Capítulo 5

El día se pasa entre bromas con mis padres. Estamos muy emocionados por el embarazo de mamá que decidimos hacer una apuesta, papá y yo decimos que será niño y mamá dice que una niña, el que pierda debe hacer una gran cena por la celebración de saber el sexo del bebe.

Cuando Dante vino, mamá me pregunto quién era y no me creía al decirle su nombre, mamá supo que dejamos de ser amigos incluso me vio llorar cuando ocurrió la ruptura de la amistad. Estoy en mi habitación esperando a Selena, me envió un texto diciendo que vendría, sabía que no se quedaría tranquila, así que debo prepararme para contarle todo.

Me pongo a ver la tv y escucho la voz de Selena saludando a mis padres, debo respirar profundo para su ronda de preguntas. De seguro ya hasta las enumero en su cabeza, para no pasar ninguna por alto, pero para evitar eso le contare todo, para ahorrarle su interrogatorio.

– ¿Sabías que hoy te extrañe un mundo? Fue tanta tu ausencia, que Nick y yo ni peleamos, ¿no te parece increíble? –dice mientras me abraza y se sienta en la cama.

–Debería faltar más a menudo, a ver si por fin dejan sus peleas –digo mientras rio.

–Ni lo pienses muñeca, no soportaría un día sin ti, y lo sabes –cuanto amor de Sel –Y bien, ¿Que te sucedió ayer? No creas que me comí el cuento de ‘me siento mal’ –dice con tono arrogante.

–Sé que no te lo comiste, Selena, te conozco tanto que lo sé, debo contarte algo que nunca te he confesado... –los ojos de mi amiga están que se salen.

– ¡No! No me digas que perdiste la virginidad, Allison Marie Benz Luque, que oculto lo tenías niña –quiero reírme, pero de verdad Sel me deja sin habla, ¿Es en serio?

– ¡Por Dios Selena Victoria Marin López! Que rayos te pasa ¿Estás loca? No es nada de eso, es sobre Dante... –ahora si esta confundida.

– ¡¿Dante Nuñez te quito la virginidad?! –mis ojos están en blanco y la paciencia se me acaba –Ok, lo siento Allie, sí, estoy obsesionada con la virginidad, creo que es por la edad, ok, ya cuéntame que sucede con Dante.

Comienzo a contarle todo a Sel, no pronuncia ni una palabra, solo asiente, y frunce el ceño confundida o enojada. Cuento todo con cada detalle para que pueda entender, su mirada de asombro se esfuma, sus ojos llorosos o con rabia, ya ni entiendo el estado de animo de esta chica. Termino por contarle lo que Dante me dijo esta mañana y su actitud cambia, algo está ocurriendo y Selena me tiene que contar ahora mismo.

–Nena, agradezco que me contaras todo y sabes que nunca diré nada, pero ¿A que está jugando Dante? –dice mientras come del helado que nos trajo mamá y yo no entiendo su pregunta.

–A que te refieres con eso Sel, no entiendo.

–Hay rumores de que Dante está saliendo con Nikki, la cabecilla reina del grupo de las populares –mi corazón da un inestable palpito, pero finjo.

– ¿Ah sí? A ver Selena, no estarás creyendo que yo me estoy ilusionando con Dante ¿Verdad? –digo mientras juego con mi helado.

–Por Dios Allie, a que juegas tú conmigo, sabes lo mucho que te conozco ¿No? Es claro que adoras a Dante y que tu amor de niños se convirtió en algo más fuerte cuando el volvió... –dice mientras cruza sus piernas, está en modo consejos.

–Selena, se cuál es mi posición ¿Ok? Esto es un amor juvenil solo mío, lo que dijo Dante es solo uno de sus arranques de popular, queriendo llamar mi atención.

–Pero deberías dejar esa posición nena, no puedes seguir aferrada a ese viejo amor, ni tu ni yo, sabemos lo que él quiere en realidad –dice mientras se levanta – ¡Dios! Ya debo irme Allie, pero sabes que esta conversación no termina aquí.

