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Todos los capítulos de Un feliz matrimonio italiano: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Capítulo 1. En deuda.
A pesar de que vivía en una enorme y lujosa casa, desde que mi madre falleció cuando tenía solo trece años, apenas volví a conocer el amor y el afecto. Nunca me sentí protegida ni amada por mi padre, él era un hombre ausente y demasiado ambicioso, únicamente interesado en el dinero y el poder. Por este motivo cuando escuché en la planta principal los gritos de mi padre y de aquellos hombres comprendí enseguida que alguno de sus apuestas habituales había salido demasiado mal, pero nunca pensé que me vería salpicada terriblemente por sus actos.Recuerdo que caminé rápidamente pero también sigilosamente hacia el final del piso y me asome con cuidado en la esquina que daba a las escaleras de caracol, y que me otorgaba una vista directa a la gran entrada de la casa._Nos debes exactamente dieciocho mil euros y sabías que pasaríamos a recibir el pago hoy.Había dos hombres perfectamente trajeados, eran muy fuertes, altos, con el pelo engominado y aspecto elegante pero también duro, y él pri
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Capítulo 2. ¿Matrimonio pactado?
Aún mareada y temerosa salí de aquel burdel, sintiendo lástima por las otras chicas vendidas que seguían en él y sin tener claro mi destino. Enfrente del local había un enorme coche negro lujoso, y el hombre que conducía trajeado, bajo del asiento del conductor para abrirnos una de las puerta traseras.Al entrar adentro, junto a él y los otros dos hombres, me sentía observada de arriba abajo y enseguida pregunté._¿Por qué me has salvado?Él, que estaba justo a mi lado, me observó direcamente con sus preciosos ojos azules que parecían vacíos de emociones._¿Cuál es tu nombre ?Preguntó con interés._Dianora.._Precioso nombre, yo soy Matteo , y te he salvado para que estés en deuda conmigo, una deuda que debes cumplir si deseas ser libre de nuevo._¿En deuda?, pero yo no tengo dinero, solo puedo darte mi casa. Prometo que si me dejas irme puedes quedártela, es lo unico que tengo material en mi vida, pero no me importa, prefiero ser libre de nuevo y empezar sin nada._Eso no va poder
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Capítulo 3. La gran boda.
En cuando el cielo clareó escuché como la cerradura de mi enorme nueva habitación estaba siendo forzada, alguien estaba intentando entrar.De repente la puerta se abrió de golpe y una sombra conocida apareció junto a la puerta._Muchacha es hora de desayunar, vístete, el señor Matteo te espera abajo en el jardín.Era Margarita, la misma maldita mujer que me había llevado a encerrarme a mi habitacion el día anterior y me había confesado sarcásticamente que en pocos días se celebraría mi propia boda, obligándome a contraer matrimonio a la fuerza, completamente en contra de mi voluntad._No pienso ir a ninguna parte, me quedaré aquí en la habitación._Deja de ser una niña consentida, deberías estar agradecida a Matteo realmente salvo tu culo, alguien como tú no hubiera durando demasiado tiempo de donde te saco.Yo no contesté apreté la almohada y volví a llorar como había hecho durante toda la noche._Ahora vístete, no te lo repetiré más veces, ¿O quieres que venga él mismo a buscarse?D
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Capítulo 4. Esposa.
*Dianora*Al llegar de nuevo a la villa de Matteo, cientos de reporteros estaban allí esperándonos, por lo que parecía él era un hombre muy reconocido. Él se bajó encanador del auto, fue hacia mi lado, abrió la puerta y me tendió la mano fingiendo un gran amor._Te ayudaré a salir princesa.Recuerdo que dijo ante todos sonrientes y yo también sonreí falsamente intentanto ser la mejor actriz del momento.Al pasar adentro cogidos de la mano, y seguidos del chofer y Marga, ambos acabamos entrando a la casa solos después de recorrer el jardín. Yo no dije nada, estaba en shock y temerosa, llegamos a mi habitación, él pasó dentro, cerró la puerta y se quedó en ella observándome fijamente como un verdadero depredador atraído por mi.Él se fue aproximando a mi sin aparte su mirada que parecía de deseo intenso hasta colocarse a mis espaldas, y entonces acarició mi hombro, y eso me hizo sentir miles de sensaciones extrañas y a la vez intensas en la boca del estómago y yo... yo estava tan nervi
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Capítulo 5. Secuestrada.
*Matteo*Después de descubrir que la única mujer que había amado con todo mi corazón, se había unido a mi enemigo... aquello me hizo sentirme aún mas vacío de lo que sentí Después de que me abandonase. Aquella maldita mujer me había hecho que perdiese la confianza en el amor, había sido una estafadora que durante años me había hecho creer que me amaba profundamente y que era mi alma gemela, cuando en realidad solo estaba conmigo por mi status social, mi poder, influencias y fortuna familiar.Al llegar a casa enseguida descubrí que Dionora no estaba, Después de tocar varias veces a su cuarto por si quería cenar, abrí y vi que estaba vacío, no había rastro de su presencia ni allí, ni en el resto de la inmensa casa ni en ningún rincón del inmenso jardín de la propiedad. En el acto pregunté a empleados del servicio, incluido el chóferes y el ama de llaves sobre su paradero y todos se pusieron a buscar de nuevo como locos por toda la casa, hasta que Margarita me dijo que seguramente hubie
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Capítulo 6. Inmadura e insolente.
