Llamó a la empresa preguntando por ella y lo primero que quiso saber, al llegar al apartamento, fue por Marcela. Pero Esperanza no la había visto regresar. Su ropa seguía donde la había dejado y cuando, avanzada la noche, pasó por su apartamento, Sergio supo, por una vecina, que en el transcurso de la tarde llegó una pequeña camioneta para llevarse sus cosas. —Lo siento joven, pero no habló con nadie y todo fue muy rápido —dijo la vecina cuando Sergio le preguntó si Marcela había dicho algo sobre el lugar al que tenía planeado mudarse. Cabizbajo, regresó al auto y confió en que, al regresar a su apartamento la encontraría, pero no fue así. Estaba tan desesperado que incluso escribió un mensaje a Estefanía, preguntándole si había hablado con su amiga. Vio que lo había leído, pero lo dejó sin responder. Pensó entonces en llamarla, pero lo descartó. Intentó acostarse y no pensar en ello, dejar que la noche pasara y que quizá, con el sol del nuevo día, vería las cosas má
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