De verdad que lo intento, en serio, pero mi vida no deja de ser algo demasiado complejo, muy difícil de manejar al menos para mí, aunque mi mejor amigo de pago, llamado profesionalmente como terapeuta o psiquiatra como se prefiera, intenta guiarme con pautas sencillas impresas en los manuales o basadas en experiencias de otros pacientes, para que pueda seguir el ritmo que impone este universo que no cuenta conmigo, pues nunca consigo coger el paso, voy siempre atosigado, fustigándome por no poder cambiar mi entorno, a sabiendas que es una misión imposible. El mundo está empeñado en que me adapte, pero a mí nadie me ha preguntado que opino al respecto, con tantas normas sociales y protocolos preestablecidos con los que, en verdad no comulgo. Por eso siempre acabo tachado de rarito, el inadaptado, el loco, pero si oyen mi verdad sobre el tema, para mí, los locos sois los demás que actuáis por inercia repitiendo patrones sociales impuestos que dais por correctos, ¿y si no fuese
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