Inicio / Romántica / La Viuda de Mi Amante / Capítulo 41 - Capítulo 50
Todos los capítulos de La Viuda de Mi Amante: Capítulo 41 - Capítulo 50
81 chapters
Capitulo XLI
El regreso de Ascanio Serutti, trajo con él buenas noticias, venía dispuesto a pedirle matrimonio a Camila, la gran sorpresa se la llevaría ella o quizás él, pues el tiempo había pasado y comenzaron a suceder ciertos asuntos que no estaban acordados entre la pareja.—Hola amorcito, te estuve llamando y nunca contestaste el celular, por Dios, no me hagas eso.—Amor disculpa, pero saluda, en vez de reprocharme, estaba en la ducha.—Bebé, voy a lo mismo, estoy horrible. Apenas llegué al aeropuerto, vine directo a casa, deseaba verte ¿y tú, me extrañaste?—Sí, queridito, te extrañé mucho — asintió Camila desanimada.—Estaré únicamente un par de días, tengo que viajar a Texas, me necesitan por allá y no debo faltar, en breve estaré contigo, mi cosita linda.—¿Quieres que te prepare algo?, ¿cómo que te irás de nuevo amor? Has estado entrando y saliendo.—No cariño, comí algo en el avión, no me apetece nada, o bueno, si tú, mi dulcito, te quiero tener en mis brazos. Ese es mi trabajo y lo sa
Leer más
Capitulo XLII
Llegó a casa, recordó todo lo que había sucedido en ese sofá aquella noche de pasión con Edward, no pudo sostener más el llanto, se desvaneció y sollozó sin parar hasta quedarse dormida. Al día siguiente recibe la llamada de Ascanio para saludarle y saber de ella.—Hola, ¿cómo estás mi amor? —contestó Camila con una voz poco animada.—Cielo, ¿qué te pasa? Te noto apagada, ¿te desperté?—Sí, me despertaste, pero no importa, sencillamente no pude dormir muy bien, además, a tu regreso necesito hablarte acerca de algo muy importante.—Me imagino que es acerca del compromiso matrimonial, estaré pronto, tal como te dije mi cielo, ahora debo dejarte. Cuídate mucho, vuelve a dormir, bebé.—Está bien, gracias, Ascanio. Vuelve pronto, adiós—colgó Camila débilmente y sin motivación para moverse.Pasaron unos días, las cosas marchaban normalmente para unos y de manera ajetreada para otros, son pruebas que la vida pone en el camino las cuales sin duda deberíamos superar, Edward estaba tratando poc
Leer más
Capitulo XLIII
Pasaron los días, el sr. Serutti realizó un par de viajes más dentro del mismo País, Camila se encargó de hacer las invitaciones, pidió ayuda a varias de sus amigas para bridarle apoyo con la boda, le hubiese gustado una gran fiesta, lamentablemente, los ánimos no estaban para tanto alboroto.—Querida, ¿has hablado con el párroco de la iglesia? —Preguntó Ascanio.—Sí amor, ya lo hice, fui a la iglesia del padre Rivera, el cual, a pesar de tener varias bodas, posee la disponibilidad de casarnos el día sábado, esta misma semana. ¿estás de acuerdo?—¿Visitaste otras capillas?—Sí, en cambio, los cupos para matrimonios están completos.—¡Caray! a las personas les agrada casarse.—Y a nosotros también, cielito—expresó Camila a la vez que alzaba una ceja.—A propósito, Cami, ¿cómo te has sentido estas últimas semanas?—Horrible, devuelvo los alimentos que consumo, me duele la cabeza constantemente y no me provoca hacer absolutamente nada.—Entonces es fuerte, aunque, según tengo entendido,
Leer más
Capítulo XLIV
