Inicio / Romántica / Casados por Error / Capítulo 51 - Capítulo 60
Todos los capítulos de Casados por Error: Capítulo 51 - Capítulo 60
97 chapters
Capítulo cincuenta. Estoy a tu completa disposición
Emma guardó silencio mientras Ryan conducía y lo que ella pensó que sería una cena en algún restaurante en la ciudad fue algo muy distinto.—¿Long Beach? —preguntó al ver la dirección que su esposo tomaba.—Long Beach —respondió Ryan con una ligera sonrisa.—Creí que iríamos a cenar, ¿qué es lo que crees que haces llevándome tan lejos de casa? —preguntó con tono indignado.La realidad era otra, el corazón de Emma latía desenfrenado al imaginar estar a solas con Ryan. Ya en la oficina había dado una muestra de su poca fuerza de voluntad que tenía estando en su presencia, en la noche y a solas, ella no quería reflexionar en lo que podría ocurrir entre ellos de nuevo.—Te invité a cenar, cariño, y es lo que haremos. Pero quiero cocinarte personalmente, extraño hacerlo —dijo él con una ligera sonrisa en los labios.Emma asintió, se mordió los labios y no dijo ni una sola palabra más, esperando llegar a su destino y saber lo que Ryan tenía preparado para ella.Ryan la miró de vez en cuando
Leer más
Capítulo cincuenta y uno. Iremos juntos
«No deja de preguntar por una mujer… Emma Collins…»«… Emma Collins…»«… Emma Collins…»Las palabras de la mujer se repetían como un mantra en la cabeza de Ryan, ¿Quién era ese hombre y de dónde conocía a Emma? Esas eran las preguntas más importantes que se hacía el abogado. ¿Quién era? ¿Y de dónde conocía a Emma?—¿Ryan? —la voz de Emma sacó al hombre de sus cuestionamientos. Ryan giró el rostro para verla, ¿Cómo decirle que el hombre que casi atropelló pregunta por ella?»—¿Qué sucede, Ryan, por qué te has quedado mudo y tu rostro incluso se ve pálido? —preguntó la joven incorporándose sobre la cama y cubriendo su desnudez con la sábana.—Ayer por la mañana, salí con destino a Brooklyn. Recibí información sobre el paradero de Angélica y decidí investigar —empezó Ryan a explicar bajo la atenta mirada de Emma.—¿Fuiste por Angélica solo? —el nudo que se formó en la garganta de la joven casi la ahogó.—Contraté un investigador privado, técnicamente no iba solo, pero tampoco iba con él
Leer más
Capítulo cincuenta y dos. Hay cosas que son necesarias decir
Ryan pareció no comprender las palabras de su esposa.—¿Cómo que debe seguir pensando que estamos separados? —preguntó.—Tenemos que ser mucho más listos que ella, Ryan, si queremos que Angélica pague por todo el daño que ha causado, tenemos que evitar darle una sola oportunidad de separarnos de verdad.Ryan asintió, aunque la idea no le agradaba del todo y no comprendía el alcance de las ideas de Emma, las aceptó.La pareja permaneció unos minutos más en el pasillo antes de que Ryan llevara a Emma a comer, él podía olvidarse de todo y de todos, pero jamás de que Emma no debía saltarse el horario de comida.Luego de disfrutar de un rico y saludable almuerzo. Ryan manejó a uno de los hoteles de la ciudad para conseguir una habitación.Con la confirmación de que Nicholas era el hombre que casi había atropellado y que podía ser de gran utilidad en caso de que no estuviera trabajando para Angélica, no podían volver a casa y arriesgarse a que la loca se enterara de que el hombre seguía viv
Leer más
Capítulo cincuenta y tres. No seas chismoso
