—¿Qué haces aquí? —pregunto al verla apoyada en la pared. —Pues, no te apareces por la casa, entonces he decidido venir a buscarte. —Mala decisión —contesto. Mi peor error fue mantener una relación amorosa creyendo que opacaría a mi Jeze, pero jamás ha funcionado, por lo que se terminó. He tenido mujeres, miles para ser honesto, pero nunca me sentí satisfecho, nunca he mordido la piel de una mujer, por lo que solo se los arrebato como donación y lo bebo en mi copa cual vino fuese. En cambio, Elena siempre ha querido que la mordiera y bebiera desde su piel, pero nunca me ha apetecido hacerlo. Ese acto es algo muy íntimo, solo ocurre con tu pareja, tu alma gemela, y así es como seguirá siendo, porque, aunque no esté con ella, la respeto. No bebería otra sangre que no fuese la de ella. Para los humanos la infidelidad abarca de muchas maneras, especialmente el contacto físico y mental, manteniendo relaciones íntimas con otras personas que no sea tu pareja. Sin embargo, en mi mundo, la
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