Después de unos treinta minutos estaba en casa, Luka aún estaba ahí, necesitaba hablar con él.—Buenos días Luka, que bueno que te encuentro— Dije tan pronto entré y lo vi.—Hoy entro un poco más tarde, ¿Cómo estás?— Preguntó mientras me abrazaba.—Estoy muy bien, demasiado bien en realidad— Respondí no muy segura de mis palabras. —Me alegro, ¿Que te trae por aquí?. —Como sabes mi madre regresa mañana a la casa, pero no estaré presente, tengo algunos asuntos pendientes que resolver, así que, te pido el favor de que la esperes aquí, ni no es mucho pedir.—Claro, la esperaré aquí, no te preocupes, debemos de contratar a una enfermera para que se quede con ella, yo de mi parte todos los días velaré por su bienestar, te lo prometo, ella tambien es como una madre para mi.—Eres increíble, muchas gracias, la enfermera será mi mejor amiga, seguro la recuerdas, asi que ella estará cuidando del ser maravilloso que es mi madre.—¿Eres amiga de Florencia aún?— Preguntó Luka sorprendido.—¡Así
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