Angélica ajustó la gorra sobre su cabeza y se colocó los lentes, caminó de manera que las cámaras no pudieran captar en detalle su rostro y extendió un bastón blanco para hacerse pasar por una persona no vidente y de esa manera descartar toda sospecha de ella. Y ahora, con la seguridad de que Emma y Ryan estaban peleados, ella intentaría seducirlo, encontraría una manera, porque de algo estaba segura. Emma amaba a Ryan más de lo que jamás amó a Nicholas y ella sufriría si la miraba en brazos de otra y mejor si eran en los suyos.Mientras tanto, Emma subió hasta el último piso del edificio, saludó a Aurora y se encerró en su oficina.Se sentía eufórica por lo que acababa de hacer. Tenía sentimientos encontrados porque no sentía nada de lo que gritó allí abajo, pero el juego había comenzado y solamente una de las dos partes podía salir vencedor y Emma estaba segura por todo lo sagrado y por todo lo que amaba que no sería Angélica.Esa malvada mujer debía pagar por todos sus crímenes, en
Leer más
Capítulo cincuenta y cuatro. Tengo malas noticias
Ryan sonrió al leer el mensaje que Emma le había enviado, «no te he perdonado».—Repítelo hasta que te lo creas, mi amada esposa —dijo en voz alta mientras cerraba los ojos y recordaba lo sucedido la noche anterior en Brooklyn.«—¡Aaah! —el gemido abandonó los labios de Emma al sentir como Ryan golpeaba su punto dulce mientras se aferraba a uno de sus redondos pechos.—Eres deliciosa, adictiva, mi perdición —susurró Ryan perdiéndose entre los pliegues húmedos de Emma una y otra vez, hasta sentir como era apresado por las paredes vaginales de su esposa. Se sentía tan apretado que la corriente de placer se extendió por todo su cuerpo, un subidón antes de concentrarse en su duro miembro golpeando el interior de la joven.Emma explotó en un delicioso orgasmo. El clímax se precipitó a través de ella con tal fuerza que por un momento pensó que era elevada al cielo.Era la sensación más increíble, sublime y brutal que jamás había experimentado y es que cada vez que hacía el amor con Ryan Bla
Leer más
Capítulo cincuenta y cinco. No creas que soy idiota
—Gracias por todo lo que haces por mi Natasha —dijo Nicholas viendo a la mujer parada frente a él.Le habían dado el alta recientemente y había sido trasladado a la ciudad de Nueva York y puesto en uno de los pisos privados de la familia, donde nadie podría encontrarlo.—No voy a mentirte, Nicholas, y mucho menos me haré pasar por una buena persona. Tú y yo sabemos que si hago esto es por el bien de mi hija y por su felicidad.—Lo sé y es por eso que tu gesto es mucho más apreciado por mí, sé que le fallé a Emma en un momento que no debí, sé que hice cosas que jamás creí que haría. Pero también quiero ser honesto contigo ahora, me enamoré de Angélica, ni siquiera sé cómo fue, ella era tan… complaciente, se metió en mi corazón y bajo mi piel y en algún momento sucedió…—No te estoy juzgando por lo que sentiste o no por ella, sino por tu falta de hombría. Pudiste ahorrarle a Emma mucho dolor; sin embargo, estabas empeñado en convertirla en tu esposa y jugaste muy sucio —Natasha lo miró
Leer más
Capítulo cincuenta y seis. Eres mi tesoro
«No fue Natasha quien te envió el mensaje…»Ryan se giró para ver a Michael, pero ya este caminaba lejos de él. ¿Cómo que no había sido Natasha quien le había enviado el mensaje? Y ¿A qué mensaje se refería?—¡Espera, Michael! ¡Espera! —gritó, no obstante Michael dibujó una sonrisa torcida en los labios y continuó su camino sin detenerse.Ryan dejó de gritar al ver que el hombre no iba a detenerse y mucho menos a darle una explicación de lo que quiso decir con sus palabras, por lo que volvió al auto y emprendió el viaje de regreso al departamento.—Buenos días, señor Black —saludó el guardia de seguridad.Ryan se detuvo al ver que no se trataba del mismo hombre que solía estar en la entrada del edificio.—¿Es nuevo en el puesto? —preguntó.—Sí, señor, me llamo Álvaro y estoy a su servicio —se presentó el hombre estirando la mano para saludar.Ryan le correspondió el saludo por mera cortesía. La sonrisa del hombre no le agradó, como abogado su sexto sentido saltó a la vida y esta vez n
Leer más
Capítulo cincuenta y siete. ¡Me han engañado!
