Al llegar a casa lo primero que hice fue ver a mis hijos, ellos eran lo que más me importaban en el mundo y si les pasara algo yo me moriría, aunque estuviera cansada o triste, sus risas y tonterías eran mi subidón de adrenalina. Tyler era consciente de que estaba más rara de lo normal, ni siquiera contesté a las llamadas que me había hecho esta tarde, pero no me apetecía hablar con él en ese momento, cuando la nana cogió a los niños yo me metí en el cuarto para coger mi ropa y meterme a la ducha. Necesitaba refrescarme y pensar en la propuesta de Max, me siento tan presionada que no sé exactamente qué hacer, en cierto modo siempre quise que mi hija conociera a su verdadero padre, pero, por otro lado… no estoy tan segura de ello y sé que sea la decisión que tome, a Tyler no le hará ninguna gracia. Al entrar al baño sabía que Tyler me seguiría, a veces era habitual ducharnos juntos que luego acababa con sexo, pero ahora todo es diferente, tenía muchas cosas en la cabeza de que pensar.
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