La situación era extremadamente complicada y el príncipe heredero no deseaba extenderse demasiado. Sabía perfectamente que Malik estaba comprándole tiempo allá afuera, así que iba a contra reloj y que en cualquier momento tocarían a la puerta. Y si venían los Velghary, no habría manera de hacer que ignoren la presencia del grupo de chicos que en ese momento le gritaban.Tenía el derecho de hacerlo.Ellos tenían todo el derecho de estar enojados por lo que les hico, por cómo los trató, o peor aún, por lo que nunca hizo. Y no existía una manera de pedir perdón porque sabía que no lo merecía y no merecía a personas cómo ellos en su vida.Y no merecía a Clarisse.Sin embargo, ella ya no peleaba, no gritaba y ni siquiera lo miraba.Sin duda consiguió que la mujer que más amaba en el mundo lo odiara y todo porque consideró que la mejor opción sería permanecer oculto. Y ni siquiera era necesario porque su abuela, la reina, estuvo al tanto de su ubicación todo el tiempo, una información que s
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