Era justo lo que me temía, tenía miedo de enfrentarme a Tyler en cuanto llegara a casa y no me veía capaz de hablar con él, ni siquiera de contarle la verdad sobre lo que había hecho, en cuanto crucé el salón me fui directa a mi despacho, me daba vergüenza mirarle a la cara. Supongo que él entendió la indirecta y no me siguió, era lo mejor, no podía dejar de pensar, me dolía la cabeza y el corazón, me siento una mala persona; la copa que tenía en mi mano era claro ejemplo de no querer afrontar las cosas y esta noche dormiría en el sofá de mi despacho.A la mañana siguiente todo lo que sentía se había magnificado, dolor de cabeza, el sentimiento de culpabilidad, todo se estaba derrumbando una vez más y yo no era capaz de controlarlo. No me había dado cuenta de lo tarde que se me había hecho, que el fuerte sonido del móvil me tambaleó en la cabeza, me costó encontrarlo y me caí del sofá, pero lo pude coger.— ¿Diga? —dije con la voz aún dormida.— Señorita Davis, va a llegar tar
Han pasado varias semanas desde que los novios comenzaron a hacer su viaje por Europa, los echamos de menos, pero tienen que disfrutar de su vida de recién casados, Tamy y James hicieron un viaje del que aún no han vuelto y no tenemos noticias de ellos, aunque de vez en cuando nos envían mensajes y alguna foto. Yo he estado algo liada con el trabajo, ahora que tenemos nuevos clientes no puedo tomarme días libres como si nada, y ahora que las cosas están yendo bien no puedo tomar decisiones a la ligera, Mijail está siendo un gran apoyo estos días, está decidido en conocer a fondo la empresa. En cuanto a Max… bueno, él y James se pusieron de acuerdo para empezar a buscar información de lo que quiere hacer Fabrizio, aún no sabemos nada, pero no pierdo la esperanza de que van a poder hacer algo.— ¿Emma? —abren la puerta del despacho sacándome de mis pensamientos.— ¿Mijail? Pasa —me levanto de la silla.— ¿Qué tal?— Estoy bien, gracias —frunzo el ceño—. ¿Qué haces aquí?
Lo que pensé que podría ser grave resultó ser solamente un resfriado, Tara se había contagiado porque uno de sus compañeros también estaba así, es normal que los niños se pongan enfermos entre ellos, siempre están jugando, tocando todo y al final no se puede evitar. Al salir del hospital Max nos llevó a casa para que no tuviera que ir en un taxi, no podía negarme ante su insistencia y la verdad no tenía ganas de discutir con él, se me hizo extraño que me estuviera acompañando para estar al pendiente de Tara, me hace pensar que de verdad le interesa estar presente en la vida de su hija, pero no me puedo fiar. Cuando empezaba a llevarse a Tara para que conociera a su hermana me daba miedo de que le pudiera pasar algo o que alguien le hiciera algo, después de asegurarme bien me di cuenta de que no había nada de malo, salvo por Loren, sé que esa mujer no soporta la presencia de mi hija, por eso le puse una condición a Max, que no estuviera ella cuando se llevara a la niña. Me había tomado
*Tamara*No dejaba de sonar mi teléfono, Emma no paraba de llamarme y yo no quería hablar con nadie, me encontraba sentada en el suelo del baño sin creer aun lo que acaba de suceder, cogí el predictor y lo volví a mirar, era positivo. Tenía muchas ganas de contárselo a James, pero estaba tan perdido en sus cosas que preferí no decírselo, por el momento, estaba que no me lo creía, había notado algunos síntomas en las últimas semanas, pero a decir verdad pensaba que era solo un problema de mi cabeza pensando en que esta vez sí que iba a estarlo. Lloré tanto que tenía los ojos rojos, no quise adelantarme a los acontecimientos, así que fui directa al coche para ir a una de esas tiendas de bebés, quería comprarle una camiseta en la que pusiera “Vas a ser papá” y entregársela en una cajita a James. Si hablaba con alguien podría gritárselo a los cuatro vientos, quería que fuera una sorpresa, esta vez deseaba que mi bebé se quedara conmigo, que naciera bien y no perderlo.Al entrar en la tiend
Por fin sábado, ese día en que no tienes que madrugar ni trabajar, ese día en el que puedes estar con tus hijos y disfrutar al máximo el día. Hoy no tenía ningún plan preparado, pero después de desayunar se me vino a la mente una gran idea, ahora que hacía frío y no podíamos ir a un parque normal, pensé en llevarlos a patinar a una sala recreativa, quería que los niños se divirtieran. Tyler se había ido de viaje con sus hermanas a su ciudad para llevarle flores a su madre, así que prácticamente estaba sola por el día de hoy, quería que Tamy viniera con nosotros, pero ya tenían algunos planes. Daniel estaba jugando con los demás niños con los coches mientras yo le daba algo de comer a Lara, sabía que algunas de las madres no dejaban de mirarme, estaba claro que sabían quién era y el escándalo de la otra vez, pero no me importaba. A mi espalda escuché que alguien decía un simple hola, cuando me giré me sorprendí ver que Mijail estaba aquí con su hijo, un niño muy rubio de ojos claros.
