Esa rubia escuálida me había dejado con ganas de decirle unas cuantas cosas en la cara, pero para ser sincera prefiero callarme las cosas porque no soy tan mala persona como ella. Tyler al verme llegar se me abalanzó sobre mí dándome un fuerte abrazo y un beso, eso me hizo sentir mejor y aunque estuviera un poco distante con él le agradecía que estuviera ahí conmigo. Fui al vestidor al momento para poder cambiarme, esta noche solo asistiré con James y Tamy a la fiesta, Tyler se queda con los niños en casa para poder estar pendientes de ellos. Al salir de la ducha me puse una lencería negra de encaje, lo había comprado hace un tiempo y ahora tenía la oportunidad de ponérmelo, al ponerme el vestido me sentí como una diosa digna del olimpo, me cogí uno de mis tacones favoritos, en realidad esos tacones me los había regalado Max, pero eso ahora no importa, seguí arreglándome.— Voy a tener que replantearme seriamente eso de dejarte ir así de guapa —oigo que me dice Tyler apoyado en la
Al llegar a casa quería quitarme la ropa, sentía que me estaba asfixiando y necesitaba un golpe de agua fría sobre mi piel, no sé qué narices estoy haciendo con todo esto, ni siquiera he podido contenerme y separar a Max de mí. Bajo el agua fría, reflexiono en cómo esto cambia las cosas, no puedo dejar que esto me afecte tanto y mucho menos dejar que Max me manipule con sexo y palabras baratas, tengo que ser más astuta y actuar antes que él, lo quiero fuera de mi vida cuanto antes y buscaré la forma de hacerlo. Estuve un buen rato en la ducha cuando escuché que abrían la puerta del baño, Tyler se había despertado y notado mi presencia, me sorprendió lo que estaba haciendo y es que a medida que iba avanzando hacía la ducha se iba quitando la ropa tirándola al suelo, se dejaba ver desnudo al completo con su pecho marcado, abrió la mampara y entró conmigo.— ¿Qué haces? —era una pregunta tonta porque sabía cuáles eran sus intenciones.— Esto —se abalanza sobre mis labios con un a
Volver a la rutina es algo de lo que nunca me acostumbraré, eso de tener que madrugar tanto para estar puntual en tu trabajo cuando eres la jefa no me hace mucha gracia, ahora que posiblemente tengamos nuevos posibles socios me anima mucho más a trabajar duro cada día. Hoy Mario me ha estado ayudando con algunos documentos para las reuniones que han sido programadas para los siguientes días y algunos de los eventos que me han invitado, aunque me sorprende después de haber sido tan criticada en Daysun. Así que después de trabajar y varias reuniones aún me faltaban muchas cosas por hacer, tenía que hablar con recursos humanos para comentar algunos aspectos de contratación, cogí algunas cosas de mi mesa y salí de mi despacho cuando Mario me detiene. — Señorita Davis —frunzo el ceño. — ¿Pasa algo? — Alguien ha venido a verla. — ¿Tenía programada alguna reunión? —dije mirando mi reloj. — No, pero me gustaría poder concertarla con usted —alguien dijo a mis espaldas,
Las semanas se pasaron volando y los días en la oficina cada día se volvían más intensas, nuevos clientes y muchas reuniones por asistir, Mijail desde que tomó la iniciativa de ser nuestro cliente ahora está más presente en la empresa, a Tyler no le da mucha confianza, pero no podemos perder a nadie ahora que nos está yendo tan bien. Ahora estoy bastante estresada porque en unos días se acerca la boda de Liam y Eva y aún tenemos que ayudarla con los últimos preparativos, hoy me he tomado la libertad de cogerme el día libre para poder verla con el vestido de novia que le ha hecho Tamy, lleva volcada en él desde que nos enteramos de que se iban a casar y en cierto modo entiendo que quisiera despejar su mente con ello. Dejando aparte todos los problemas que hemos tenido, ahora es un buen momento para celebrar algo tan bonito como una boda y la unión de dos personas que se aman es algo especial que todos deberíamos de presenciar. Ellos no lo saben, pero les he regalado la luna de miel a Pa
