Un brazo rodea mi cuerpo; es la de mi madre, quien aun con lágrimas en los ojos, no puede creer que estoy vivo.—Pensé que los perdía —susurra.—Ella me salvó madre. —Apartándome de ella y arrodillándome a la altura de donde se encuentra mi esposa.—Ella sobrevivirá y esperemos que sea la misma —murmura, la miro con suma intranquilidad, realmente eso me llena de temor. Cuando digo que no quiero perderla, me refiero exactamente no solo a lo físico, sino a su esencia.—La voy a bañar y a cambiar estas telas blancas—aviso y ella se va. Ella aún seguía puesta con el vestido con el cual contrajimos matrimonio. El blanco no era blanco, estaba pintado de rojo y tierra. Sus uñas estaban ligeramente sucias, pero aparte de eso, no había rastro de ninguna herida en su cuerpo a excepción… rápidamente abro el lado del pecho de su vestido que tenía una mancha de sangre reciente y al romper la tela pude ver la herida de la daga que estaba en mi pecho. Ella había absorbido mi muerte.Pasé rápidament
Los días pasan tan rápidos que ya se han vuelto meses y ella aún no despierta. Tuve que inventarme escusas a sus padres de que aún seguíamos de luna de miel, asimismo, Derek se encargó de la empresa, la cual ya era de ella. Sus padres a duras penas aceptaron, pero fue lo que quería. El hospital también pasó a ser de ella, para cuando despierte encuentre que tendrá un trabajo seguro, con personales competentes.Pude observar que ella cada vez se veía más flaca, sus huesos sobresalían, sus ojos se encontraban hundidos y eso en parte me desesperaba. No quería entubarla para alimentarla, pues sola no podía, por lo que me vi en la obligación de hacerlo, ya que no entendía que es lo que necesitaba.No le faltaba nada, tenía todo a su disposición, por lo que las opciones para alimentarla se estaban agotando. No sabíamos que es lo que mi hijo quería, pues él era el que consumía todo de mi esposa, su madre.Él, así es, ya sabíamos el sexo del bebé, es un hombrecito. Para el pueblo será un here
DAILA PETTERSEN.Nunca fui normal en la vida, siempre sufría extraños cambios en mi cuerpo, asimismo, los cambios de humor repentinos eran demasiado, que muchas veces quería usar la fuerza. Ahora entiendo porque todos esos eventos raros en mi vida, esa fiesta en mi organismo, esos sueños en mi mente. Ahora entendía que yo nunca fui humana. Pero… ¿Si fui una reencarnación, como es que nací con estas habilidades?Tengo miles de preguntas que buscan respuestas coherentes, tengo curiosidad de saber hasta dónde puedo llegar con tantas habilidades que no tenía idea, existían en mí.No obstante, son parte de mi desde siglos atrás, por lo que debo adaptarme a ellos, aprender de ellos y dominarlos por sobre todas las cosas.Me siento entumecida e incómoda. Quiero levantarme de donde sea que esté postrada, pero increíblemente no puedo. Siento sed, siento hambre. Mi estómago ruge por ello.Lo más extraño es que siento mis manos encenderse, un calor rodear cada uno de mis dedos, del mismo modo, e
Aquella vez el grito de Gael impidió que cometa otro asesinato. Cuando giré mi rostro para observarlo, no puedo evitar sentirme tan atraída por él. Él no sabía, pero fue justamente él quien me llevo al cielo, sin embargo, también fue él quien me arrastro al infierno con un solo beso.Y yo me sentía feliz de arder con él, porque sin darme cuenta, con cada paso que daba; fui seducida por el mal que él provoca, bendito pecado culposo, envuelto en lujuria que deseo probar.***Nos encontramos en estos momentos en la ciudad, exactamente en la empresa. Paula corre despavorida por todo el lugar, emocionada de verme, yo sin embargo me tuve que colocar lentes de contacto, pues no puedo aun lograr dominar el color de mis ojos como lo hacen Gael y compañía, y con compañía me refiero a Derek.Este último, me envolvió en un abrazo muy cálido, susurrándome que estaba feliz de volver a verme, del mismo modo mis padres, pero con la diferencia de que ellos estaban más o menos molestos por lo de la emp
