Mientras desabotonaba su camisa miraba desde el ventanal de su casa, en su mente estaba ella, a simple vista era un enfermo mental, pero eso se borra con dinero, imposible de refutar, es cuando vas a la guerra en contra de un millón de hombre siendo tú un solo, que desperdicio de tiempo. Es que con el dinero nadie puede defender una buena causa, que pena que la realidad supere la ficción, eso sólo indica que la vida es más cruel que una película.En la vida real los villanos ganan, se ríen en la cara del que intenta defender la buena causa y lo aplasta como cucaracha.Mientras él disfrutaba de pensar en ella, ella sólo sentía escalofríos de sólo pensar que no tenía otra opción en realidad, que desgraciadamente podía terminar en los brazos de su cazador, inmediatamente que dudó fue evidente que iba a caer, y ella estaba dudando, tal vez él era un buen hombre, sino llegaba a sentir nada por él, podía solicitar el divorcio, pero que ingenua no, así como hemos sido muchas una vez, y tal v
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