GAEL CLAYTON
Siempre la observaba desde las sombras, la cuidaba, la protegía sin que ella supiese de mi existencia. Tuve idealizadas todas mis vidas, siguiendo la aburrida rutina al pie de la letra por casi mil años, la vi reencarnar en varios cuerpos y sin duda, esta es su mejor versión.
Enérgica, inteligente e independiente en su área; como profesional médico es fabulosa, meticulosa, preparada, honesta y sobre todo feliz. También amorosa, cuidadosa, tan gentil y dulce con los necesitados y tan valiente al enfrentar adversidades.
La vi afrontar múltiples conflictos familiares, tan positiva y tan pacientemente, leal a su familia, aunque no la apoyen, cordial con todos esos parásitos de su empresa que solo se quieren aprovechar.
Se de primera mano que su empresa está pasando por una crisis, y se con seguridad que ella lo solucionará, porque siempre lo hace. No entiendo cómo es que su padre no ve la audacia e inteligencia de su niña. Porque, aunque parezca una mujer hecha y derecha, es una niña que aun llora en las noches por ser regañada, por el estrés que acumula y me siento orgulloso porque a pesar de todo eso ella salió adelante.
Nunca intervine en su vida, está más segura lejos de mí, y sin que sepan de su existencia. Ser Rey conlleva a tener muchos enemigos, y sin duda si supieran que ella es mi debilidad, la usarían como carnada, ella es mi calma y mi destrucción a la vez.
Es por eso que nunca la busqué y aunque con su sangre y la compañía de mi alma gemela me convertiría en el ser más poderoso, prefiero mantenerla segura, y cuidándola de lejos.
Bueno, eso era hasta que Boruta la interceptó. No negaré que sentí temor de que pudiera lastimarla, y gracias a los demonios que estaba cerca.
Boruta es uno de los discípulos del Reino enemigo, los que optaron independizarse, y aunque estemos en común acuerdo, El Rey Caine busca la manera de quedarse con mi trono. Ellos son los malvados por así decirlo, los que asesinan sin compasión, y aunque nuestro instinto nos obliga a hacerlo, en mi Reino está prohibido matar.
Ese fue el motivo de que muchos de mis hijos se vuelvan rebeldes y se marcharan creando un imperio nuevo sin reglas, aunque para su mala suerte, soy más poderoso y eso logró detenerlo y firmar el acuerdo de sangre.
Y aunque parece tonto, lo hice por mi Jezebeth, por su seguridad y por su felicidad.
—¿Qué quieres decir con no soy malo y tampoco bueno? —pregunta, trayéndome a la realidad nuevamente.
Es increíble la facilidad con que se adaptó a mi presencia, y es que de hecho de eso se trata las almas gemelas, el estar juntos inspira seguridad, y aunque la confianza tarda más en ganarse, yo si confío en ella.
—Solo eso, todos tenemos un lado malvado en el fondo, y pues yo tengo uno —respondo cauteloso, tratando de no asustarla. Sé que tiene muchas preguntas, su cabeza trabaja a mil por horas formulando preguntas y creando respuestas para ella.
—Hmm, entiendo —masculla no muy segura, sin embargo, no realiza más preguntas, solo se mantiene callada.
—Trata de no alejarte de las personas, es peligroso lugares solitarios y oscuros como ese —sugiero, aunque ahora que Boruta sospecha de quien sea, su seguridad será el doble, y haré lo que temía, ponerle guardaespaldas, que la vigilarán y protegerán de entre las sombras como lo he hecho yo durante toda mi vida.
—Créeme cuando te digo que no volveré a salir sola por esos lares, más cuando sé que existe seres sobrenaturales —dice.
Me sorprende la simpleza con que se expresa, no se guarda nada, su valentía es alucinante, sin embargo, el descontrol con que late su corazón me confirma sus dudas y temor.
—Estás en tu casa, salva y segura —aviso cuando me estaciono frente mismo a su lujoso hogar; me mira interrogante.
—¿Cómo es que...? olvídalo —sonrío.
Entiendo que solo es así porque soy yo y en parte porque le inspiro seguridad, porque si fuese lo contrario estaría gritando como desquiciada. O simplemente la madurez con que se planta es sorprendente. Trato de leer su mente, pero se ha bloqueado, lo que me hace fruncir el ceño, de estar formulando preguntas ahora quedo en nada, en blanco.
La miro alejarse; no obstante, queda parada en la entrada misma, gira y me mira.
—Gracias señor desconocido —grita, a lo que yo solo asiento.
