ALESSA SINCLAIR, PROVENIENTE DE Toronto, Canadá; una chica rondando los veintiún años de edad, con una cabellera roja peculiar y unos enigmáticos ojos color chocolate que, lejos de aburrir, llamaban la atención de cualquiera, al igual que su melena. Características resaltadas por una piel blanca como la nieve, y un carácter explosivo. En su país y ciudad natal, había sido contactada y solicitada para entrar al programa académico más exclusivo del continente, ubicado en Manhattan, donde sólo los estudiantes más destacados podrían tener la fortuna de contar con las herramientas necesarias para sacar a flote su talento y potencial en el mundo de los superdotados. Fue una de los tantos seleccionados. Debió dejar toda su vida en Toronto para llegar allí y asegurar su propio futuro profesional. Vivir en otro lugar, lejos de su única familia, le afectaba en ciertas medidas. Intentaba acostumbrarse, pero aún le quedaba mucho por aprender; o más bien, por controlar. Sólo llevaba tres años...
Leer más