, una parte
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