… Cerebrito, cerebrito y más de la palabra, cerebrito. En eso se pasó toda la clase el idiota de Dante, para dirigirse a mí, porque para mí otra mala suerte, nos emparejaron en una actividad súper rápida y que yo hice en minutos. ¿En qué cabeza puede caber que yo soy un cerebrito? Ah sí, en la cabeza de Dante, solo porque llevo lentes, leo infinidades de libros y me aplicó en mis estudios. Por eso y más, no tienen por qué llamarme cerebrito.Osea me visto bien, estoy siempre a la moda, –pero a mi modo claro–, no pretendo ser una chica sexy como las de ahora, sé que no asisto a fiestas, porque prefiero estar en mi habitación viendo películas, escuchando música o como siempre leyendo.Prefiero ignorarlo, si, debo ignorarlo, aunque él sin dudas ríe por lo bajo, solo finjo que
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