Desperté agitada, estaba bañada en sudor, pero no había tenido una pesadilla, no, todo lo contrario, había soñado con el encuentro que tuve con el amigo de Eyra, ese chico sí que sabía lo que hacía, hasta mi subconsciente quedó enganchado con todo ese cúmulo de nuevas sensaciones.Miré hacia la cama de mi compañera de cuarto, pero no estaba ahí, la cama estaba hecha, así que lo más seguro era que todavía no hubiera llegado de la fiesta, esa sí que la cogió en grande anoche, cuando llegue tengo que preguntarle por su amigo, si le comentó algo sobre mí, si se molestó porque me marché sin decir nada, además, tengo que preguntarle su nombre, anoche entre tanta agitación se me olvidó preguntárselo.¡Oh por Dios! Besé a un chico que ni su nombre conozco, ¿pero a mí qué bicho me ha picado? En otro momento jamás hubiera hecho algo así, a pesar de eso, tengo que reconocer que esa adrenalina se siente tan bien, en otro momento me hubiera repudiado a mí misma, pero, ahora, creo que hasta
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