La despedida de Camila y Edward fue demasiado emotiva, los dos sentían una emoción diferente, seguirán caminos diferentes, “cada quien con su cada cuál” como reza el dicho. Algo se rompió cuando sus miradas no pudieron cruzarse, ni sus manos pudieron tocarse, se sentían como extraños después de vivir tantas noches llenas de pasión, placeres y gemidos de amor inolvidables, de alguna manera, siempre estarán en contacto, pero ambos tienen por seguro que nunca tendrán más la cercanía del cuerpo, el contacto físico, de rozar piel con piel, en el fondo de sus corazones, esa pequeña llama no se ha apagado por completo.A medida que el tiempo iba pasando, se acercaba la boda de la señorita Foster y el señor Serutti, parecían estar ansiosos por la llegada del momento en que sus vidas se unirían para siempre, a pesar de lo que guardaba cada uno en su corazón.Camila tiene mucho tiempo saliendo con Ascanio, sin embargo, nunca ha salido de sus labios un “te amo” o “eres lo más importante para mí”
Leer más
Capítulo XLV
Violett nunca había estado con un hombre, Oliver la estaba tratando con demasiada suavidad, como si fuese de cristal y a la vez con pasión, sumando las ganas que poseía hacia su novia. La deseaba, y ha llegado su momento, el cual, disfrutaría junto a su chica.La pasión envolvió a los enamorados, ella quería llevarse el mejor recuerdo guardado en su corazón y su mente, nadie podía dañar ese momento tan especial, Oliver siempre soñó tener en sus brazos a Violett, no podía creerlo, pero era tan cierto, disfrutaron de su intimidad, por largo rato.—Nunca podré olvidar, este amor tan grande que siento por ti, eres mi primera ilusión verdadera Oliver, nunca me olvides.—Eso jamás mi muñequita, eres lo mejor que me ha pasado, cuando miro esos ojos brillantes, siento morir mi corazón al saber que te irás.—Prométeme que me esperaras, ¿lo harás?, ¿podrás con eso? Mi amor deseo una respuesta ahora.—Lo haré mi niña, claro que sí, jamás he de olvidarte. —afirmó Oliver—Vamos a vernos mañana, ¿t
Leer más
Capítulo XLVI
Después de preguntarle a su señora, Ascanio le contestó.—Si queremos quedarnos con la señora para el servicio de la casa, muchas gracias, una pregunta y disculpe ¿Cuándo la enviarán? Enseguida le mando nuestros datos y la dirección.—La enviaremos hoy mismo si así lo desea.—Está bien, se lo agradecemos mucho.—Mi amor ahora mismo mandarán a la señora.—Por fin, cariño, nos hace falta y has pensado en lo joven que es para trabajar con nosotros.—¿Que estás insinuando Camila? —¿Por qué lo dices?—No sé, ¿será que si hace todas las cosas bien? Puede no tener mucha experiencia, ¿no crees amor?Camila es una mujer astuta, de armas tomar, pero esta vez su esposo se estaba adelantando, a algo que no había pasado por su cabeza, pero ella no lo tomó en cuenta, él se quedó un poco desubicado al respecto.Sonó el timbre del departamento, Ascanio ya había avisado en la portería que una señora vendría hasta el lugar y la dejara entrar sin problema, dejando sus datos para que pasara sin ningún in
Leer más
Capítulo XLVII
—¡Te deseo mi vida!, mi dulzura, necesitaba estar contigo, decirte cuanto te amo, miras esos ojos hermosos, acariciarte toda esa piel blanca, es como soñar estar en el cielo, como me gustas, eres increíble haciendo el amor —refirió Ed, cargado de pasión, locura.—Cielo estás tan intenso, eso me agrada cariño mucho, bésame, recorre mi cuerpo, mi amor estoy tan excitada, te necesito, sabes que no puedo estas sin ti, mi amor lo sabes.—Me encanta besar tus senos, llenarme de ti, de tu aroma, ese olor tan rico que mana de tu piel, tu cuerpo entero me enloqueces Pam, sigue mi amor, sabes cómo me encantas que me hagas sentir feliz.La pareja disfrutaba de lo más hermoso de la vida, el amor, la pasión, el placer de vivir sin tabúes, el tiempo que tardan sin tener relaciones íntimas, los apasiona aún más y los une con mucha fuerza. Se encontraban en plena pasión desbordada, Pamela gritaba de placer, mientras Edward entraba en su intimidad cabalgando fuerte como ella se lo pedía, la lujuria lo
