—¡Te deseo mi vida!, mi dulzura, necesitaba estar contigo, decirte cuanto te amo, miras esos ojos hermosos, acariciarte toda esa piel blanca, es como soñar estar en el cielo, como me gustas, eres increíble haciendo el amor —refirió Ed, cargado de pasión, locura.—Cielo estás tan intenso, eso me agrada cariño mucho, bésame, recorre mi cuerpo, mi amor estoy tan excitada, te necesito, sabes que no puedo estas sin ti, mi amor lo sabes.—Me encanta besar tus senos, llenarme de ti, de tu aroma, ese olor tan rico que mana de tu piel, tu cuerpo entero me enloqueces Pam, sigue mi amor, sabes cómo me encantas que me hagas sentir feliz.La pareja disfrutaba de lo más hermoso de la vida, el amor, la pasión, el placer de vivir sin tabúes, el tiempo que tardan sin tener relaciones íntimas, los apasiona aún más y los une con mucha fuerza. Se encontraban en plena pasión desbordada, Pamela gritaba de placer, mientras Edward entraba en su intimidad cabalgando fuerte como ella se lo pedía, la lujuria lo
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