Clarisse no podía creerse lo que sus ojos le mostraban. Ahí en pantalla estaba una foto de ella hablando en privado con el príncipe heredero del país, y no sólo eso, el mundo pensaba que había un secreto que descubrir. Y por supuesto que lo había, ella al igual que sus amigos eran parte de la vida que Brion tenía mientras estuvo en Seattle y se hizo llamar Soren.Y ahora su rostro estaba en cada programa de farándula, incluso estaba en los blogs de chismes en cuestión de minutos, cómo si todos tuviesen la información de ante mano y estuvieran esperando la señal para mostrarla.Aunque eso no le molestaba, lo que la había llenado de una enorme colera era que ni siquiera se molestaron en cubrir el rostro de Pat. No les interesaba en absoluto la privacidad de las personas, eso estaba más que claro por la información que manejan, pero exponer a un niño era excesivo.―¡Zach! ―gritó, olvidando por completo que tenía el interfono en el escritorio―. ¡Zach!―Acá estoy, ¿qué sucede? ―habló al en
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