Leer más
Capítulo XLVIII
Siguieron por un pasillo bastante largo, Pam estaba sentada en una camilla, con la pierna enyesada, con muchos golpes en sus brazos, pierna, un poco la cara, él se quedó sorprendido cuando vio a su esposa maltratada, llorando, Pamela al ver a Edward entrar lo abrazó con mucha fuerza ambos lloraron por lo sucedido.—Cariño cómo te sientes mi amor —expresó Edward — mira cómo estás cielo.—Ed, no sé qué sucedió, conducía muy alegre, tranquila, en el cruce del semáforo un auto venía muy de prisa, no pude hacer nada, gracias a Dios golpeo el vehículo por el otro costado.—Bueno amor, lo importante que no fue más grave, ahora debemos irnos, ya todo está listo, la enfermera dice que podemos salir de aquí, avisé a tus padres, deben estar afuera.—¿Por qué los preocupaste Ed? Están mayores, estas noticias pueden hacerles daño ¿y Ashley?—A ella, igual le notifiqué lo sucedido, vamos cariño, te ayudo a ponerte en la silla de ruedas, con cuidado.—Gracias, con mucho cuidado, ahora no podré asist
Leer más
Capítulo XLIX
Pasaron los días, Pamela estaba mucho mejor, le correspondía asistir al médico para retirarle el yeso de la pierna, todo parecía estar normal no sentía dolor ni malestar en el cuerpo. Edward la llevó al centro hospitalario le retiraron todo aquello la enviaron a rayos x para cerciorarse que el hueso estuviese sellado, salieron contentos de la sala, ella apenas podía afincar necesitaría terapia.A Edward se le ocurrió llevarla a un centro muy bueno cerca de su oficina, donde puede dejarla y recogerla sin problema alguno. Estos meses para él han sido arduo, la compra de las cuatro flotas se hizo sin novedad alguna, Caroline colaboró mucho, encontró una buena compañía donde los precios fueron excelentes.—Amor, este Centro de Diagnóstico Terapéutico me comentaron es insuperable, el mejor de todos, aquí te atenderán de maravilla y en poco tiempo ni recordaras este terrible accidente que pudo costarte la vida mi amor.—Ya cariño, no me lo recuerdes sabes que le tengo pavor a todas esas cos
Leer más
Capítulo L
Edward llegó a casa cansado de todo el día, saludó a su esposa con muy poco ánimo.—¿Cómo estás cariño? ¿Cómo te has sentido? Disculpa, la verdad, no pude quedarme contigo cuando pasé por ti por el centro de terapia, tengo muchas cosas encima de mi cabeza.—No debes preocuparte tanto, ven siéntate a mí lado quiero que me abraces, que me consientas y me des mucho ánimo.—¿Qué tal te va con la terapia?—Duele un poco, hago el esfuerzo, Ed me gustaría quedarme en casa, crees que puedas hablar con una de las terapeutas para hacer las sesiones más cómodas.—Claro mi amor, todo porque te mejores pronto —comentó Edward.—Necesito decirte algo, cuando tuve cargado el niño de Camila me percaté de un detalle.—Sí, y eso puedes decirme amor.—Observe en su cuello un lunar muy parecido al tuyo.—En serio cariño y eso que tiene los niños suelen tener lunares desde su nacimiento.—Sí, lo sé el caso es el parecido de ese lunar con el tuyo —asintió Pamela.—Recuerda cielo esta marca la saqué por mi
Leer más