Desperté agitada, estaba bañada en sudor, pero no había tenido una pesadilla, no, todo lo contrario, había soñado con el encuentro que tuve con el amigo de Eyra, ese chico sí que sabía lo que hacía, hasta mi subconsciente quedó enganchado con todo ese cúmulo de nuevas sensaciones.
Miré hacia la cama de mi compañera de cuarto, pero no estaba ahí, la cama estaba hecha, así que lo más seguro era que todavía no hubiera llegado de la fiesta, esa sí que la cogió en grande anoche, cuando llegue tengo que preguntarle por su amigo, si le comentó algo sobre mí, si se molestó porque me marché sin decir nada, además, tengo que preguntarle su nombre, anoche entre tanta agitación se me olvidó preguntárselo.¡Oh por Dios! Besé a un chico que ni su nombre conozco, ¿pero a mí qué bicho me ha picado? En otro momento jamás hubiera hecho algo así, a pesar de eso, tengo que reconocer que esa adrenalina se siente tan bien, en otro momento me hubiera repudiado a mí misma, pero, ahora, creo que hasta orgullosa me siento de mí. Esto es algo que todas las chicas de mi edad hacen, experimentar no está mal, no estoy haciendo nada malo – trataba de convencerme a mí misma porque en el interior me daba miedo convertirme en alguien como mi madre-Me alisto para ir a clases, Eyra no ha llegado todavía, esa va directo a la conferencia, no es la primera vez que lo ha hecho, son los efectos de la resaca que no le permiten levantarse más temprano para pasar por el cuarto primero. Saco un vestido amarillo pastel estampado de flores y unos tenis blancos, me hago una coleta y salgo hacia el aula.Iba distraída, mirando el campus (me encantaba la vivacidad del verde del césped y los árboles) cuando de repente, siento esa voz de depredador en mi nuca. Me giro sobresaltada y ahí estaba él, el chico de anoche, inmediatamente mis mejillas comenzaron a arder, no sabía cuál iba a ser su reacción después de mi comportamiento de anoche.-Pero si no sabía que estaba hablando con la mismísima Cenicienta anoche-¿Perdón?-Sí, como te fuiste tan rápido y cuando mejor se estaba poniendo el climaMis mejillas ardieron aún más, si es que eso era posible-Sí, discúlpame, es que recordé que tenía un compromiso y tuve que irme-¿Hay otro chico?-¿Qué? – ahora sí estaba confundida, no entendía lo que me preguntaba-¿Que si el compromiso era con otro chico?-No no, había quedado con una amiga para estudiar-Pero si tú no tienes más amigas que Eyra, te he observado bastante tiempo corazón, lo sé casi todo de ti, ¿por qué crees que nos encontramos ahora? Sé lo que te gusta y déjame decirte que lo de anoche te gustó – sonrió con malicia, se le notaba en los ojos.Y ahora, ¿qué le digo? Es un poco engreído, a decir verdad, mi madre siempre decía que había que hacerse la dura con los hombres, así ellos se interesaban más en una, ella de amor y romanticismo podía no saber nada, pero no se podía negar que tenía un diplomado en esto de enganchar a los hombres, así que decidí hacerle caso.-¿Pero y tú quién te crees que eres? No sabes nada de mí por mucho que te esfuerces, solamente eres un engreído y bastante pedante la verdad.-¡Ehhhh! Pero si la Cenicienta tiene carácter fuerte, anda sacando las uñas. Corazón no te molestes, solo digo lo que es evidente –dio un paso al frente y se pegó más a mí- anoche cuando te besé te sonrojaste, justo como ahora –rodeó mi cintura con sus manos y me estrechó aún más– y cuando te pegué a mi cuerpo de esta misma manera, tu respiración se agitó, así como lo está ahora mismo e inconscientemente te lamiste el labio inferior que yo mordí.