–Si lo sé, ¿Pasas por mi mañana? –digo mientras me levanto para acompañarla a la salida.

–Si claro, y con respecto a ser su tutora, piensa muy bien cómo te tragaras todo lo que sientes, debes dejarlo ir, no quiero que Nikki te busque problemas solo por cuidar y mantener al tarado de Dante a su lado.

Asiento y la acompaño a la salida, el apetito se me fue con lo que me contó Selena. Me arrepiento de haber sonreído cuando vino por la mañana, claro está, intenta quedar bien conmigo y realmente no necesito de su compasión y lastima.

Le digo a mamá que no cenare y me voy a mi habitación, enciendo la tv y comienzo a escuchar un programa. Tengo mi mente en otro lado, que no me concentro en la tv, comienzo a planificar el horario de clases extras para Dante y el primer tema que tendrá mañana. Debo seguir siendo la dura Allison con él, no quiero ser el hazme reír de nadie y mucho menos de él.

Agradezco que Sel pasó por mí, así puedo levantarme un poco tarde y en cuanto ella llega yo estar lista. Buscamos a Nick por los pasillos del instituto, pero no damos con él, así que nos vamos directo al salón quizás ya está allí.

Y como lo sospechábamos aquí esta Nick y muy sonriente con Claire, ok, esto no lo esperábamos, nos acercábamos a ellos y hablamos de todo un poco mientras llega el profesor. 

Las horas pasan y todos estamos tomando apuntes de la clase, dios cuanto deseo que suene el timbre para ir a comer, mi estómago lo implora.

Después de una primera clase larga, termina y fuimos por el desayuno, hoy debo comer muy bien, estaré horas extras en el instituto por la tutoría de Dante. Me levanto y le digo a los chicos que se adelanten a las próximas clases, yo iré a buscar a Dante para decirle que al terminar tenemos la primera clase de literatura.

No lo encuentro por ningún lado, decido salir para ver si esta en las gradas. Aquí se encuentra, allí esta y para mi sorpresa con Nikki, Selena tenía razón, m****a, m****a, m****a, eres una idiota Allison. Tomo una bocanada de aire, solo le diré lo de la tutoría y listo.

–Dante... –digo mientras camino para encontrarme con su sorprendida mirada –Te espero en la biblioteca al terminar tu ultima clase, no tardes, no me gusta que me hagan esperar.

Salgo de las gradas sin darle el derecho a hablarme y con prisa me dirijo a mi salón de clases. Mi corazón esta tan presionado que siento que me faltan los latidos, soy una tonta por creer en él, debo siempre seguir siendo la chica que soy desde que deje de ser su amiga, debo seguir siendo la chica cerebrito para no ser parte del mundo de Dante.

_

Las clases terminan y yo me dirijo a la biblioteca para esperar a Dante, tomo uno de mis libros favoritos de poemas para leer mientras él llega y uno en particular llamo mi atención.

‘Pero quedó en nosotros la distancia de un nuevo andar, caminos sin ambages en un tiempo de renuncias calladas donde no queda espacio a los cobardes.’

Me perdí en esas letras y un fuerte golpe a la mesa me saca de mi burbuja, es Dante que coloco sus cosas sobre la mesa, pero de una manera bruta por así decirlo. Se sienta y yo saco los apuntes, le digo señalando con mis dedos que debe escribir sin decir una palabra, no tengo ánimos de hablar y él lo nota.

Así se pasan cuarenta y cinco minutos, él escribiendo y yo leyendo poemas, bufa cada vez que nota que debe escribir mucho más, yo lo ignoro. No quiero pucheros de su parte, no pienso ser buena con él, debe esforzarse para lograr pasar la materia e impedir ser sacado del equipo de futbol. La incomodidad se siente en toda la biblioteca, no hay muchas personas, solo algunos que hacen actividades y otros que estudian para exámenes.

Me levanto para salir y buscar algo de tomar, me paro frente a la máquina de bebidas y saco dos para entregarle uno a Dante. Tampoco quiero ser una pésima tutora que logra que su compañero muera deshidratado, regreso a nuestra mesa y le entrego la bebida sin decirle nada, solo logro escuchar un pequeño agradecimiento de su parte, está concentrado en los apuntes.

