GAEL CLAYTON. Me encuentro amarrado de pies a cabeza, ante mis ojos se encuentra mi madre y Derek, asimismo también algunos de mis hombres de confianza. Nos encontrábamos en una especie de coliseo dentro de una cueva, observo y puedo ver a algunos miembros del consejo. Dejando mis ojos clavados en ello unos segundos, logrando incomodarlos de ese modo. Desconozco que ha pasado con las familias de mí ahora esposa y lo que más preocupado me tiene es no saber qué fue de ella. Porque la llevaron, porque justamente a ella. —Pensando mucho —inquiere un Fabricio sonriente, pero lo único que despierta en mi es repugnancia— Enseguida tu amante y Boruta la traerán. —Más vale que no tenga ni un solo rasguño, porque juro… —Shh —me silencia, levantando su dedo índice—, tú ni siquiera estarás vivo. Me muestra una daga de plata, con la que supongo me apuñalara en el corazón. Miro a Derek y está tan preocupado como yo, mi madre aún sigue inconsciente y no entiendo porque aún no ha despertado. —
DAILA PETTERSEN.Cuando la mirada de Gael se clavó con la mía, sentí como la daga se adhería dentro de mi corazón, a pesar de ser él quien recibía dicho puñal. Sus ojos empañados de sangre me dolieron, su dolor es mi dolor, su desesperación era la mía. Él se sentía débil e impotente en no poder hacer mucho para defenderme y yo me sentía mucho peor al no saber cómo defenderme.Fabricio absorbía gran parte de mis poderes, sentía como cada fibra de mi cuerpo se iba debilitando, pero su error fue despertar mi ira, mi dolor, arrebatarme a mi esposo fue una equivocación muy grande de su parte.No sé, pero lo primero que hice fue gritar de dolor al ver caer de rodillas a Gael, logrando con ese grito que el brujo me soltara y que todos se revolcarán de dolor tapando sus oídos, incluido mi esposo.Estaba sumida en mi miseria, que toda la ira se acumulaba en forma de fuego en mis manos, mis huesos parecían hacer una fiesta dentro de mi cuerpo, que crujían como evolucionando dentro mío haciéndom
GAEL CLAYTON.Escucho sollozos a mi alrededor, mi esposa está llorando. Intento levantarme, pero siento mi cuerpo congelado. Su mano se aprieta en la mía y sus suplicas son desgarradoras.Quiere que regrese a su lado y no entiendo en que momento me fui si aún la sigo escuchando. Quiero que sepa que estoy a su lado, que sigo aquí con ella. Escucho todo, incluso cuando Derek viene a buscarla con Caine, incluso sus suplicas al querer que silencien todo. Las voces que llegan a ella. Sus habilidades se han desarrollado demasiado rápidos que me tienen sorprendidos y a la vez preocupados al sentir su desesperación. No puede controlarlo.Caine junto con Derek le han propuesto que se quede para adaptarse con las nuevas habilidades que posee y eso en parte me tranquiliza, especialmente porque no estoy muerto y la quiero cerca. El estimado rey que ya no es enemigo, no quiere responsabilidades, por lo que a toda costa quiere que ella se haga cargo.Un latido más escucho en su cuerpo, pero siento
Un brazo rodea mi cuerpo; es la de mi madre, quien aun con lágrimas en los ojos, no puede creer que estoy vivo.—Pensé que los perdía —susurra.—Ella me salvó madre. —Apartándome de ella y arrodillándome a la altura de donde se encuentra mi esposa.—Ella sobrevivirá y esperemos que sea la misma —murmura, la miro con suma intranquilidad, realmente eso me llena de temor. Cuando digo que no quiero perderla, me refiero exactamente no solo a lo físico, sino a su esencia.—La voy a bañar y a cambiar estas telas blancas—aviso y ella se va. Ella aún seguía puesta con el vestido con el cual contrajimos matrimonio. El blanco no era blanco, estaba pintado de rojo y tierra. Sus uñas estaban ligeramente sucias, pero aparte de eso, no había rastro de ninguna herida en su cuerpo a excepción… rápidamente abro el lado del pecho de su vestido que tenía una mancha de sangre reciente y al romper la tela pude ver la herida de la daga que estaba en mi pecho. Ella había absorbido mi muerte.Pasé rápidament