¿Lamí mi labio anoche? Eso no lo recuerdo, estaba tan nerviosa. Me molestaba la seguridad con que lo afirmaba todo, pero es que era cierto, cada una de las cosas que decía, incluso ahora me estaba sucediendo y esa palpitación en mi interior ¡Por dios! Ahora mismo deseo dejarme sucumbir ante él, su olor es increíble, anoche no lo noté porque había mucha peste a nicotina y alcohol, pero no, hay que ser fuerte, hasta ahora me está funcionando.-Mira, no sé quién eres, pero definitivamente adivino no, no sabes nada de lo que estás hablando, ahora aparta que llego tarde a clases – dije retirando sus manos de mi cintura para luego comenzar a alejarme de él.Se quedó observándome fascinado, con cara de sorpresa y creo que cierta admiración también, no estoy segura, solo sé que le escuché vociferar a medida que más me alejaba de él-¡Al fin me preguntas mi nombre, creí que no lo harías, soy Víctor, nos vemos esta tarde corazón, es una cita!No pude evitar sonreírme, era creído sí, pero su encanto tenía y su insistencia me gustaba también ¡Espera! ¿dijo cita? A qué se referirá, con él nunca se sabe, tendré que preguntarle a Eyra si sabe algo y sacarle más información sobre él, por lo menos ya conozco su nombre, ya no es un desconocido.Llegué al salón y unos minutos después llegó Eyra, como de costumbre se sentó a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja, solo de verla ya sabía que se traía algo entre manos.-¿Y, cómo te fue con Víctor?-¡Traidora! –pronuncié con un falso tono de dolida- Tú lo sabías todo, ¿por qué no me dijiste nada antes de ir a la fiesta?-Freya, tú nunca querías salir, ya te había invitado innumerables veces por la insistencia de Víctor, el solo hecho de aceptarme la salida anoche fue todo un logro y si te comentaba algo sobre algún chico me ibas a decir un rotundo no, ¿me equivoco? No quería forzar mi suerte –rió pícaramente--Te perdono solo porque tienes razón, pero, hablando ahora de Víctor, ¿tiene los zumos un poquito subidos no?Ella volvió a reír, esta vez, en voz alta -Puede ser, pero lo que sí te digo es que lleva tiempo queriendo salir contigo, no me dejaba tranquila para que los presentara y, a decirte verdad, creo que le gustas en serio.-¿Le gusto? – la sorpresa fue tangible en mi tono de voz-Claro, por qué no habrías de gustarle Freya, eres preciosa, tienes un cuerpazo monumental y además eres buena persona, ¿qué más hace falta para gustarle a alguien? Créete más, confía un poquito más en ti. Por cierto, ¿te invitó a lo de esta tarde?-¡Ahhh! Sí, algo mencionó de una cita, pero no sabía a qué se estaba refiriendo. Si voy a salir con él necesito que me des más información suya, según él, sabe todo de mí-Si quieres saber más de él es porque te gusta descaradilla-No, es solo porque ando en desventaja y eso no me agrada-Jajajaja, sí claro, miénteme que me gustaPero dale, dime, desembucha, cuéntame cualquier cosa, ¿qué estudia? ¿qué edad tiene? ¿qué música le gusta? Lo que seaEn ese momento entró el profesor al salón y todo quedó en silencio, Eyra no hacía más que reírse -Eyra, cuéntame, tienes que contarme – susurré-Esas cosas las tendrás que averiguar tú solita, sal del capullo ese en el que te has metido por voluntad propia, ya es hora – me susurró de vuelta.Por más que intenté en todo el día no conseguí sacarle ninguna información a Eyra, ni una sola seña me dio, supongo que tuvo razón y ya va siendo hora de que me permita disfrutar más. Ya veré qué hacer con Víctor esta tarde.Aproximadamente, sobre las 6 de la tarde, Eyra me dijo que comenzara a arreglarme para la salida, a esas alturas todavía no sabía ni a dónde íbamos a ir, solo me dijo que me vistiera casual.Ya que estaba en proceso de romper viejas costumbres me decidí por un top negro de encaje y una mini saya con una pequeña pero provocativa abertura en el muslo derecho, si Víctor tenía pensado volverme loca con sus jueguecitos, yo le iba a responder con la misma moneda.Ya eran las 7 cuando escuché sonar la puerta, yo no estaba esperando a nadie y Eyra tampoco. Cuando abrí, descubrí que era Víctor, era de esperarse, rodé mis ojos hacia arriba y se me escapó un «por supuesto que eras tú» en voz alta. Me corrí hacia un lado indicándole con la mano que pasara, pero por primera vez desde anoche me encontré con un Víctor estupefacto, no entró, no hizo ni un gesto, nada, solo me estaba mirando.