GAEL CLAYTON.Siento que me mueven, por lo que me levanto y veo la sorpresa de mi esposa y sus ojos lagrimosos y muy abiertos. No entiendo exactamente que sucede ni porque motivo no me habla.—Ya viene —susurra y no entiendo a qué se refiere—. ¡Ya viene!Grita desesperada y es ahí cuando hago clic. Automáticamente entiendo a qué se refiere. Me siento mareado, no sé qué hacer, por lo que lo primero que hago es levantar la manta gruesa que nos cubría del frio – y eso que no sentimos – grande fue mi sorpresa al ver la sangre empapando la cama.—Te llevare al hospital Daila, Eloise no está —informo.—Me desangrare y necesitaré sangre —avisa—. Ellos no saben.Su dolor era mi dolor, sentía que el que estaba pariendo era yo y no me gustaba que se sintiera así.—Algo haremos —susurro levantándola en brazos y llevarla hasta el auto.Manejo a gran velocidad y pido exactamente a Lizzie y al Doctor Murphy. Son de confianza de mi esposa por lo que me veré en la obligación de confiar tambien. Rápid
En un mundo donde lo que en su momento creí eran mitos, fantasías o cuentos contados para asustar a los niños, me encuentro viviendo en ello. Todo este tiempo he vivido una mentira, ilusiones y promesas rotas, amores falsos por intereses de por medio. Creí haber encontrado un poco de humanidad en esta vida tan fraudulenta, pero no. Las personas viven en una burbuja en donde creen que el dinero lo puede todo, y aunque así sea, no es indispensable. Y en este mundo, que es nuevo para mí, creí que era mucho mejor; no obstante, me encuentro con la sorpresa de que es igual que el mío, con diferentes intereses, pero no menos importantes. El poder. Estoy acostada con una fiebre que no es normal en mi cuerpo, los análisis que me había hecho en el laboratorio decían que no tengo nada y, sin embargo, siento que voy a morir. Son las doce de la medianoche, la luna esta está tan arriba que si no estuviera ardiendo en fiebre la disfrutaría. Siento mi cuerpo desprenderse, el crujir de mis huesos me
DAILA PETTERSEN Coloco la almohada sobre mi rostro, quisiera poder dormir un poco más, sin embargo, eso es imposible. La universidad consume mi tiempo, y las quejas de mi familia ni hablar. Desde que me decidí por la carrera de medicina, lo único que han hecho es decirme que es una pérdida de tiempo; pues, el objetivo principal de mi padre es que estudie alguna carrera que esté acorde a la familia, y me sirva como cimiento para heredar la empresa familiar. Cabe destacar, que somos una familia adinerada que se dedica a la fabricación de tecnología avanzada, de alta gama, teniendo sucursales por toda Latinoamérica. Sin embargo, la medicina es una carrera que anhelé desde muy pequeña. Fue difícil lograr convencer a mis tutores la oportunidad de poder estudiar dicha carrera; no obstante, me pusieron como única condición, estudiar una carrera más sobre ella, y al terminarla, asistir a la empresa para empezar a familiarizarme con ella. Soy médica en uno de los mejores hospitales y en una
—¿Pensando mucho nuevamente? —la voz del Dr. Murphy llega a mis oídos. No me percaté que quedé sumida a la nada con la vista en algún punto fijo de la pared. —Es lo que he hecho desde que descubrí las millonarias pérdidas que sufre la empresa de mi padre. —Estoy seguro que eso no te importa, pues tienes un empleo asegurado aquí —dice. —No debería pensarlo, pero me preocupa —suspiro—. Pienso en las necesidades que sufrirán si no se soluciona. ¿Crees que soy mala hija? —Eres una excelente persona, una buenísima hija, sin embargo, creo que deberías tomarte unas vacaciones y ayudar a tu familia a investigar. Al menos para que no te presionen. —Tienes razón, no lo había visto de esa forma —respondo, dándome cuenta que he sido muy egoísta con respecto a la reliquia familiar—. Como familia debemos cuidar lo que nos da de comer. Aunque no lo quiera admitir, y a pesar de la presión constante de ellos, hoy día soy lo que soy porque no me privaron del dinero. —Tu eres dueña de tu vida, de