No puede ser que cuando mejor estoy con Freya, estas mujeres vienen a amargarme la existencia, no lo puedo creer. Estoy seleccionando el menú para la boda con Freya y a mi móvil ya me han entrado cuatro mensajes de texto entre Araya y Valquiria, ya por mucho que quiera concentrarme no puedo hacerlo, me es imposible, solo estoy pensando en que ellas sabían en el lugar en que iba a estar a esta hora y quieren verme
*Estamos en el mismo restaurante que tú, antes de irte sube hasta la azotea, vamos a estar esperando por ti, A.
*Apolo, no respondiste el mensaje de Araya, supongo que sea porque estás bastante atareado seleccionando tu buffet, aquí vamos a estar, no faltes. Valquiria
No sé cuál de las dos me disgustaba más en estos momentos, la tarea más difícil, era hacer esto y tener que mirar a Freya a la cara, es tan inocente, no se merece nada de esto, ya ha pasado por demasiados tragos amargos en su vida, pero ya tengo un plan en marcha y no puedo detenerlo, no si q
Me está mirando fijamente y juraría que puedo ver un brillo particular en sus ojos, sé que me lo quiere contar todo, lo sé, solo que está teniendo una lucha interna en su cabeza, no sabe si hacerlo o no. Por favor Apolo, sácame de esta incertidumbre, acaba de decirme que todo tiene una explicación que no me estás siendo infiel, por favor. No puedo dejar de suplicarle internamente, pero sé que como mismo yo puedo saber lo que está pensando con fijarme en su mirada, él puede hacer lo mismo y sabe que prácticamente se lo estoy rogando-Amor, me he dado cuenta que en estos últimos días has estado muy raro, en un inicio pensé que era por todo esto de la boda, pero ahora viendo como estás me doy cuenta que no es por eso, algo más está sucediendo, cuéntame por favor, déjame ser partícipe de todo –no sé de qué otra forma pedírselo, le acabo de suplicar en voz alta, es extraño, pero siento que esta vez no está interpretando su papel, puedo sentir que en realidad está muy dolido, algo l
Si un productor de cine llegaba a este local en estos momentos, podía tomar esta historia y convertirla en una telenovela de seguro. No podía dejar de mirar la cara de Apolo, no podía creer que estuviera ahí, ni que lo hubiera descubierto, ni siquiera que le esté hablando de esta forma, nunca antes me había visto así de alterada, para los ojos de alguien que no conociera la historia, yo fácilmente podía ser la mala en todo esto, pero no es así, soy la víctima, solo que en vez de estar llorando por los rincones y lamentándome de todo lo que estaba sucediendo, decidí tomar las riendas por mi cuento. Si Apolo me trata de esa manera, no se merece que yo le tenga compasión.Ayer, incluso después de haberlo atrapado en esa habitación de hotel, de haber escuchado las cosas tan crueles que tenía para decir sobre mí, de haber presenciado y visto besándose con estas dos, le di la oportunidad de que se arrepintiera, de que me dijera la verdad, por qué estaba haciendo todo eso, aunque fue
Llegué a casa de Indra y como siempre, ella tan linda estaba esperándome en el portal, siempre salía a recibirnos, esto solo me dificultaba más el trabajo, yo venía con una coraza de la conversación que acabo de tener con Apolo y las otras dos zorras y ahora, encontrarme con un alma tan noble como la de Indra hacía que mis murallas se derrumbaran sin ni siquiera intentarlo. “Vamos Freya, tienes que ser fuerte, no te dejes apagar, necesitas cerrar este círculo” Me armé de valor y salí del coche directo hacia ella. Llegué y de inmediato me dio un abrazo de bienvenida-Qué bueno tenerte aquí de nuevo, me alegro mucho, pero ¿dónde me dejaste a Apolo? Todavía no se han casado, no me lo puedes secuestrar aún –me dijo con una sonrisa radiante-Indra, Apolo no va a venir, esta vez voy a ser solo yo –le respondí con el ánimo contrario completamente al de ella y al notarlo su sonrisa se desapareció de su rosto-¿Pasa algo Freya? Estás demasiado seria y con un semblante trist