-Oye, cierra la boca chico, te van a entrar moscas – dijo Eyra desde el fondo.En es
Al otro día, camino a clases, no iba tan distraída con los colores que me rodeaban como de costumbre, iba mirando a todas partes esperando divisar a Víctor en algún lado o a la expectativa de que me encontrara en el campus, pero no fue así, no lo vi en ningún lado. Eyra, que iba a mi lado se percató de mis pensamientos.-¿En qué andas florecita? Lo estás buscando, lo sé- dijo haciéndome un poco de cosquillas en mis costillas-Es que pensé encontrármelo por aquí igual que ayer, tengo que hablar con él, anoche en la fiesta… -me quedé callada unos segundos pensando qué le iba a decir porque no le iba a contar en qué estado me había dejado Víctor ayer, me daba vergüenza- nos fuimos y nos quedó pendiente una conversación.-Ya hablará contigo muchacha. Ahora cuéntame, ¿qué pasó anoche?-Nada, no te voy a contar mis intimidades al detalle loca –le dije y salí corriendo riéndome, por supuesto que ella me cayó atrás-Dale, cuéntame chica, ¿hubo sexo? –negué con
En cuanto entré al cuarto di riendas sueltas a mi llanto, seguía sin poder creérmelo. No entendía por qué esto me estaba pasando a mí, yo nunca había hecho mal a alguien, no me merezco estas cosas. Sentía un hueco en medio del pecho, como si un camión estuviera encima de mí y yo no pudiera moverme ni un milímetro. No puedo decir que estaba locamente enamorada de Víctor, solo habían pasado dos días desde que lo conozco, lo que me dolía era toda la situación, sentirme engañada, humillada, como un juguetito de algún niño, así era como él me había tratado.Pasé lo que restaba del día en modo letargo sobre la cama, no atinaba a más nada. Sentí que abrían la puerta, era Eyra que entró muy preocupada, claro, era de esperarse, falté al resto de los seminarios y yo nunca había faltado siquiera a uno. En su rostro solo había preocupación, se sentó en el borde de mi cama y comenzó a hablarme-Pero florecilla ¿qué te pasó? No fuiste a clases, me quedé preocupada por ti todo el día y
No daba crédito a lo que mis ojos estaban viendo, el mundo de tan grande que es, al final acaba siendo un pañuelo minúsculo. Cuáles eran las probabilidades de que casi tres años después me encuentre con mi crush de la adolescencia, un chico del cual lo único que conozco es su nombre. Es verdad que cuando menos planifica uno las cosas, mejor se dan. Lo tengo aquí frente a mis ojos y todavía no lo creo. Está más guapo de lo que yo recordaba, más fuerte, se dejó la barba, eso lo hace ver más masculino y su pelo rubio lo tenía alborotado y le caían algunos mechones en la frente.Él tenía la mano puesta frente a su cara protegiendo sus ojos del foco de la luz hasta que lo apagaron.-Uffff, estaba fuerte –dijo sonriendo refiriéndose a la intensidad del reflector¡Dios! Su voz, ronca, pero a la vez suave, algo impresionante. No me había visto, supongo que sus ojos estaban encandilados todavía, como todo un profesional no permitió que eso lo frenara, comenzó su seminario c