Pasa una hora y media más, ya la biblioteca está quedando sin alumnos, y le doy gracias a Dios que ya está terminando de escribir. Mientras leo, comienzo a tararear Lost Boy, se quedó en mi mente y me encanta esa canción, quizás en algo me define la canción, Dante al escuchar mi tarareo me mira por el rabillo del ojo y lo ignoro.

–Buena canción, buen tarareo... –dice queriendo romper el silencio que nos abraza.

–Sí, es una buena canción... –digo mientras lo veo por un segundo a los ojos. Asiente y carraspea para continuar su conversación.

–He terminado los apuntes de hoy, ¿Debo hacer otra cosa?

–Sí, debes leer un libro, no te diré cual, esa es tu tarea buscar un buen libro y decirme, porque lo elegiste, cual fue tu mejor escena y que aprendiste al leerlo –digo mientras él anota las preguntas.

–Está bien, ¿Tengo fecha límite? –no había pensado en eso, no seré tan cruel.

–No, pero debes prometer leerlo y terminarlo pronto, en cualquier momento te haré preguntas.

Asiente y salimos juntos, pero separados, él busca a alguien con la mirada, quizás busca a Nikki, yo ignoro su mirada y me dispongo a salir para irme a casa. Miro la hora en mi reloj y sin querer choco con alguien, mis lentes se caen y a la otra persona se le cae unos papeles. Recojo mis lentes y ayudo a la otra persona a recoger sus cosas, mientras me agradece y ríe, dándome cuenta de que es un chico.

–Gracias y me disculpo, me distraje viendo el alrededor –acomodo mis lentes y al subir mi mirada, puedo notar lo lindo y guapo que es este chico.

–También es mi culpa, venia viendo mi reloj –digo mientras sonrió.

–Eres estudiante de aquí por lo que veo.

–Sí, y tú que haces por aquí, ¿Buscas a alguien? Ya todos los alumnos se han ido –tiene unos hermosos ojos azules.

–No, seré nuevo, soy nuevo en el pueblo, bueno en esta zona y me tuve que transferir a este instituto, debo llevar estos papeles –dice mientras me los muestras.

–Bueno, entras, cruzas a la derecha, luego a la izquierda y allí está la oficina de admisión.

–Gracias... Tu…

–Allison, mi nombre es Allison.

–El mío es Tadeo, mucho gusto –dice mientras estrecho su mano.

Me despido del chico y espero que papá venga por mí, lo llame y dijo que estaba en quince minutos. Coloco mis audífonos y comienzo a escuchar música, una relajante comienza a sonar mientras yo canto con la voz baja.

Papá llega y sigo escuchando música, mientras miro los arboles los cuales sus hojas comienzan a tornarse amarillas, pronto llegara otoño y con el viene el mejor clima, invierno. Aprovecho para escribirle un texto a Selena y contarle sobre el chico nuevo que llego al pueblo.

_

Llegamos a casa, papá y yo notamos que hay visitas, quizás algunos tíos o tías, entramos entre risas. Papá tiene un gran sentido del humor, siempre cuenta chistes tontos, pero siempre termino riéndome de las tonterías que inventa, en conclusión, tengo el mejor papá del mundo.

Oímos la voz de mamá quien se encuentra en la sala, y notamos la presencia de una mujer rubia ojos claros y lindos, un hombre de quizás la edad de papá, cabello castaño y ojos color miel y un chico que, a simple vista, es mayor que yo, su veintitantos aproximadamente, rubio y ojos del mismo color del hombre.

–Cariño, Allie, les presento a la familia Gorman, se han mudado a nuestro vecindario –nos presenta mamá a la nueva familia.

–Hola mucho gusto, mi nombre es Amanda, él es mi esposo Tomas y mi hijo André.

–Mi nombre es Allison, pero me pueden llamar Allie, un placer y bienvenidos –digo mientras ellos me dan las gracias, el señor Tomas cuando sonríe me hace recordar a alguien, creepy.

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