Capítulo cuarenta. Entre el paraíso y el infierno
«Vete, no quiero verte…»«Vete, no quiero verte…»«No quiero verte…»Ryan sintió que estaba siendo echado del paraíso para ser arrastrado a lo más profundo del infierno. Ni siquiera podía decir lo que sentía en ese momento.Las palabras de Emma eran dagas apuñalando su corazón, desgarrando su carne y su alma. Destrozando cada rincón de su ser.—No, no puedes pedirme que me marche, Emma, no voy a dejarte, no puedo alejarme de ti, por ¡Dios! ¡No me hagas esto! —gritó él con voz rota, no obstante, Emma ya no podía sentir pena ni dolor. Su corazón se había congelado en ese difícil momento. La pérdida de su bebé le había cambiado la vida de tal manera que nunca creyó posible.—Pero yo si voy a dejarte, Ryan, yo necesito alejarme de ti —dijo con frialdad y sin apartar la mirada del hombre a quien hasta hace unos segundos consideró el amor de su vida, el hombre que sin pensar le hizo más daño que ninguno. Con intención o sin intención, le había herido profundamente.—Te amo, Emma, te amo —di
Leer más