No tengo la menor idea de cómo puedo estar hablando tan calmadamente con él, no sé si es que aprendí una lección con Víctor o es este hombre que en realidad me transmite tranquilidad, habla tan pausado, eligiendo cuidadosamente sus palabras. Al fin puedo verle sus ojos de cerca, eran tal y como los recordaba, me devoraban, podía quedarme horas mirándolos, eran para mí como una espiral en medio de un proceso de hipnosis.-¿Cómo que desde esa noche me has estado buscando?-Sí, no descansé hasta dar contigo aquí. Este curso que estoy ofreciendo no es casualidad. Mis hombres estuvieron todos estos años tratando de dar con alguna pista que me llevara a ti, tus apellidos, tu dirección, algún trabajo temporal, tu escuela, pero nada aparecía, era como si te hubieses esfumado, casi me había dado por vencido hasta que las solicitudes de admisión de pasantía llegaron a mis manos para firmarlas y vi tu foto en esa bendita planilla. Inmediatamente supe que algo tenía que hacer para v
Ya han pasado dos años y medios desde aquel encuentro con Freya y aún nada, no tengo ni una mínima pista que me pueda indicar dónde se encuentra, qué está haciendo, dónde vive. Mis hombres llevan investigando desde el día siguiente a esa noche, pero todo intento ha sido en vano, es como si se hubiera esfumado de la ciudad. Yo mismo en persona fui en varias ocasiones al parque donde siempre estaba y a los chavales que les preguntaba solo sabían decirme que ella no había ido más por ahí y sus amigas tampoco, esto es de locos.Mi mamá sigue presionándome para que establezca una relación con Valquiria, solo de pensarlo me estremezco, jamás estaría con una persona como ella. Recuerdo la conversación con mi madre como si fuera hoy.-Apolo cariño, ya tienes 24 años, es tiempo de que vayas asentando cabeza y busques una buena chica para ti, con la que puedas establecerte, detrás de un buen hombre siempre hay una gran mujer, te hace falta alguien que esté siempre a tu lado para a
Me despierto a causa de los gritos y brincos que Eyra está dando a mi lado- ¡Ya es de día florecilla, arriba, de pie! Cuéntame ya lo que pasó. Ayer te libraste, pero hoy no.Mucho fue lo que me costó poder disuadir a esta loca ayer para no tener que contarle en ese mismo momento, no podía, mi cerebro todavía estaba procesando todo aquello, era demasiado y a él, no pude sacarlo de mi cabeza, ese pelo rubio alborotado pero a la vez acomodado en su sitio para hacerlo parecer un poco despreocupado, sus ojos, pudiera estar horas mirándolos, esa forma de hablar tan pasiva pero masculina, su manía de acariciar mi mejilla y sobre todo, el acto que tuvo conmigo al salir a mi defensa como si fuese sacado de un caballero de la historia de Excalibur.Todo en él era tan perfecto, tenía curiosidad por saber qué otros trucos se traería entre las mangas. Le conté todo
El restaurant estaba cerca de mi cuarto, solo tardé diez minutos en llegar. El chofer me abrió la puerta y vi parado a la entrada a Apolo. Estaba radiante, había elegido un esmoquin azul oscuro que le aportaba más aspecto (si es que eso es posible, este hombre de por sí ya luce extremadamente elegante, su estatura lo ayuda mucho) Tenía una sonrisa radiante y un brillo particular en los ojos, era extraño, podía ver en ellos una mezcla de alegría y travesura. Cuando estuve lo suficientemente cerca de él pasó su brazo por mi cintura y me dijo:-Estás perfecta Freya y de rojo, ¿sabes bien lo que estás haciendo?-Muchas gracias, tú también te ves excelente y sí, sé bien lo que estoy haciendo –me señaló el camino con su mano dejándome ir delante, sabía que me observaba, sentía el peso de su mirada detrás de mí, así que, procuré caminar lo más derecha posible, arqueando bien mi espalda para que pudiera apreciar mis atributos.El mesero nos condujo hasta un reservado que s