Los días pasan tan rápidos que ya se han vuelto meses y ella aún no despierta. Tuve que inventarme escusas a sus padres de que aún seguíamos de luna de miel, asimismo, Derek se encargó de la empresa, la cual ya era de ella. Sus padres a duras penas aceptaron, pero fue lo que quería. El hospital también pasó a ser de ella, para cuando despierte encuentre que tendrá un trabajo seguro, con personales competentes.Pude observar que ella cada vez se veía más flaca, sus huesos sobresalían, sus ojos se encontraban hundidos y eso en parte me desesperaba. No quería entubarla para alimentarla, pues sola no podía, por lo que me vi en la obligación de hacerlo, ya que no entendía que es lo que necesitaba.No le faltaba nada, tenía todo a su disposición, por lo que las opciones para alimentarla se estaban agotando. No sabíamos que es lo que mi hijo quería, pues él era el que consumía todo de mi esposa, su madre.Él, así es, ya sabíamos el sexo del bebé, es un hombrecito. Para el pueblo será un here
DAILA PETTERSEN.Nunca fui normal en la vida, siempre sufría extraños cambios en mi cuerpo, asimismo, los cambios de humor repentinos eran demasiado, que muchas veces quería usar la fuerza. Ahora entiendo porque todos esos eventos raros en mi vida, esa fiesta en mi organismo, esos sueños en mi mente. Ahora entendía que yo nunca fui humana. Pero… ¿Si fui una reencarnación, como es que nací con estas habilidades?Tengo miles de preguntas que buscan respuestas coherentes, tengo curiosidad de saber hasta dónde puedo llegar con tantas habilidades que no tenía idea, existían en mí.No obstante, son parte de mi desde siglos atrás, por lo que debo adaptarme a ellos, aprender de ellos y dominarlos por sobre todas las cosas.Me siento entumecida e incómoda. Quiero levantarme de donde sea que esté postrada, pero increíblemente no puedo. Siento sed, siento hambre. Mi estómago ruge por ello.Lo más extraño es que siento mis manos encenderse, un calor rodear cada uno de mis dedos, del mismo modo, e
Aquella vez el grito de Gael impidió que cometa otro asesinato. Cuando giré mi rostro para observarlo, no puedo evitar sentirme tan atraída por él. Él no sabía, pero fue justamente él quien me llevo al cielo, sin embargo, también fue él quien me arrastro al infierno con un solo beso.Y yo me sentía feliz de arder con él, porque sin darme cuenta, con cada paso que daba; fui seducida por el mal que él provoca, bendito pecado culposo, envuelto en lujuria que deseo probar.***Nos encontramos en estos momentos en la ciudad, exactamente en la empresa. Paula corre despavorida por todo el lugar, emocionada de verme, yo sin embargo me tuve que colocar lentes de contacto, pues no puedo aun lograr dominar el color de mis ojos como lo hacen Gael y compañía, y con compañía me refiero a Derek.Este último, me envolvió en un abrazo muy cálido, susurrándome que estaba feliz de volver a verme, del mismo modo mis padres, pero con la diferencia de que ellos estaban más o menos molestos por lo de la emp
GAEL CLAYTON.Siento que me mueven, por lo que me levanto y veo la sorpresa de mi esposa y sus ojos lagrimosos y muy abiertos. No entiendo exactamente que sucede ni porque motivo no me habla.—Ya viene —susurra y no entiendo a qué se refiere—. ¡Ya viene!Grita desesperada y es ahí cuando hago clic. Automáticamente entiendo a qué se refiere. Me siento mareado, no sé qué hacer, por lo que lo primero que hago es levantar la manta gruesa que nos cubría del frio – y eso que no sentimos – grande fue mi sorpresa al ver la sangre empapando la cama.—Te llevare al hospital Daila, Eloise no está —informo.—Me desangrare y necesitaré sangre —avisa—. Ellos no saben.Su dolor era mi dolor, sentía que el que estaba pariendo era yo y no me gustaba que se sintiera así.—Algo haremos —susurro levantándola en brazos y llevarla hasta el auto.Manejo a gran velocidad y pido exactamente a Lizzie y al Doctor Murphy. Son de confianza de mi esposa por lo que me veré en la obligación de confiar tambien. Rápid