—Dios mío, ¿Qué voy a ponerme? No tengo nada decente —Isabella estaba nerviosa, mas de lo que había estado en mucho tiempo, no recordaba haberse sentido tan nerviosa desde aquel día en que dio a luz. Por alguna razón incomprensible, su jefe y el dueño del hotel, los había invitado a cenar a ella y a su hijo.Aquello, por supuesto, había sido completamente inesperado, sin embargo, teniendo ya demasiado tiempo sin convivir con otras personas en un ambiente que fuera exclusivamente el de trabajo, realmente no sabia como reaccionar, vestirse o demás, y ciertamente no tenia el mejor guardarropa, con tantos problemas apenas y si tenia prendas básicas.Mirando la poca ropa con la que disponía, se sintió avergonzada, ¿Qué diría su jefe al mirarla vestida así? Negando en silencio, entendió que no tenía sentido sentirse culpable, no era una cita romántica, ni nada que se le pareciera, quizás el hombre tan solo quería hablar de trabajo.Tomando el único vestido mas “decente” que tenía, y maquil
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