»Diego es mi par, Giuliana. Es mi complemento. Aunque hubieras logrado tu cometido, jamás te habría correspondido, ya que su alma y su corazón son míos, así como yo soy suya por entero. Ese lazo que nos ha unido desde siempre no lo ha podido romper ni los años, ni otras personas, y no se romperá jamás sin importar que estemos separados. Y aquí los únicos que podrían lograr que nuestros cuerpos se distancien, somos nosotros, él y yo. Nadie más. Está de más decir que ninguno de los dos desea eso, por lo que seguiremos unidos y juntos, con nuestros hijos, escribiendo nuestra historia hasta que nuestras respiraciones acaben. Espero que lo entiendas. Si nos disculpas, tenemos invitados a los que atender.Ana tiró de mi mano y ambos salimos de aquella habitación sin decir palabra alguna.Al entrar al elevador, su semblante se volvió pálido y estuvo a punto de caer. Con firmeza, la envolví entre mis brazos y un llanto convulso salió de ella. Con un suspiro ahogado, comprendí que, aunque me h
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