—¿No quieres saber mi nombre?
—Para ser franca, no quiero volverte a ver —dice riendo al ver mi rostro descompuesto, esperaba todo menos esa respuesta.
Bloqueó su mente, de modo a que no pueda saber que piensa, aceptó que existe seres sobrenaturales y dijo que no quiere volver a verme. Por un lado, entiendo su sentimiento de seguridad conmigo, pero por otro esperé que quisiera volver a verme.
Es inteligente mi Jezebeth
Me alejo de su hogar para irme al pequeño departamento que compre para estar cerca de ella, me adentro topándome con una extraña figura en la puerta.
Elena.
—¿Qué haces aquí? —pregunto al verla apoyada en la pared. —Pues, no te apareces por la casa, entonces he decidido venir a buscarte. —Mala decisión —contesto. Mi peor error fue mantener una relación amorosa creyendo que opacaría a mi Jeze, pero jamás ha funcionado, por lo que se terminó. He tenido mujeres, miles para ser honesto, pero nunca me sentí satisfecho, nunca he mordido la piel de una mujer, por lo que solo se los arrebato como donación y lo bebo en mi copa cual vino fuese. En cambio, Elena siempre ha querido que la mordiera y bebiera desde su piel, pero nunca me ha apetecido hacerlo. Ese acto es algo muy íntimo, solo ocurre con tu pareja, tu alma gemela, y así es como seguirá siendo, porque, aunque no esté con ella, la respeto. No bebería otra sangre que no fuese la de ella. Para los humanos la infidelidad abarca de muchas maneras, especialmente el contacto físico y mental, manteniendo relaciones íntimas con otras personas que no sea tu pareja. Sin embargo, en mi mundo, la
Estuvimos conversando un par de horas más, informándome los problemas en el Reino, las decisiones tomadas en las reuniones por el consejo, en el cual la traidora de Elena se encuentra. La que considere amiga, consuelo y me llenaba de placer cuando estaba estresado me ha traicionado por el poder. Querer ser Reina es algo que siempre anheló, y poco a poco fue demostrando su verdadero rostro. En mi hogar todos somos familias, nos cuidamos mutuamente, pero ella… ella ha traicionado esa confianza que le habíamos brindado. Todos tienen la libertad de vivir como deseen, de cazar sin matar, de pasear en su forma animal. Sin embargo, muchos no aceptaron esa ley y se marcharon con los rebeldes, mismos que han hecho cosas espantosas en la ciudad sin importarles los sueños que aquellos humanos poseen. Elena fue más inteligente y quiso trabajar desde adentro por obvias razones, y para su mala suerte, aunque el consejo este a su favor, también existe seres en contra de esas decisiones. Era una muj
DAILA PETERSEN. Sentía que me daría algún infarto en aquel lugar. Esos hombres no eran normales, definitivamente no lo eran. Ingresé como quien huyera de algún depredador a mi habitación, cerrando la puerta con pestillo, para sentirme más segura, corrí para cerrar también las ventanas. Incluso el viento me atemorizaba. Intenté en todo momento ser fuerte, no demostrar lo intimidada que me sentía estar envuelta en situaciones como esa. Destaco que al principio me sentí agradecida con el sujeto que me salvó del maniático extraterrestre veloz, sin embargo, todo se fue a la basura cuando me di cuenta que eran lo mismo, veloz. Algún súper poder en especial tenían porque podían sentir o escuchar el latir de mi corazón, a pesar de que trataba de controlarlo. Y eso no es todo, sentía que podían leer mi mente, por lo que decidí pensar en nada para corroborar, y ¡bingo! No descubrió nada. Por eso, en estos momentos estoy temblando de miedo, tras estas paredes puedo ser la niña asustadiza que s
—Emocionada con esta cirugía, Doctora —habla mi tutor. Muevo la cabeza en afirmación, de un modo muy feliz, como en todas las cirugías que participé. Ya no somos simples médicos cirujanos, somos profesionales aprendiendo cada día. Una de las enfermeras me ayuda con el traje y luego me coloco los guantes y así, con la sonrisa en mi rostro ingreso al quirófano. La cirugía da inicio, el profesional a cargo es uno de los mejores en el área y por ello es considerado el mejor del país y no solo aquí, sino que también es reconocido por sus mágicas manos y su inteligencia en casi todas partes del mundo. Entre los compañeros nos cuidamos y ayudamos entre sí, a excepción de Camilo, él es de esos que siempre está queriendo acaparar todo; no obstante, siempre sale en segundo lugar en las pruebas implantadas por los supervisores, pues su falta de compañerismo en momentos críticos le ha jugado en contra. Pues aquí todos somos iguales y todos necesitamos de todos para salvar una vida. Pasada casi