Era justo lo que me temía, tenía miedo de enfrentarme a Tyler en cuanto llegara a casa y no me veía capaz de hablar con él, ni siquiera de contarle la verdad sobre lo que había hecho, en cuanto crucé el salón me fui directa a mi despacho, me daba vergüenza mirarle a la cara. Supongo que él entendió la indirecta y no me siguió, era lo mejor, no podía dejar de pensar, me dolía la cabeza y el corazón, me siento una mala persona; la copa que tenía en mi mano era claro ejemplo de no querer afrontar las cosas y esta noche dormiría en el sofá de mi despacho.A la mañana siguiente todo lo que sentía se había magnificado, dolor de cabeza, el sentimiento de culpabilidad, todo se estaba derrumbando una vez más y yo no era capaz de controlarlo. No me había dado cuenta de lo tarde que se me había hecho, que el fuerte sonido del móvil me tambaleó en la cabeza, me costó encontrarlo y me caí del sofá, pero lo pude coger.— ¿Diga? —dije con la voz aún dormida.— Señorita Davis, va a llegar tar
Han pasado varias semanas desde que los novios comenzaron a hacer su viaje por Europa, los echamos de menos, pero tienen que disfrutar de su vida de recién casados, Tamy y James hicieron un viaje del que aún no han vuelto y no tenemos noticias de ellos, aunque de vez en cuando nos envían mensajes y alguna foto. Yo he estado algo liada con el trabajo, ahora que tenemos nuevos clientes no puedo tomarme días libres como si nada, y ahora que las cosas están yendo bien no puedo tomar decisiones a la ligera, Mijail está siendo un gran apoyo estos días, está decidido en conocer a fondo la empresa. En cuanto a Max… bueno, él y James se pusieron de acuerdo para empezar a buscar información de lo que quiere hacer Fabrizio, aún no sabemos nada, pero no pierdo la esperanza de que van a poder hacer algo.— ¿Emma? —abren la puerta del despacho sacándome de mis pensamientos.— ¿Mijail? Pasa —me levanto de la silla.— ¿Qué tal?— Estoy bien, gracias —frunzo el ceño—. ¿Qué haces aquí?
Lo que pensé que podría ser grave resultó ser solamente un resfriado, Tara se había contagiado porque uno de sus compañeros también estaba así, es normal que los niños se pongan enfermos entre ellos, siempre están jugando, tocando todo y al final no se puede evitar. Al salir del hospital Max nos llevó a casa para que no tuviera que ir en un taxi, no podía negarme ante su insistencia y la verdad no tenía ganas de discutir con él, se me hizo extraño que me estuviera acompañando para estar al pendiente de Tara, me hace pensar que de verdad le interesa estar presente en la vida de su hija, pero no me puedo fiar. Cuando empezaba a llevarse a Tara para que conociera a su hermana me daba miedo de que le pudiera pasar algo o que alguien le hiciera algo, después de asegurarme bien me di cuenta de que no había nada de malo, salvo por Loren, sé que esa mujer no soporta la presencia de mi hija, por eso le puse una condición a Max, que no estuviera ella cuando se llevara a la niña. Me había tomado
*Tamara*No dejaba de sonar mi teléfono, Emma no paraba de llamarme y yo no quería hablar con nadie, me encontraba sentada en el suelo del baño sin creer aun lo que acaba de suceder, cogí el predictor y lo volví a mirar, era positivo. Tenía muchas ganas de contárselo a James, pero estaba tan perdido en sus cosas que preferí no decírselo, por el momento, estaba que no me lo creía, había notado algunos síntomas en las últimas semanas, pero a decir verdad pensaba que era solo un problema de mi cabeza pensando en que esta vez sí que iba a estarlo. Lloré tanto que tenía los ojos rojos, no quise adelantarme a los acontecimientos, así que fui directa al coche para ir a una de esas tiendas de bebés, quería comprarle una camiseta en la que pusiera “Vas a ser papá” y entregársela en una cajita a James. Si hablaba con alguien podría gritárselo a los cuatro vientos, quería que fuera una sorpresa, esta vez deseaba que mi bebé se quedara conmigo, que naciera bien y no perderlo.Al entrar en la tiend