Ahora me había dejado pensando, yo había tomado la decisión de terminar la relación por lo que pensaba que me estaba haciendo Apolo, pero justo ahora descubría que cada cosa que vi tenían una justificación tal y como me había dicho él, supongo que entonces ya no tiene sentido separarnos solo que tenía todavía esa sensación de estar molesta, ya no con él porque sería absurdo, pero sí con las otras dos por haber ocasionado todo esto, ¿cómo es posible que puedan existir personas tan malas en el mundo que desean hacer daño solo porque sí? Entonces ¿qué respuesta le doy a Apolo?-¿Freya? –me llamó sacándome del lapsus en el que estaba-Perdón, es que realmente no lo sé-¿Cómo que no lo sabes?-No, es que ahora mismo tengo una mezcla de sentimientos encontrados, comprendo que no hiciste nada malo, eso no es lo que me tiene confusa, es que hasta hacía cinco minutos estaba tan molesta, tan triste, tan descompuesta y a eso añádele ahora la sorpresa de lo que me mostra
-Apolo, cielo, no te demores más que vamos a llegar tarde –le grito desde la sala para que me escuche bien y a los pocos segundos aparece enfrente de mí-Disculpa cielo, es que no encontraba mi móvil, ¿cómo sigues? ¿te has mejorado algo?-La verdad muy poco, me encuentro bastante mal –llevo ya unos cuantos días enferma, mi estómago duele a cada rato, vomito a cualquier hora, estoy cansada todo el tiempo, hasta he bajado un poco de peso. Por eso es que hoy Apolo y yo vamos al hospital para que me realicen unas pruebas y estudios que nos indicó nuestro médico para descubrir qué es lo que me tiene así, cuál es la causa de tantos malestares-¿Estás nerviosa cielo? Sé que después de que casi mueres los hospitales no se han convertido en tu lugar favorito precisamente-Estoy bien, solo un poco ansiosa –Apolo tenía razón, desde ese entonces no soporto el olor ese particular que tienen los hospitales y la vibra que me transmiten es horrible, no quisiera tener que ent
Desde que tengo conciencia, siempre he sido una luchadora, mi madre pasaba muy poco por casa, durante el día trabajaba y en la tarde solo pasaba para dejarme la comida que me había comprado y para alistarse, todas las noches salía con algún tipo, muy pocas veces era el mismo, solamente mantenía relaciones algo más duraderas con aquellos que tenían la posibilidad de darle la "buena vida" que a ella le interesaba y mi padre, bueno, a ese nunca lo conocí, cuando mi madre salió embarazada hizo lo típico: irse; suena a cliché, lo sé, pero es lo que hay, estas cosas suceden en la vida real.Toda mi infancia me la pasé en estas circunstancias, por tanto, tuve que aprender a hacerme mis cosas, limpiar la casa, lavar mis ropas, y sí, también defenderme sola ante el abismo voraz que es la vida.Como tenía tanto tiempo libre y nadie que me regañara o me prohibiera hacer las cosas, sobre los 16 años comencé a salir sola con mis amigas, esperaba a que mi mamá se fuera a sus andanzas,
Aquí estoy, como ya es costumbre cada noche de viernes, esperando a que sean las 8 para ir a mi bar preferido, por ella. Siempre está en el parque de la esquina esa chica, me la he cruzado en ocasiones, la he visto disfrutando con sus amistades y es preciosa, su tez blanca y su pelo castaño le resalta el color azul de sus ojos y su mirada es tan angelical que a veces me da miedo ensuciarla con la mía.Tener una vida tan formada, tan "perfecta" como la mía a veces resulta agotador. Todos esperan de uno que sea ese tipo impecable, sin un solo borrón en su historia. La vida empresarial me ha ayudado mucho a abrirme puertas, conocer personas importantes y claro, también en la parte económica, ser millonario tiene sus ventajas, pero, es solo eso, fachada. Tengo la sensación todo el tiempo de estar vacío, algo me falta y cuando la veo a ella, aunque sea desde la distancia, esa sensación en el pecho se desvanece, es gracioso, ni siquiera sé su nombre y saber que existe y verla furtiv
Después de mi encuentro con Apolo aquella noche, pasé meses pensando en volver al bar, a verlo, pero el miedo se apoderó de mí y pudo más que yo. Me lamenté mil veces ser tan indecisa. Cada vez que recordaba su sonrisa pícara, el toque de sus dedos en mi piel, su voz, me erizaba de pies a cabeza, había algo en él que a pesar de su forma tan bruta de proceder conmigo, me inspiraba confianza, pero nunca me armé de coraje para ir en su búsqueda nuevamente, no sabía que el destino tenía planeado algo diferente para mí.(…)Pasó el tiempo y las cosas por casa se mantenían iguales, solo que mi madre ahora andaba con un tipajo que se había mudado con nosotras. No creo que estuvieran enamorados el uno del otro, pero bueno, mi mamá era un ser incapaz de amar, eso no era lo que ella buscaba en los hombres. A este hombre lo endulzaba y como me decía de pequeña, le daba lo que él quería, y como premio él le complacía todos los gustos que ella quisiera.Me pasé los dos años res