Las irregularidades que muestran estos documentos son bastantes negativos, a decir verdad, Paula tiene razón, esto empezó años atrás y ahora será todo un reto lograr balancear nuevamente en el mundo empresarial. Nuestra empresa ha perdido gran prestigio por esto, perdiendo socios importantes que invertían en ella. —Esto es grave, demasiado grave, padre —susurro, acomodando algunos papeles sobre el escritorio. —¿Sospechas de alguien? —pregunta, posicionando una de sus manos en su barbilla. —Todos son sospechosos —suelto un suspiro—. ¿En serio no tomaste medidas? Me sorprende viniendo de ti. —No confío en nadie —confiesa con un atisbo de vergüenza. Mi padre es sexy y muy inteligente, siempre fue un hombre de negocios y fundó el imperio Pettersen solo. Esto definitivamente no es algo propio de él. —Entonces la mejor opción era que la empresa caiga en ruinas —afirmo con burla. —No pensé que llegase a este punto, Fabricio decía que eran faltantes pequeños. —¿Fabricio? ¿Es en serio p
Después de los reclamos de mi madre y las recomendaciones de mi padre por salir muy tarde de la empresa, por fin estoy en mi habitación, limpia y curada con un apósito en la ceja. Me acuesto a mi cama, mirando el techo de mi habitación, rememorando lo sucedido y estoy segura que había alguien en mi coche. —¿Me estaré volviendo loca? —susurro a la nada. —No estás loca, mujer —la voz de un hombre llena la habitación. Me pongo de forma firme apresuradamente en la cama y lo veo sentado en una esquina bebiendo lo que parece ser vino—. No grites —pide en el momento exacto cuando planeaba hacerlo—. Y, lo siento por el accidente. Lo observo minuciosamente, intentando detallar cada aspecto de su rostro, gestos, sin embargo, jamás lo he visto en mi vida. ¿O sí? ¡Claro! Es el sujeto del hospital. Pero… ¿Qué mierdas quieren conmigo? —Eres pálido —susurro— ¿Qué es lo que quieren las caras pálidas? —¿Eh? ¿Si? —responde dudando de su respuesta. —Me estoy volviendo loca —murmuro poniéndome de p
GAEL CLAYTON. Ingreso al gran castillo, al que por muchos años llamé hogar, pero en el cual no me siento feliz desde que mi padre no está. Renunció a su legado quedando yo como heredero desde que descubrió que su alma gemela era un licántropo. Más bien, ella lo descubrió por su simple aroma. En fin, solicitó el divorcio a mi madre, quién sin poner ninguna objeción a su pedido, se lo dio, al fin de cuentas no estaban enamorados. Mi madre siempre fue dura con mi crianza y me preparó para asumir el poder, lo mismo pasó con mi padre, quién, pese a no ser visto con buenos ojos ante los integrantes del consejo, estaba para mí y no solo como un maestro, sino como el gran padre que es, el gran hombre, que renunció a todo por el amor de su vida. Diría que yo sería capaz de hacer lo mismo por mi Jezebeth, pero, si yo abandono no habría quien asuma porque no tengo un heredero, no obstante, siempre he demostrado ser capaz y merecido del puesto. Luche por mi gente y daría mi vida por ellos con t
Cruzo la puerta y puedo observar el lugar lleno de viejos que solo están cortados a la antigua, Elena a lado de su padre Iván. Un hombre de unos sesenta y cinco años humanos, pero de unos seiscientos años en vampiro. Menor que yo, pero con un poder inimaginable con el que desea opacarme en este mundo por ser parte del consejo. En muchas ocasiones quiso decidir por mí y como Rey legítimo que soy, nunca se lo permití, dejando en claro cuál es su lugar. Todos se ponen de pie cuando sienten mi presencia, reverenciándose ante mí como lo más sagrado que existe. —Majestad —habla uno de los integrantes—. Es un honor volver a verlo después de estos meses. —Buenas noches —saludo—. Sólo he dejado mi trabajo para venir a cerciorarme si los rumores son ciertos. —Entiendo —responde el sujeto, agachando la cabeza. —¿Que saben de los discípulos de Caine? —pregunto. —Están cumpliendo su parte del trato —avisa Iván, lo cual me resulta extraño. —Boruta es parte de su clan y ha estado matando gent