ChloéNo sé por qué, pero tengo ganas de hablar nuevamente con ese hombre cuyo nombre aún no conocía, ahora que estoy llegando a mi casa, la cual comparto con un gran compañero, la necesidad de marcarle me supera, pero al meter la llave en la cerradura de esta, se abre y me recibí mi único y mejor amigo con un beso casto en la mejilla.—Mi Teddy llegó —cierra la puerta a mis espaldas.Él me llama Teddy, porque soy su peluche, el cual abraza cada vez que no puede dormir.—Este recibimiento no me gusta para nada —frunzo el ceño, ya que sé que algo quiere de mí.—Que exagerada, amiga, pero ya que lo dices, pues haya va... Quiero que me dejes la casa por una noche entera, Chloé.—¿Qué?, ni de coña, José — niego con la cabeza mientras voy hablando y dejando mis cos
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