*Tamara*Estoy muy feliz, esta vez siento que es diferente, siento que este bebé nacerá sano y fuerte y hará que seamos felices. Hoy me he tomado el día libre y he dejado a mis aprendices en el taller para continuar con algunos diseños para poder ir de compras, quiero empezar a montar la habitación del bebé y no puedo esperar, cuando le conté la noticia a mis padres y a mis hermanos se quedaron sorprendidos y tan contentos que mi madre comenzó a llorar. Ahora me encuentro en una tienda para ver las cunas, quería algo especial y único, así que tenía todo el tiempo del mundo para poder decidirme, me hubiera gustado que James estuviera conmigo para comprar juntos estas cosas, pero ahora mismo ha tenido que ir de viaje para esos “negocios” según él, Mijail está colaborando con Vitale y es un peligro para todos. No me hace mucha gracia que tenga que trabajar con Maxwell para esto, pero cuanta más ayuda tengamos mejor, me hizo prometerle que no le diría nada a Emma hasta que estuvieran segu
Después de esa pequeña conversación continuamos hasta la guarida de Max, sus hombres habían localizado a uno de los patanes que colabora con Vitale, tenía la esperanza de sacarle información que nos sea de vital importancia. Sé que ahora mismo Max estará pensando en dejarme al margen para que pueda hablar con ese tío él solo, pero no voy a dejarlo, estoy metida en esto y no voy a dejar que sigan haciendo daño a mi familia. Al llegar fui con Max a su despacho, no sabía muy bien que tenía que hacer o dónde ir, pero si tenía claro lo que iba a coger, un arma, con el que pueda defenderme y aunque no me guste matar. Cogí una de las pistolas que tenía Max en su gran armario llena de armas, este al darse cuenta vino hacia mí para impedirme que cogiera nada. — Ni en broma, tú no vas a coger nada —me lo quita de la mano—. Te quedas al margen. — Tú no decides por mí —le quito con rabia la pistola—. Te dije que no me iba a quedar de brazos cruzados y eso estoy haciendo. — Estás loc
*Luan*Me estoy empezando a volver loca si sigo encerrada en esta jaula, llevo semanas esperando a que algo pase para destruir a esa infeliz y aún no ocurre nada de acción, Fabrizio se ha marchado por viajes de negocios, supongo que para conseguir a más aliados, pero hasta que eso pase podría seguir muriéndome del asco. Hay otra cosa que no se me sale de la cabeza y es que no dejo de pensar en ese hombre, desde que Mijail llegó a esta casa no he podido imaginarme otra cosa que yo en sus brazos, ese hombre es como una escultura hecha por dioses. Ahora que estoy sola, me he sentido obligada por mis impulsos a hacerle una invitación para que venga a tomar algo conmigo, no puedo dejar pasar esta oportunidad, quiero seducirle, tenerle entre mis brazos y no soltarle, sé que tengo unos cuantos años, pero afortunadamente me mantengo muy bien y gracias al dinero de Fabrizio me he podido hacer toda clase de retoques para aparentar menos edad de la que tengo. Al parecer Mijail no es tan tonto co