Observo con ansias la hora en mi reloj que brillaba en la oscuridad, desde que nos mudamos tenía muchas ganas de ver a Tony, uno de mis mejores amigos, le había preguntado a mi madre si podíamos traer a mi nuevo mejor amigo, Chuck, pero no quiso, dijo que su padre era alguien muy importante y que nunca lo dejaría venir, pero prometí llegar a casa con nuevas aventuras, eso era un hecho.Llevaba poco tiempo en preguntar acerca de la distancia cuando mi madre me dijo por milésima vez que faltaba poco, realmente muy poco para llegar, y yo le creí, ya que esta vez estábamos llegando a la casa de Tony, y en cuanto bajé del auto corrí hacia él, quien ya estaba fuera esperándome.—Tardaste demasiado —me dice Tony sonriendo— tengo unos nuevos ju
Leer más