*Matteo*Aquello me pilló por sorpresa, ellos, incluida Esmeralda pensaban que Dianora era realmente mi esposa y que yo la amaba, y no habían tardado ni un segundo en secuestrarla... Yo no había puesto la seguridad suficiente a aquella pobre chica inocente, aquello generó una enorme sensación de culpabilidad sobre mis hombros. Y Esmeralda... ¿Por qué estaba metida en eso?, después de abandonarme como un despojo ... ¿Qué le importaba que yo me casase? Había demostrado que jamas me amó durante los cinco años que habíamos estado juntos. Aún llevaba todo ese impacto que me causó su abandono en mi corazón, se fue una noche sin más, sin decirme adiós o darme una explicación. Fue al poco tiempo cuando descubrí que Esmeralda estaba con mi principal rival. Y si ella se había ido de mi lado dejándome desolado, ¿ Por qué tenía que volver para castigarme haciéndole daño a la que acaba de convertirse en mi esposa? Dianora no debía verse incolucrada en esto, ella tenía un contrato matrimonial con
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Capítulo 7. En problemas de nuevo...
*Matteo*Aquella noche había dormido por fin tranquilo porque todo había ha salido por fin bien, mi pacto de matrimonio acordado estaba asegurado y Dianora estaba a salvo en la villa.A primera hora de la mañana, al dirigirme a la mesa que estaba en el jardín, a pocos metros de la casa, observé a Dianora colocando dos platos con tortillas._¿Qué estás haciendo?_Pregunté extrañado._El desayuno._¿Por qué?_Pregunté increíblemente perplejo._Porque aunque tenemos un matrimonio falso, es normal que una buena esposa prepare a su esposo el desayuno.Me quedé paralizado varios segundos y entonces decidí sentarme junto a ella._¿Te gustan las tortitas?Me preguntó en aquel momento sonriente._Sí..._Puedes ponerle nata y caramelo y están mucho mejor _dijo agarrando los botes que también había dejado sobre la mesa.Era la primera vez que alguien me preparaba el desayuno alguien que no fuese un empleado y estaba realmente... ¿Emocionado?_Tengo que irme a hacer mis funciones.Dije serio al ter
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Capítulo 8. Salvada y ... ¿Libertad?
*Matteo*Piero y Dianora tardaban demasiado y comencé a preocuparme, cada uno de mis coches llevaba un GPS de seguridad y me dirigí hacia allí con Adriano y otros dos de mis hombres. Al ver a Piero tras llegar a toda velocidad, con la conducción precisa y algo arriesgada de Adriano, vi a Piero como un loco inentando estacionar el coche en algún punto de aquella calle súper transitada._¿Pero dónde está Dianora?_Esa muchacha salió corriendo detrás de una amiga que dice que vio y me dejó aquí con el coche sin poder hacer nada.Esa maldita niña insolente me desesperaba, así que entré al local, con dos de mis hombres detrás y dejé a Adriano ayudando a Piero, y fui cuando vi a la que era mi esposa rodeado por cinco borrachos sin escrúpulos._¿Pero qué hacéis acosando a mi esposa?_ dije lleno de ira, antes de avalanzarme sobre los dos primeros y acabar con ellos solo con dos punetazos bruscos en el pecho.Enseguida lancé dos patadas a otros dos, y al último un par de puñetazos sobre el est
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Capítulo 9. La fiesta y la propuesta.
*Dianora* Justo después de la petición que me había hecho Matteo, pensé que quizás era un magnífico momento para defender mis derechos... así que lancé aquella pregunta de manera impulsiva. Llevaba un tiempo pensando en ello, porque estar relajada, disfrutando de la inmensa villa y sus lujos era mavilloso, pero yo siempre había sido una chica inquieta e independiente, y sabía que estar un año sin hacer nada, solo fingiendo ser una buena esposa, terminaría por aburrirme... _¿Matteo te importaría que consiguiese un trabajo? Yo quería conseguir de nuevo un empleo, trabajar me había hecho, desde pequeña, sentirme útil. Me gustaba ganar mi propio dinero sin tener que pedírselo a nadie más. Él se quedó callado varios segundos y su expresión se volvió perpleja. _¿Y para que querrías trabajar?, tienes todo lo que quieres, al menos mientras tengamos este contrato de un año. No es necesario... no va a faltarte de nada, ya lo ves. Y si necesitas más ropa o dinero, no hay problema te daré lo
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Capítulo 10. Sentimientos y nuevo trabajo.
*Dianora* _Mmm, sí, creo que puede ser una buena oportunidad para mi. Después de hablar con ella más a fondo sobre las condiciones de trabajo y el sueldo, me di cuena de que era bastante tarde, me despedí de esa chica hermosa y me dirigí hacia la multitud, alguien cogió mi mano suavemente por detrás y al girarme me encontré con la mirada de Matteo impregnada de deseo y alcohol. _Princesa... Yo noté como mi respiración se detenía y extrañamente mi corazón se aceleraba. _Matteo... ¿Te encuentras bien? _Debemos irnos. Dijo sin a penas poder hablar, estaba claro que había bebido demasiado, y le costaba mantenerse en pie, puso su fuerte brazo derecho al rededor de mi cintura y apoyó su cabeza cerca de mi cuello, haciendo que sintiese su respiración caliente en mi. No tenía claro si hacía aquello por disimular ante todos o si realmente no estaba en un perfeccto estado. Durante el trayecto ninguno de los dos dijimos nada y la mirada de Matteo se perdió entre las colinas que rodeaban a
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