Ryan estacionó el auto a la orilla de la carretera para contestar la llamada de su colega.—Aló.»—Tengo malas noticias, Richard Lewis está dejando la Correccional en Manhattan en este preciso momento.Ryan golpeó el volante con su puño, apretó el móvil entre sus dedos tentado en partirlo en dos, pero el aparato aún le era de utilidad.—Haz que uno de tus hombres lo siga, que sea discreto. Asegúrate de que tenga vigilancia las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, las veces que va al baño y del lado de la cama que duerme. No lo pierdas de vista, Rodríguez —ordenó Ryan con tono serio y frío.—Haré mi trabajo.Con aquella respuesta, Ryan finalizó la llamada, estaba demasiado alterado como para continuar su trayecto por lo que tuvo que serenarse, tenía que hablar con Michael, Natasha y, sobre todo, con Emma.Envío un mensaje a cada número y retomó su camino en dirección de la Casa Collins…Emma fue la primera en salir de su oficina para buscar a su padre, tras recibir
Leer más
Capítulo cincuenta y ocho. La perdí por tu culpa
Angélica tembló de pies a cabeza, si había un hombre a quien odiaba y temía al mismo tiempo ese no era otro que Richard Lewis.«No dejes que nos lleve con él, prométele lo que quiera, dale lo que pida, pero no dejes que nos lleve. Richard volverá a hacernos daño»—Cállate, no hagas ruido —le respondió a la voz en su cabeza.—¿Dijiste algo? —preguntó Richard con una falsa sonrisa.—No, no dije nada, por favor no me lleves de aquí. Déjame quedarme, te juro que voy a portarme bien, no saldré de aquí, no respiraré mientras tú estés aquí, pero no me lleves contigo —pidió Angélica con el cuerpo tembloroso.—Me gustaría complacerte, no obstante, y para tu mala suerte, tienes que responder por el despilfarro de mi fortuna…Angélica se mordió el labio hasta hacerse sangre.—Puedo explicarlo.—Ya lo creo que lo harás…—Quédense con ella, pónganla a dormir y llévenla cuando ya no haya movimiento en el edificio —ordenó Richard a sus hombres.El hombre sabía que su hija tenía varios delitos sobre
Leer más
Capítulo cincuenta y nueve. ¡Tienes que ver un médico!
Angélica cerró los ojos y cubrió sus oídos con sus manos para no escuchar las palabras de su padre. Si ella pudiera elegir entre: escucharle decir que era su culpa o que la golpeara, prefería los golpes, dolían menos que las palabras, herían menos y dejaban menos huellas en su cuerpo de lo que las palabras dejaban en su corazón y las que ya la habían marcado de por vida.—No me has respondido, Angélica y mi oferta no durará todo el día —interrumpió Richard los pensamientos de la joven.—¿Qué tengo que hacer? —preguntó, esa era la cuestión, ¿Qué tenía que hacer? Y, aun así, hiciera lo que hiciera si triunfaba, nunca tenía nada de su padre, nunca tenía nada más que desprecio.«Quiere engañarnos de nuevo, va a jugar con nosotras como siempre. ¡No lo hagas, no lo hagas!», gritó su mente con desesperación.—Haré todo lo que me pidas, pero por favor, déjame salir, no me gusta estar encerrada, por favor —pidió.Richard sonrió y se acercó a su hija para contarle sus planes…Mientras tanto, Em
Leer más